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La renegociación del TLCAN y el sector agropecuario

Tenemos la obligación como ciudadanos de ser más analíticos de los comunicados que diariamente se presentan, pues estos tienen impactos en nuestra moneda

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Escrito en OPINIÓN el

Las recientes declaraciones de nuestro país vecino en cuanto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) han generado muchas especulaciones en cuanto al futuro económico del país y, sin lugar a dudas, uno de los sectores con mayor impacto será el agropecuario.

A pesar de que se cree que el país más afectado con estos cambios podría ser el nuestro, existen diversas evidencias de que los productores estadounidenses también tendrán repercusiones negativas con la cancelación de este tratado, pues productos como el maíz, la soya y el trigo, son cartas fuertes con las que tenemos un intercambio comercial muy dinámico. De igual manera, podemos observar, gracias a los sistemas de trazabilidad, la gran dependencia que existen para la comercialización de carne y los mecanismos que se han desarrollado para obtener las mejores ventajas competitivas.

Es importante destacar que durante el 2016 el valor de las exportaciones agropecuarias anuales fue de 14.74 miles de millones de dólares cuando en 1993 su valor fue de 3, 68 miles de millones de dólares, lo cual pone en evidencia que las exportaciones agropecuarias, gracias a la implementación del TLCAN, aumentaron a una tasa mayor que la economía nacional y que es menester de las políticas públicas continuar con este crecimiento.

Datos como el anterior permiten comprobar que el desarrollar ventajas comparativas entre los países, logra altos niveles de especialización en la producción y exportación; por mencionar algunos ejemplos, nuestro país ha obtenido grandes beneficios en la exportación de frutas como tomate, aguacate y berries; así como hortalizas, brócoli y calabacita (los cuales no solo promueven una derrama económica en la balanza comercial, sino que garantizan empleo para miles de jornaleros agrícolas mexicanos). Asimismo, bajo esta sinergia, Estados Unidos también ha obtenido ventajas significativas  en lo relacionado a las exportaciones de granos y oleaginosas a nuestro país, de los cuáles tenemos una dependencia bastante importante; lo anterior muestra un ejercicio de ganar – ganar tras la implementación del TLCAN.

Aún considerando el peor de los escenarios, si el TLCAN  se cancelara, todos los países en él involucrado verían graves afectaciones, sobre todo en materia de impuestos arancelarios, pues la Organización Mundial del Comercio ha indicado que México pagaría un impuesto de 6.4 por ciento para entrar a Estados Unidos, mientras los productos de la unión americana pagarían 38.4 por ciento y en este caso particular, el incrementar el precio de los productos de consumo básico, violenta la estabilidad de la soberanía alimentaria de ambos países.

Hace algunos días la Secretaría de Economía informó que México ha designado un equipo negociador para el TLCAN, integrado por varios especialistas en temas de comercio internacional y que tendrá prioridades fundamentales para la renegociación las siguientes: el fortalecimiento de  la competitividad en la región, un comercio más inclusivo y responsable, acorde a la dinámica económica del siglo XXI y que promueva la certidumbre en el intercambio de bienes y servicios así como en inversiones. 

Grandes fortalezas

No será un trabajo fácil, pero debemos confiar en que este equipo tendrá preparadas varias estrategias para cada una de las posibilidades que se presenten y, sobre todo, reconocer que existen importantes oportunidades comerciales que aún no se han explotado con otros países y que tal vez en el futuro sean un camino exitoso hacia la diversificación comercial.

También debemos considerar que esta es una oportunidad para modificar nuestro sistema de sustitución de importaciones por una estrategia  de consumo local, donde otros sectores relacionados, tales como la tecnología, innovación, certificaciones, desarrollo científico, etc., sean los promotores de una mayor competitividad nacional que garantice las calidades, cantidades y precios de los productos previamente importados y que nuestro país requiere.

Estamos en un momento crucial para el desarrollo económico nacional y los resultados que hoy se obtengan pronosticarán el panorama en el mediano y largo plazo; por lo cual tenemos la obligación como ciudadanos de ser más analíticos de los comunicados que diariamente se presentan, pues estos tienen impactos en la apreciación o depreciación de nuestra moneda.

Sin embargo, también es tiempo de sentar precedentes y no ser reactivos ante la especulación y las constantes amenazas. Nuestro país tiene grandes fortalezas  que debemos identificar plenamente y empezar a detonar y estoy seguro que saldremos airosos de esta gran oportunidad que representa la renegociación del TLCAN sobre todo en el sector agropecuario. En lo que resta del año debemos estar atentos a estos cambios y, sobre todo, seguir trabajando para promover el desarrollo de nuestro país.

@LopezBrito_ / @OpinionLSR / @lasillarota