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OPINIÓN

Las elecciones que vienen

Aún no concluye el proceso electoral que fue conocido como el más grande que tuvo nuestra nación y ya tenemos otras elecciones en puerta. | Fernando Díaz Naranjo

Escrito en OPINIÓN el

El presente proceso electoral que de manera concurrente se llevó a cabo entre la elección federal por el que se renovó la Cámara de Diputadas y Diputados, y las elecciones locales que se realizaron en las 32 entidades federativas aún no terminan, principalmente por los medios de impugnación que diversos actores políticos interpusieron ante los órganos jurisdiccionales.

No obstante, tanto el Instituto Electoral Nacional como diversos Organismos Públicos Locales Electorales, se encuentran ya en los preparativos de la planeación estratégica y presupuestal de las próximas elecciones que se llevarán a cabo el año que entra.

En este sentido, durante 2022 seis entidades federativas tendrán elecciones para la renovación del Ejecutivo local: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, y Tamaulipas. En el caso de Durango, además, tendrá elecciones para elegir a sus autoridades municipales (39 presidencias municipales, 39 sindicaturas electas por el principio de mayoría relativa y 327 regidurías determinadas por el principio de representación proporcional). En tanto, Quintana Roo, estará además, renovando su Congreso local compuesto por 25 espacios legislativos, 15 electos por el principio de mayoría relativa y 10 por el método de representación proporcional.

Bajo este contexto, tanto la autoridad federal como las autoridades locales de estas seis entidades federativas deberán coordinarse para llevar a buen puerto estos ejercicios democráticos en donde se renueva el poder público.

Al Instituto Nacional Electoral le corresponderá, de acuerdo con lo mandatado por el artículo 41, base V, apartado B, inciso a) de la Constitución Política lo siguiente: la capacitación electoral; la determinación de la geografía electoral; la integración del padrón y el listado nominal de electores; la ubicación de casillas y la determinación de las y los funcionarios de las mismas; la emisión de reglas, lineamientos y criterios en materia de resultados preliminares, encuestas o sondeos de opinión; lo relativo a la observación electoral; los conteos rápidos, así como la fiscalización de los ingresos y egresos de candidatos, candidatas, partidos políticos o coaliciones que, en su caso, se conformen.

Para el caso de los Organismos Públicos Locales Electorales y de conformidad con lo establecido en el apartado C de la misma base y artículo de la Constitución Política, tienen principalmente las siguientes funciones para las elecciones de 2022: todo lo relativo a los derechos y el acceso a las prerrogativas tanto de los partidos políticos como de las candidaturas independientes; lo correspondiente a la educación cívica; los aspectos relacionados con la preparación de la jornada electoral que incluye, entre otros rubros, la logística para la impresión de documentación y producción de materiales electorales; el escrutinio y cómputo de las elecciones, así como la declaración de validez y la entrega de las constancias de mayoría de las elecciones locales.

Es así como en 2022, se estarán renovando un total de 436 cargos de elección popular para lo cual y de acuerdo con las legislaciones electorales locales, los procesos electorales en estas 6 entidades federativas estarán arrancando formalmente el 5 de septiembre de este año para el estado de Oaxaca, el 12 de septiembre para Tamaulipas, 3 de octubre para Aguascalientes, primero de noviembre para Durango y 15 de diciembre para Hidalgo.  Solamente Quintana Roo iniciará su proceso electoral el 2 de enero de 2022.

Como podemos apreciar, aún no concluye el proceso electoral que fue conocido como el más grande que tuvo nuestra nación y ya tenemos otras elecciones en puerta, y así sucesivamente hasta que los procesos electorales federales y locales vuelvan a encontrarse en la elección de 2024. 

Esto le da un alto significado a nuestro sistema político en donde la ciudadanía ejerce su voluntad a través del sufragio para refrendar o cambiar de opción política según sus intereses y esto alimenta permanentemente nuestra democracia.