Durante muchos años y a través de otros tantos intentos por transformar al Distrito Federal en una entidad con mayores facultades, finalmente la reforma política del Distrito Federal es hoy una realidad. Dicha reforma fue aprobada con 74 votos a favor, 20 en contra y una abstención tanto en lo general como en lo particular por el Senado de la República, luego de integrar los cambios que hiciera en su oportunidad la Cámara de Diputados.[1] sí, entre los principales aportaciones que podrán percibirse con dicha reforma es que de entrada el Distrito Federal será una entidad, es decir un estado más de la República Mexicana, bajo el nombre de Ciudad de México, el cual gozará de autonomía en su régimen interior y en su organización político-administrativa.
Corresponderá al Instituto Nacional Electoral (INE) la expedición de la convocatoria para la elección de los que formarán la Asamblea Constituyente a más tardar dentro de los siguientes quince días a partir de la publicación del decreto respectivo, mismo que se daría una vez que sea aprobado por más de la mitad de los Congresos Locales, que es la ruta que seguiría este instrumento aprobado por el Senado de la República.
La Asamblea Constituyente, tendría entre sus funciones, la alta responsabilidad política social, de conformar una propia Constitución Política para la Ciudad de México y le corresponderá establecer las reglas el ejercicio de los poderes de la Ciudad de México; trabajos que deberán quedar listos a más tardar en el mes de enero de 2017.
La reforma política establece que las Delegaciones Políticas se convertirán en demarcaciones territoriales que estarán gobernadas por un Alcalde y concejales, muy similar a como es estructurado un Ayuntamiento.
La Ciudad de México adquiriría mayor autonomía en materia de seguridad pública y justicia, ya que sería el Ejecutivo local quien nombraría y removería libremente tanto al titular de la Secretaría de Seguridad Pública como al Procurador General de Justicia.
Importante referir que la hoy Asamblea Legislativa del Distrito Federal se convertiría en un Congreso Local, asumiendo todas las funciones y facultades plenas de un Congreso que incluye, entre otras, la aprobación de reformas constitucionales.
Esta Asamblea Constituyente tendrá 100 integrantes, de los cuales 60 se elegirán según el principio de representación proporcional mediante una lista votada en una sola circunscripción plurinominal (que sería el actual Distrito Federal) y los 40 restantes serán elegidos de la siguiente manera: 14 por la Cámara de Diputados y 14 por el Senado de la República y 6 por serán designados por el Ejecutivo Federal y otros 6 por el local.
En el esquema de integración de esta Asamblea Constituyente, los partidos políticos podrán solicitar el registro de aspirantes mediante fórmulas integradas por propietarios y suplentes, en tanto que los ciudadanos podrán participar a través de la figura de candidaturas independientes bajo fórmulas de propietario y suplente, teniendo como requisito estos últimos, el no estar afiliado a algún partido ni haber participado como candidatos a cargos de elección popular por algún Instituto Político que haya participado en una contienda electoral por sí solo o a través de alguna coalición; este proceso tiene como plazo el mes de marzo de 2016.
Esta llamada reforma política del Distrito Federal ha sido calificada por diversos actores políticos de las distintas fuerzas políticas como histórica aunque también hubo voces encontradas en el sentido de que el diseño de la Asamblea Constituyente está construida bajo una lógica de control político.
Este paso logrado, insisto luego de muchos años y de diversos intentos que no necesariamente fracasaron sino más bien abrieron la brecha a esta Reforma Política del Distrito Federal, es hoy una realidad. La clave de su éxito estará en quienes integrarán la Asamblea Constituyente por lo que pugnamos por que sean ciudadanos reconocidos, notables y no posiciones políticas que lleven a construir una Constitución Política para la Ciudad de México con fines partidistas.
Importante sería también que el esquema alcanzado en la reforma Constitucional en materia Político Electoral cristalizada en leyes generales respecto a la paridad de género, sea observada en la integración de dicha Asamblea Constituyente.
Finalmente, es de reconocerse el avance tan significativo de esta reforma que desde mi perspectiva, busca devolver a los ciudadanos de esta Ciudad Capital, sus derechos plenos, con una Ciudad con plena autonomía tanto en el nivel Ejecutivo como en el Legislativo y el Judicial.
Deseamos suerte a todos los involucraos sobre lo mucho que aún falta por escribir de este proceso histórico y mi reconocimiento a quien tanto en la tribuna defendieron los intereses ciudadanos y a quienes desde el escritorio u oficina, idearon tanto los documentos como la ruta de lo que hoy es una realidad.
¡Enhorabuena!
[1] En su oportunidad, la Cámara de Diputados aprobó el Dictamen de Reforma Política del Distrito Federal con 386 votos a favor, 33 en contra y una abstención.