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La soya y el maíz amarillo

El meollo de nuestra dependencia con los Estados Unidos | Leonel Ramírez Farías

Por
Escrito en OPINIÓN el

México sigue siendo el principal importador de granos forrajeros de los Estados Unidos. En el año agrícola 2017-2018 las importaciones crecerán a 4.4 millones de toneladas métricas de frijol de soya, a 2.1 de pasta de soya y a 16.2 de maíz. Así lo estima el USDA (la contraparte de la SAGARPA en el gobierno de los Estados Unidos).

Estos volúmenes, sin considerar los correspondientes al trigo así como a los granos destilados secos y solubles (conocidos como DDG’s), se destinarán principalmente a la industria avícola y porcícola, la cual crecerá alrededor de 3% durante 2018, tal como proyectan los economistas del gobierno norteamericano.

Datos

De acuerdo a datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, al 29 de marzo de este año el total de exportaciones de frijol de soya comprometidas (las acumuladas más las pendientes de entregar) con destino a México ascendieron a 3.6 millones de toneladas, un 10% arriba respecto a las de hace un año y alrededor del 30% por arriba respecto del promedio de los últimos 5 años.

En el caso de la pasta de soya Estados Unidos exportó 3.9 millones de toneladas en el año comercial 2016/2017, de las cuales 1.7 tuvieron como destino nuestro país. México sigue siendo, para los norteamericanos, el segundo mercado más importante para la pasta de soya, después de China.

En el caso del maíz, en lo que va del año comercial 2017-2018, de septiembre a febrero, se tienen compromisos de exportación por 12.1 millones de toneladas. De éstas, 6.8 millones de toneladas ya se han exportado a México, con un valor de 1.2 billones de dólares. En el año 2016-201817, las exportaciones de maíz a México provenientes de los Estados Unidos totalizaron 13.9 millones de toneladas por un valor de 2.5 mil millones de dólares.

Respecto de estas importaciones, grandes y crecientes, se argumenta, dado que no son para el consumo humano, pues se destinan al desarrollo y engorda de animales, no cuentan para términos de nuestra dependencia alimentaria.

La receta del diablo

Aunque cierto, es impreciso. Al final de la cadena estos granos y semillas se transforman en carne o huevo, cuya importancia en nuestra dieta es fundamental. De ahí que deba preocuparnos.

Consumo

Los analistas de nuestro principal socio comercial se cuestionan cómo es que un país cuyo PIB y población crecen de manera moderada, demanda a un ritmo mayor materia prima (forraje) para la producción de productos pecuarios. Esta pregunta tiene respuestas.

Por un lado, la producción de granos forrajeros en México no ha crecido lo suficiente para abastecer las necesidades de proteína animal por parte de la población, lo que ha implicado que la agroindustria busque abastecerse de proveedores externos.

Por el otro, el consumo de carne de res ha disminuido, favoreciendo el consumo de pollo y cerdo cuyos precios relativos son menores. Para producir un kilo de carne de res se requieren hasta 5 kilos de granos forrajeros, 3 en el caso del cerdo y 1.4 en el caso del pollo. Sin embargo, obtener un kilo de res conlleva hasta 8 veces más tiempo comparado con un kilo de carne de pollo y hasta 4 en el caso del cerdo. Por eso cuando la gente está sustituyendo el consumo de res por el de pollo y/o el de cerdo, tiene el efecto de agrandar, en el tiempo, la demanda comercial de granos forrajeros.

Mercado

México empezó desde finales de 2017 a buscar nuevos mercados de abastecimiento fuera de los Estados Unidos. Y en efecto se han dado algunos casos de embarques de Brasil, algo así como 650 mil toneladas de maíz entre septiembre de 2017 y enero de 2018. Estos esfuerzos, sin embargo, resultan insuficientes para marcar una tendencia.

Exportaciones vs dependencia

Argentina ni Brasil han logrado consolidarse en verdaderos competidores de los Estados Unidos. Aunque de manera transitoria puedan presentarse algunas ventanas de oportunidad por menores precios, lo cierto es que, en el largo plazo, Estados Unidos se mantendrá como el principal proveedor debido a sus ventajas de proximidad regional y costos de logística. Las importaciones de semillas oleaginosas continuarán dándose sobre la base de mejores precios y condiciones favorables de acceso al crédito que ofrece el mercado estadounidense.

La política pública para diversificar nuestros mercados de proveeduría ha tenido poco éxito. Cabe entonces preguntarse ¿algún día se propondrá el gobierno mexicano promover un esquema de estímulos para la sustitución de importaciones? La lección que recientemente nos ha dado la guerra comercial entre los Estados Unidos y China es el referente de un futuro que pronto nos puede alcanzar.

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@OpinionLSR | @lasillarota

P.D. El coordinador general de Ganadería de la SAGARPA mencionó a finales de 2017 que México caminaba hacia el objetivo de lograr la autosuficiencia en materia de productos pecuarios, ya que para fines del año pasado se ubicaría en un promedio de 68%, muy cerca del 75% que recomienda la FAO. ¿Será que ignora que estos bienes son altamente dependientes de las importaciones? La noticia la puede revisar aquí.