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La vida en tiempos de contingencias y recortes presupuestales

Es momento de sensibilizarnos y buscar el bien común.

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Escrito en OPINIÓN el

Hace no muchos años, al pensar en el futuro imaginábamos un escenario próspero y positivo, nos sentíamos invencibles debido a todos los adelantos obtenidos en la ciencia y tecnología; sin embargo, la reciente ola de afectaciones tanto a la salud como al medio ambiente, nos indica que el crecimiento de un país trae aparejadas externalidades negativas que muchas veces no están consideradas dentro del modelo de desarrollo, así que tendremos que trabajar mucho para lograr un crecimiento positivo con el menor número de contrariedades y las mejores condiciones de vida para los mexicanos.

 

Recientemente, México ha estado inmerso en un sinnúmero de contingencias, las principales, de salud, que nos han demostrado lo vulnerables que estamos para hacer frente a problemas significativos en la  materia, tales como falta de  personal capacitado, cobertura de servicios, infraestructura y abastecimiento de medicamentos que han conducido a la muerte de muchas personas.

 

La mortalidad en México se explica con base en los denominados “determinantes sociales de la salud”, es decir, el conjunto de factores ambientales (pobreza, desigualdad, entornos familiares, cultura, educación, etcétera) que impiden o limitan el ejercicio y la garantía del derecho a la salud de las personas, por lo cual necesitamos asegurar que se tenga acceso a los servicios de salud de manera eficiente y oportuna.  El artículo 4º Constitucional, cuarto párrafo, indica que “toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución”, motivo por el cual, día a día  en mi trabajo como legislador realizo las acciones necesarias para tratar de garantizar estos principios.

 

Sabemos que la esperanza de vida  de los mexicanos hoy en día es de 74 años; que las tasas de mortalidad infantil se encuentran entre las más altas de América Latina; que la mortalidad por enfermedades coronarias va en aumento (mientras que en casi todos los países dela Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, OCDE, la tendencia es a la baja); y  que tenemos la segunda tasa más alta de obesidad, y  uno de cada seis adultos es diabético (OCDE, 2015); panorama no del todo alentador y suficiente para iniciar propuestas para mejorar la atención a la salud, pues se necesita que el gasto en el sector sea más eficiente y que no se escatimen recursos para prevenir y controlar enfermedades; esto sin olvidar que a la par, que debemos iniciar campañas para modificar nuestros estilos de vida y adoptar hábitos más saludables.[i]  

 

Adicional a esta situación, la escasez de recursos federales obliga a los dirigentes a realizar movimientos al presupuesto, pues no es novedad que cada año el sector salud afectúe recortes presupuestales, los cuales se ven reflejados en la cobertura, calidad y atención que reciben las personas, no obstante, que se está atravesando por un momento crítico, en donde las contingencias hacen una fuerte presencia, y el considerar reajustes podría traer consecuencias catastróficas, pues todos tenemos conocimiento del brote  e intensificación de diversos padecimientos, como el zika, la influenza, chinkungunya, dengue, enfermedades metabólicas, trastornos crónicos-degenerativos, etc; que requieren atención oportuna y de urgencia para mejorar la calidad de vida de la población, pues aunque muchos de ellos no pueden ser prevenibles, si pueden ser atendidos en las primeras fases de aparición; para comprobar esta situación basta recorrer cualquier nosocomio público para darnos cuenta del impacto que tiene la falta de recursos para atender a la población; razón por la cual, en materia de enfermedades transmitidas por vectores, debemos iniciar estrategias más proactivas, para disminuir las probabilidades de contagio, por ejemplo, el poder agilizar la introducción y aplicación de la vacuna contra el dengue, recientemente descubierta, podrá evitar la aparición de cerca 20,000 casos anuales de esta enfermedad.

 

Resulta muy preocupante después de leer cifras importantes de la presencia de las enfermedades, el considerar que el presupuesto de salud siga sufriendo ajustes que afecten la atención que se brinda a la población, por lo que es urgente que se reevalúe la asignación de recursos  ya sea en este período o en el próxima Presupuesto de Egresos de la Federación 2017, para garantizar que todos los mexicanos tengan acceso a la atención médica de calidad y es menester de todas las instituciones, trabajar de manera conjunta para lograrlo, ya que es momento de sensibilizarnos y buscar el bien común sobre los intereses económicos o políticos, para lograr que la salud del país avance.

 

@LopezBrito_

@OpinionLSR

 

[i] Estudios Económicos de la OCDE, México.  Visión General, 2015.