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Largo y sinuoso camino hacia 2024

Los ciudadanos también deberemos tomar nota de los resultados de la consulta de #RevocaciónDeMandato y con rumbo a 2024 | Joel Hernández Santiago

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Escrito en OPINIÓN el

Pasó el trago amargo. Ahora todo se enfila hacia 2024. El panorama político de México es distinto al de la mañana del 10 de abril de 2022 y los resultados de la Consulta traerán consecuencias para lo que sigue en el país. Todos los actores políticos anotaron estos alcances y limitaciones, para lo que sigue de ahora en adelante.

Durante semanas, por encima de los grandes problemas nacionales, la atención política del país se centró en el proceso y la fecha en la que se llevaría a cabo la Consulta Nacional para la Revocación de Mandato. Y fue. Y los resultados están a la vista.

Para muchos un verdadero fracaso por la poca participación ciudadana, porque el gobierno, por más que hizo de todo y por todos los medios para conseguirlo, no pudo llevar a las urnas al 40 por ciento del padrón electoral nacional de 93 millones de ciudadanos y hacer vinculante sus resultados y hacer de este ejercicio un mandato de ley plenamente establecido para el futuro.

Para el gobierno federal es un triunfo porque es un ejercicio ‘inédito e histórico’ el que los ciudadanos decidan, a la mitad del camino, calificar si un funcionario público hace bien su trabajo o no. En este caso más del 90 por ciento de los que votaron dijeron que el presidente debería continuar en sus funciones hasta su término en 2024. Está bien. Son perspectivas.

En todo caso el gobierno federal sabía que obtendría este resultado positivo, pero no el porcentaje tan bajo de participación ciudadana. Y, lo dicho, quería demostrar que la fortaleza con la que llegó al poder en 2018 es la misma ahora, y aún más.

De hecho, este ejercicio de participación ciudadana se sembró en tierra húmeda todavía, aquella tierra en la que se asentaba la 4-T al principio de este sexenio. Pero, lo dicho, las cosas eran muy diferentes hasta este domingo 10 de abril.

Y son aún más diferentes al amanecer del 11 de abril, con inquietudes políticas en todo México. Acaso por los resultados inesperados. Acaso porque para unos no se consiguió lo que se suponía un triunfo antemano cantado en tanto que para otros este fracaso es una muestra de que los ciudadanos ya ‘no comulgan con ruedas de molino’... y más.

Pero esto ya es historia. Los resultados son los que cuentan y los hechos ocurridos durante el proceso de Revocación de mandato que obligan a una reflexión honda con rumbo a 2024.

Sin duda de estos resultados han tomado nota todos los actores políticos del país. De un padrón de electores de poco menos de 93 millones de ciudadanos, acudió a votar sólo el 17.7 por ciento con un conteo del 100 por ciento de las casillas instaladas. De ese 17.7 por ciento aproximadamente 15 millones de mexicanos decidieron darle el “siga” al presidente de México. Visto así, es un triunfo para el presidente y su gobierno y su partido. Y cantan victoria.

Pero muy seguramente al interior de sus oficinas no están contentos. Nada contentos. Y de hecho ya comienzan a lanzar dardos hacia el Instituto Nacional Electoral –un organismo impecable en su tarea electoral, aunque ciertamente merece una revisión en su estructura administrativa–. Esto a pesar de que se canta victoria. Sin embargo...

El presidente dijo: “Hay que tomar en cuenta que no se instaron todas las casillas, se instaló un tercio, ahora fueron 57 mil casillas. Lo digo porque nuestros adversarios, aunque se enojen, dicen que es la mitad de los votos que tuvo el presidente (en 2018), sí, pero con una tercera parte, y con las trampas y con el boicot del INE”. No dijo que le negaron los recursos que solicitó para hacerlo.

En todo caso será bueno que se prueben esas trampas y ese boicot. Si es así, debe someterse a la autoridad fiscal electoral para que revise esa actuación y opere en consecuencia. Lo que no significa que deba desaparecer la institución electoral: el INE, como tampoco los tribunales de lo electoral, a los que la indignación previa y actual de gobierno acusa de todos sus males. Ahora más.

En todo caso la página ya está escrita. Sigue otra página. La ruta hacia 2024, a donde todos los involucrados en el proceso de Consulta deberán mirar con cuidado, analizar el estado de la situación política actual y encaminarse hacia la meta dentro de poco más de dos años.

El gobierno federal y seguramente los estatales –sobre todo aquellos que tienen elecciones en junio próximo- deberán considerar las cifras finales de esta Consulta. Y aprender las lecciones. Una de ellas será el que no deberán violar la ley para conseguir triunfos obligados. No deberán acusar a otros de sus propias fallas y deficiencias. Hacer trabajo político es un arte. No hacerlo así es ‘un engaño, una sombra, una ficción’.

La oposición en México, que hoy es prácticamente inexistente, inolora e incolora, podrá encontrar en estos resultados un poco de aire fresco en su lucha por su propia existencia y, si es posible para conseguir triunfos electorales. Pero esto requiere mucho trabajo, congruencia y ética política.

El crimen organizado que participó en la eliminación o definición de candidatos en 2021 querrá participar en 2024 imponiendo a sus operadores en puestos de elección popular que podrían favorecer a sus intereses aviesos. Esto por supuesto a la vista del gobierno federal y los estatales o municipales. Y serán estos los que podrán contener esa avalancha criminal, o se harán cómplices.

Los ciudadanos también deberemos tomar nota de los resultados de esta Consulta y con rumbo a 2024. Todos –en democracia– tenemos responsabilidades.

Una de ellas es la de tomar la decisión mejor pensada y valorada por cada uno para llevarla a las urnas y luego exigir cumplimientos de gobierno: es democracia. Y la democracia se nutre de pluralidad, del respeto a las ideas ajenas y de libertad de expresión con responsabilidad. Y en todo esto hay una enorme carga de obligación para todos los ciudadanos. 2024 a la vista: Alerta todos.