Uno de los sectores que pronto palpó los beneficios de un nuevo marco regulatorio y los avances tecnológicos fue el de la radiodifusión. La reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, promulgada en 2013, y su implementación por parte del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) han propiciado cambios trascendentales para la radio y la televisión en el país.
Primero, permitió la entrada de nuevos participantes en el sector. Hoy existen: una nueva cadena nacional de televisión, 32 canales regionales y 257 estaciones de radio comerciales, concesiones que se otorgaron mediante licitaciones públicas y transparentes. Recientemente se dieron a conocer los fallos de la Licitación IFT-8 en la que se asignaron otras 234 en la banda de Frecuencia Modulada (FM) y 85 en Amplitud Modulada (AM).
Además, diversas disposiciones técnicas de reorganización del espectro radioeléctrico propiciaron la migración de alrededor de 40 estaciones radio de AM a FM en los estados de Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Puebla, Baja California, Chihuahua, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas y en la Ciudad de México.
La modernización del sector llegó con la tecnología digital y la posibilidad de multiprogramar estaciones de radio y canales de televisión. Sobre este último punto quisiera abundar, dados los beneficios que implica para las audiencias.
En 2013 inició el proceso conocido como “apagón analógico”, el cual que se aceleró con la entrada en vigor de la reforma en materia de telecomunicaciones y concluyó en el 31 de diciembre de 2016, convirtiendo a México en el primer país de América Latina en migrar a la Televisión Digital Terrestre (TDT). Esta medida hizo posible que los concesionarios brindaran estos servicios con mayor calidad, ampliaran su zona de cobertura y ofrecieran convergentes (internet); también generó condiciones de mayor competencia en el sector y permitió un uso más eficiente del espectro radioeléctrico.
Gracias al apagón analógico los concesionarios de televisión tienen acceso a la multiprogramación. Es decir, en la porción de 6 MHz del espectro en donde antes transmitían un solo canal, ahora pueden emitir hasta seis señales radiodifundidas, dependiendo del modelo de negocios que elijan, conocidas como canales virtuales. Cada canal virtual está compuesto por un número primario y un número secundario, por ejemplo: 17.1,17.2, 17.3.
La multiprogramación generó una expansión inmediata de canales digitales. En primer trimestre de 2013 se tenían registrados 311 y para agosto de 2021 se habían cuadruplicado al llegar a mil 362, sin que los concesionarios tuvieran que pagar por más ello.
Es importante destacar que, para evitar una mayor concentración, el Artículo 26 de los Lineamientos de Multiprogramación (emitidos por el IFT) establece que tratándose de concesionarios que pertenezcan a un Agente Económico Preponderante o con Poder Sustancial de Mercado, no se autorizará la transmisión de un número de canales de multiprogramación superior al 50% del total de los canales de programación autorizados a otros concesionarios que se radiodifunden en la misma región de cobertura.
De esta manera, canales como ADN40, A+, Excélsior TV, Imagen Tv y Foro TV incrementaron sus audiencias; y como sabemos, el aumento de televidentes está relacionado con el impacto potencial de los espacios publicitarios, por lo que la posición competitiva de dichos canales también ha mejorado de forma importante.
No podemos olvidar que la multiprogramación fue determinante para que millones de alumnos de educación básica, particularmente de bajos estratos socioeconómicos y zonas donde no hay cobertura de internet, pudieran concluir e iniciar un nuevo ciclo escolar al tener acceso a contenidos educativos desde sus pantallas de televisión.
En abril de 2020, el IFT aprobó un acuerdo con el objetivo de facilitar a los concesionarios comerciales el uso de canales adicionales de programación para difundir, de manera temporal, el contenido audiovisual de la Secretaría de Educación Pública (SEP) durante el periodo de confinamiento, mismo que fue transmitido en los canales: 3.2, 5.2, 6.3, 7.3 y 10.2 en la Ciudad de México.
Todo lo anterior es una muestra de cómo se pueden aprovechar los cambios tecnológicos no solo para garantizar la continuidad de los servicios de radiodifusión y fortalecer la competencia en el sector, sino para favorecer a las audiencias de radio y televisión con más y mejores contenidos.
En el IFT estamos convencidos que la radiodifusión es fundamental para el ejercicio de derechos como la libertad de expresión y la libertad de información, y del papel trascendental que juega en la difusión de la cultura y la educación. Estamos conscientes de que la televisión y la radio continúan siendo medios confiables y asequibles para las audiencias mexicanas que buscan información, particularmente en situaciones de emergencia.
Por ello, el Instituto seguirá fomentando un entorno que pemita la innovación y la evolución tecnológica en el sector e impulsando su desarrollo, en el marco de sus facultades y atribuciones.
En su plan estratégico rumbo al 2025, denominado Hoja de Ruta 2021-2025, el IFT reconoce que la valuación del espectro radioeléctrico tendrá un impacto significativo tanto en las inversiones así como en la sustentabilidad de esta industria, por lo que se plantea colaborar con las instituciones gubernamentales correspondientes (principalmente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y, en su caso, con el Congreso de la Unión) para revisar los esquemas y montos actuales de cobros por el uso, aprovechamiento y explotación de este recurso.
Los concesionarios de estaciones o canales comerciales, públicos o sociales pueden tener la certeza de que el IFT tomará, como ha sido hasta ahora, las acciones necesarias para cumplir con su mandato constitucional de promover el desarrollo eficiente del sector.
Sin embargo, es importante que la industria, el Poder Legislativo y desde luego el regulador trabajemos de manera coordinada para generar las condiciones que permitan a la radiodifusión aprovechar al máximo los beneficios de la transformación digital, adaptarse a los cambios tecnológicos y así atajar las nuevas tendencias y exigencias de la audiencia mexicana frente a la aparición de nuevas plataformas audiovisuales.