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La violencia desde el Estado

“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

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Escrito en OPINIÓN el

Hoy queda claro que el problema de la violencia no es privativo del crimen organizado o de una zona sino de todo el país y de otras fuerzas. Para ser más precisos, hoy la violencia parte del Estado y está focalizada en dos entidades, el estado de México y Guerrero. Los casos de Tlatlaya, en el primero, con los 22 ajusticiados, y de Iguala, en el segundo, con los estudiantes de Ayotzinapa, y los futbolistas en la carretera hacia Acapulco, son una muestra de la impunidad y el escalamiento de la participación castrense y policiaca.

 

Terreno peligroso que ya se había advertido al comentar que lo más fácil era sacar a las fuerzas armadas para que participaran en el combate a las bandas del crimen organizado, en la llamada guerra de Felipe Calderón, el etílico ex presidente que hace unos meses negó que hubiera hablado de una guerra. El problema es que una vez en las calles pueden excederse y atentar contra cualquiera, desde su muy particular punto de vista. ¿Estamos seguros de que los fallecidos en el Estado de México eran delincuentes? ¿Qué decir de los jóvenes de Guerrero?: Las autoridades municipales tienen responsabilidad, seguro. ¿El gobierno estatal? ¿El crimen organizado también? ¿Quién se molestó por la colecta de los normalistas? ¿Represalia porque intervinieron en el informe de la presidenta del DIF municipal de Iguala?

 

Estado de derecho

 

En muchos comentarios en las redes sociales se da cuenta, por la inmediatez y rapidez con que pasan los temas quiero suponer, de opiniones irreflexivas e insensibles: "Los delincuentes no tienen derechos" es la opinión para muchos, en un reflejo de las expresiones que en su momento, hizo Arturo Montiel, el ex gobernador de ese estado que dijo que las "ratas no tienen derechos". ¿Los ejecutados del estado vecino eran parte de un grupo delincuente?

 

¿Quién o cómo se define quién lo es? ¿Y si era un grupo disidente? ¿Y si estaban en la organización de un grupo político? Hoy toda disidencia puede ser criminalizada, como se ha dicho ya desde hace tiempo. Ejecuciones extrajudiciales y ocultamiento legal: no hay indicios claros de quiénes eran y, en su caso, a qué cartel pudieran pertenecer o por qué estaban ahí, toda eso que siempre llena las páginas de los medios y que por más que se indague no aparece y no contamos con mayor información.

 

Sabemos del tema gracias a la difusión en revistas de origen extranjero, cubiertas por su relación con sus franquiciadores internacionales. El gobierno del estado de México es corresponsable junto con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ni duda cabe. La razón de la existencia del “Estado de derecho” es la de anteponer la ley, aunque algunos sectores de la opinión pública supongan que no debería de ser así siempre. No puede ser la ley de la selva ni el ojo por ojo.

 

Las fuerzas de seguridad del Estado tienen como misión garantizar la tranquilidad no para convertirse en jueces y ejecutores de sus propios criterios, o de las órdenes que atenten contra lo que la ley señale. Hoy que se habla de “verdad jurídica”, (en 1968, el primero de septiembre, Díaz Ordaz apelaba al “orden jurídico”), habría que decir que la ley le pone límites a la acción de las fuerzas de seguridad. ¿Escuadrones de la muerte en el país?

 

La esperanza

 

Al tiempo, las manifestaciones de los politécnicos aparecieron como un viento de esperanza y como muestra de que los jóvenes tienen algo que decir ante el poder de las corporaciones y el modelo impuesto que, por supuesto, no les garantiza un futuro halagador. [Lamentable la muerte de Raúl Álvarez Garín en los albores de una renovación de su lucha, sus principios.] Un movimiento interesante que apareció de pronto y del cual quieren aprovecharse muchos, tanto del propio gobierno (incluso dentro del Politécnico, bastión del priísmo por muchos años) como de otras fuerzas políticas e empresariales.

 

De pilón…

 

El secretario de Gobernación suple al de Educación, quien debería de haber sido el que atendiera y resolviera el tema (lo que nos lleva a preguntarnos qué se mueve en la cúpula del poder) y se coloca al frente con gran oportunidad política (¿oportunismo?), en una acción absolutamente medida, nada impulsiva pues no es esa su manera de ser. Mientras, con gran oportunidad también (¿oportunismo?), los diputados intentan ponerse a la cabeza promoviendo la autonomía del Instituto, punto que no aparece en el pliego de diez puntos presentados por la comunidad politécnica: ¿por qué no lo hicieron cuando se estaba discutiendo la reforma educativa?

 

¿Se atentaba contra el Pacto por México? ¿Se aceptarán los diez puntos del pliego petitorio? Esto no acaba el viernes y la discusión en las escuelas será interesante. Confianza en los jóvenes que seguro rebasarán los intentos de control de los grupos de poder de toda laya.

 

Facebook: carlos.anayarosique

Twitter: @anayacar

 

(Obviedades es un ejercicio de reflexión que comparto con mucho gusto no para que estén de acuerdo sino para hacer conciencia de las contradicciones de un régimen… que puede ser cualquier régimen, no importa el partido, por supuesto.)