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Larga vida al TLCAN

El TLCAN no está muerto, y la verdad dista mucho de sucumbir

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Escrito en OPINIÓN el

El gobierno mexicano llegó a la quinta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLCAN) con una carta bajo la mesa que ya no oculta, pero con la que solo jugará mientras el gobierno de los Estados Unidos no tome una verdadera resolución en cuanto a su posición dentro de la renegociación.

Pareciera que la delegación mexicana ha comenzado a jugar con el factor tiempo, pues la indefinición de acuerdos en las cuatro rondas anteriores de negociaciones, comienzan a mandar la señal de que quien más se beneficia con esto es el gobierno mexicano.

¿TLCAN beneficia al gobierno mexicano?


Las razones son simples, por un lado, mientras que no se oficialice ningún cambio al documento vigente del tratado entre los tres países de América del Norte, este seguirá vigente tal y como opera actualmente por el tiempo en que tarde en ocurrir una modificación.

Pero en caso de haber una reforma al tratado comercial, esta debería ocurrir en los siguientes cuatro o cinco meses, pues pese a que la comisión negociadora del presidente Trump tienen claros sus objetivos, estos no han tenido la habilidad para llegar a acuerdos con sus similares de México y Canadá y las circunstancias actuales ofrecen ventajas a estos países para preparar mejor sus estrategias de negociación.

Lo anterior plantea un escenario en el que la renegociación del TLCAN podría prolongarse por tiempo indefinido en caso de superar los cinco meses sin acuerdos, factor que podría llevar las mesas de trabajo por derroteros distintos a los actuales.

Las causas son varias; la primera es que en México las elecciones presidenciales arrancarán prácticamente en el mes de diciembre y esto podría llevar a que, conforme avance el tiempo, el equipo negociador mexicano irá perdiendo fuerza y capacidad para llegar a acuerdos, en tanto que la administración de Peña Nieto también perderá solidez.

En otras palabras, Peña Nieto y su equipo intentarán ganar tiempo al no llegar a acuerdos con sus socios comerciales, mientras se desarrollan las elecciones presidenciales, pues un mal cálculo o una mala renegociación del TLCAN previo al ejercicio electoral, complicaría la permanencia del PRI en los pinos y echaría por la borda los avances cosechados en materia política y económica por la actual administración.

El gobierno de los Estados Unidos lo sabe y quizás por ello en esta quinta ronda de trabajo decidió no enviar a sus titulares, relajando el perfil de la delegación negociadora, algo que los gobiernos de México y Canadá agradecieron porque con esta medida, bajó la presión y esto les permitirá reorganizar sus baterías para futuros encuentros. La decisión del gobierno de Trump fue interpretada por  muchos analistas como un desdén y una señal para terminar con el tratado comercial.

El factor tiempo y el TLCAN


El segundo factor a favor de México y Canadá dentro de las rondas de renegociación del TLCAN, también tiene que ver con el factor tiempo y con las elecciones, pero esta vez en los Estados Unidos. El próximo año se renovará el congreso de ese país, es cierto, serán hasta noviembre de 2018, pero en tiempos como los actuales, los resultados serán de gran trascendencia, pues una derrota del partido republicano debilitaría una posible reelección de Trump en las presidenciales de 2020.

Pero un triunfo de los demócratas para renovar el congreso el próximo año no sólo limitaría la posible reelección del presidente Trump, también pondría en duda su permanencia en la Casa Blanca, pues no hay que olvidar que un ala de congresistas están buscando su destitución, argumentando falta de capacidad para ejercer sus funciones.

De prologarse seis u ocho meses las negociaciones sin llegar a acuerdos concretos, podrían también modificarse algunos de los términos de la renegociación, condición que deberá aprovechar la delegación mexicana para proponer un desarrollo de cadenas productivas con alto nivel tecnológico para el sector automotriz, industria en la que Trump ha centrado su atención para impulsar su política de reglas de origen para limitar el ascenso de componentes chinos en la manufactura de automóviles en la región de América del Norte.

El TLCAN no está muerto


Y la verdad dista mucho de sucumbir, pero si bien es cierto que al final habrá modificaciones a las condiciones actuales del tratado comercial, el equipo negociador mexicano deberá aprovechar para mejorar las condiciones de algunos sectores manufactureros, además de hacer sentir su estratégica posición geográfica ante la todavía primera economía del mundo.

Internamente, una renegociación en condiciones desfavorables para México, podría en riesgo las aspiraciones priistas para retener la presidencia y para los Estados Unidos, es sabido que una posible victoria de López Obrador podría modificar literalmente las relaciones y términos de la renegociación del tratado comercial.

@ijm14 | @OpinionLSR | @lasillarota