El C. Presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió este lunes en Palacio Nacional con el eminentísimo Cardenal papable Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, número dos en la Curia Vaticana; una especie de primer ministro si se le compara. La cita era a las 9:00 horas, sin embargo, el presidente llegó tarde, la conferencia mañanera se prolongó siete minutos. "Qué creen, que ahora sí yo me voy a retirar porque voy a recibir a las 9, ya se me pasó, al Cardenal Pietro Parolin, es Secretario de Estado del Estado vaticano” [sic], comentó.
Quiero decirle al presidente, con todo respeto, que Parolin no es secretario de Estado de la Ciudad del Vaticano, sino que su cargo es, desde el 15 de octubre de 2014, secretario de Estado de la Santa Sede. Nuestro país tiene relaciones diplomáticas con la Santa Sede desde septiembre de 1992, una vez que la Iglesia Católica tuvo reconocimiento oficial.
Antes de las 11:00 horas el prelado salió de Palacio Nacional y se dirigió al Palacio del Ayuntamiento a una cita acordada –a las 10:30 horas– con la señora Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad, quien le dió al religioso un reconocimiento al cardenal italiano, nombrándolo Huésped Distinguido de la Ciudad.
En la ceremonia, Sheinbaum hizo la entrega al religioso de un pergamino y una medalla como acto simbólico de la condecoración; justo a 10:53 horas Sheinbaum emitió un tuit con vídeo de la ceremonia.
“Hoy desde el Estado laico reconocemos también, nuestras similitudes, hoy nos reconstruimos a partir de un modelo de economía moral, éticas, solidarias, con miras a garantizar los grandes derechos humanos y acabar con los privilegios excluyentes”, apuntó la jefa de Gobierno.
Sheinbaum destacó al actual Gobierno de la 4T del presidente López Obrador al que llamó sin privilegios, sin corrupción, transparencia y austero. “Somos un estado laico –agregó-–, que a partir de la transformación de la vida pública de México combate una visión individualista y mercantilista de los valores”.
Por su parte, Parolin, agradeció el nombramiento hecho por las autoridades capitalinas y reconoció a la Ciudad de México como un lugar de arte, ciencia y estudio. “Con agrado hago patente mi viva gratitud por el honor que se me concede hoy, al conferirme el título de Huésped Distinguido de la CDMX. Es un acto que me permite recordar de manera muy íntima el tiempo que presté servicio en la nunciatura apostólica en esta capital. Una ciudad rica de historia, de arte, de ciencia y estudio, marcada siempre por el rostro sonriente de los chilangos”.
En efecto, el hoy secretario de Estado, fue en los años noventa gente cercana al primer nuncio en México, Girolamo Prigione, y vio de cerca las reformas constitucionales que dieron reconocimiento a las Iglesias.
Parolin suma al reconocimiento de Ciudadano distinguido de la Ciudad, la condecoración del Águila Azteca que le dió el gobierno de EPN en el año 2014. “Le agradezco (señor presidente) su deferente gesto de concederme la condecoración”, dijo.."La Biblia canta en muchos de sus textos el vigor y la velocidad del Águila. El profeta Isaías dice que aquellos que esperan en Dios, él les renovará el vigor, subirá con alas como el águila, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse, ojalá que ojalá que sea así, también”. dijo.
Reunión en la nunciatura
Más tarde Parolin, acudió a un cóctel en la nunciatura, ahí estuvo el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard quien dirigió un mensaje de bienvenida: “México valora el carácter valiente y transformador del papa Francisco quien ha puesto en primer lugar a los menos favorecidos y la causa de la paz. También se ha mantenido firme en la búsqueda de soluciones a temas como los derechos humanos, los migrantes o solidaridad con los desposeídos, aspectos con los que el Gobierno de México coincide plenamente, señor secretario. El presidente quiere subrayar sus coincidencias con la Santa Sede con motivo de esta visita”, le dijo Ebrard ante la presencia de varios invitados.
¿Cómo estuvo la reunión con el presidente? ¿De qué hablaron?
Me dicen que fue cordial y muy buena. Lo acompañó Mons. Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado de México, así como el nuncio apostólico, Franco Coppola.
Parolin y AMLO charlaron durante 20 minutos en privado. ¿De qué hablaron? Solo ellos saben.
Seguramente de la los temas de pobreza, de solidaridad, de la paz mundial, de la violencia de México y las encíclicas papales: Fratelli tutti de 2020, de la Laudato si’ de 2015 y de la Lumen Fidei de 2013.
Quizá charlaron también de los sacerdotes asesinados en el gobierno actual. Son tres, el último fue el fraile Franciscano, Juan Antonio Orozco Alvarado, de 33 años quien murió en medio del fuego cruzado entre bandas criminales en los límites de Durango y Zacatecas, la mañana del sábado 12 de junio. La CEM emitió un comunicado lamentando los hechos y la información le llegó al Papa. (este asunto lo comentamos en El Heraldo Tv la noche del martes con el periodista Salvador García Soto).
No podemos informar más. Lamentablemente no hubo ningún comunicado de la visita a Palacio, ni siquiera foto. Me dicen que no era necesario por ser privada, pero es costumbre que el presidente se tomé foto, e incluso a veces incluso graba un video, esta vez no lo hubo. Y Parolin no es cualquier persona, incluso puede ser el próximo papa.
¿Por qué esa frialdad?
¿Le molestó acaso en Palacio lo dicho por Parolin en la homilía del domingo en la Basílica de Guadalupe?
¿Qué dijo Parolin?
Hizo un llamado a la reconciliación y al diálogo en un país dividido. No dijo ninguna mentira. Por cierto, uno de los fieles que acudió a la misa fue el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Desde el templo mariano más importante de América, el secretario de Estado dedicó las siguientes palabras a través de la homilía:
"Estando aquí, ante la Emperatriz de las Américas, cómo no pensar también, al contemplar la barca sacudida por los vientos y las olas, en la situación que México (...) vive desde hace muchos años: la desigualdad social, la pobreza, la violencia del crimen organizado, la división por causas políticas, sociales y hasta religiosas. Un México que tiene necesidad de reconciliarse consigo mismo, de reencontrarse como hermanos, de perdonarse mutuamente, de unirse como sociedad superando la polarización.”
¡Durísimo! Es una crítica de Parolin a las conferencias mañaneras del presidente; sobre todo con las clases medias, muchas de ellas son fieles católicos.
En la reunión de la nunciatura el cardenal Parolin reiteró lo dicho en la Basílica. Dijo que durante la celebración eucarística ante la Virgen de Guadalupe pudo rezar por la paz y la reconciliación de México. "para que, con la ayuda de Dios y la protección de la Morenita", se logre superar la cultura de la división y de la violencia, y se pueda instaurar una cultura de la fraternidad y de la solidaridad.
Y agregó, dándole un espaldarazo al presidente de México “con convicciones que también he podido compartir esta mañana durante la visita al señor presidente, licenciado Andrés Manuel López Obrador, a quien agradezco su amable invitación”.
Parolin además de religioso es un diplomático.
AMLO y el papa
Debemos decir que López Obrador admira el trabajo pastoral del papa Francisco, lo ha dicho muchas veces. Sin embargo, en los últimos tiempos han tenido diferencias. ‘Pecados menores’, uno de ellos es las diferencias que se dieron sobre todo por la carta que el tabasqueño envió al papa para que la Iglesia católica pidiera perdón por los pecados cometidos en el pasado.
La petición lo ha hecho por lo menos tres veces. Mucha insistencia. Pra el papa Francisco fue algo un tema incómodo, cerrado: “por el momento” el Vaticano no tiene un pronunciamiento adicional, pero “como es sabido, el Santo Padre ya se ha expresado con claridad sobre esta cuestión”, dijo desde un principio Alessandro Gisotti, vocero papal.
Francisco ha pedido perdón por los crímenes de la conquista de América y lo ha hechos en dos ocasiones, una de ellas, el 9 de julio de 2014 en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, y la segunda en febrero de 2016, en San Cristóbal de las Casas, México; antes de él, lo hicieron los papas Juan Pablo II en 1992 y Benedicto XVI en 2007.
Hay que decir que AMLO y Francisco nunca han tenido una reunión formal, salvo un breve saludo que tuvieron el 14 de octubre de 2015 en la audiencia pública semanal en la Plaza de San Pedro del Vaticano. En aquella ocasión AMLO a través de una misiva le expresó al papa jesuita su “reconocimiento, admiración y respeto” y le entregó además de la carta "una medallita de fray Bartolomé de Las Casas, defensor de los indios, en el inicio de la dominación colonial en México”.
Mencionó que su propósito principal era “transmitir(le) mi más sincero reconocimiento a su labor, como un Papa misionero, de verdad cristiano”.
En 2018 ya como presidente electo, circuló la versión de que Francisco vendría a México a participar en unos diálogos de la paz, según Loretta Ortiz Ahlf, asesora entonces en derechos Humanos del virtual presidente. Incluso dijo que el papa participaría de manera virtual en los foros de pacificación que darían inicio el 7 de agosto en Ciudad Juárez, Chihuahua.
¡Falso! Greg Burke, vocero papal desmintió la participación del papa "La noticia de que el Santo Padre participará en esta conferencia no tiene fundamento", dijo a EFE el portavoz vaticano.
Quien sí se ha reunido con el papa Francisco ha sido la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez Müller como lo comentamos aquí la semana pasada; además de Marcelo Ebrard Casaubón, único miembro del gabinete que ha charlado con el papa jesuita pero no en el Vaticano, sino en Roma. Lo he comentado varias veces, fue un encuentro casual que se dio en el barrio de Trastevere la tarde del jueves 21 de marzo de 2019, en el marco de la reunión de Scholas Ocurrentes, en la Plaza San Calixto de Roma.
Parolin regresó a Roma en vuelo comercial, la noche del lunes 21 de junio. Misión cumplida. Su visita a México fue no oficial. Vino a presidir la Misa de ordenación episcopal, de Fermín Sosa Rodríguez, quién será el nuevo Nuncio Apostólico de Papúa Nueva Guinea.
Aquella ceremonia ocurrió en Izamal, Yucatán en la mañana del sábado 19 de junio; fue concelebrada por el arzobispo titular de Yucatán Gustavo Rodríguez Vega, y por el emérito Emilio Carlos Berlié Belaunzarán.
A la ceremonia asistieron el nuncio Apostólico en México, Franco Coppola; el Nuncio en Bolivia, Angelo Accattino y varios obispos de la región.
Seguramente ya informó a su jefe de la visita a México.