Main logo

La reforma migratoria del presidente Biden

El presidente Joe Biden y legisladores de su partido impulsan una gran reforma de ley para regularizar a millones de migrantes. | Fred Álvarez

Por
Escrito en OPINIÓN el

El presidente demócrata Joe Biden y legisladores de su partido impulsan una gran reforma de ley para regularizar a millones de migrantes que viven y trabajan allende el Río Bravo. El tema se discutió y votó el pasado jueves 18 de marzo, en la Cámara de Representantes y pasó sin mayores problemas la primera frontera. Fue "un primer paso crítico en la reforma de nuestro sistema de inmigración y proporcionará un alivio muy necesario”, dijo el inquilino de la Casa Blanca. 

En efecto, los legisladores aprobaron por 228 votos contra 197 –9 de ellos representantes republicanos–, la H.R. 6 Ley de Promesa y Sueño Americano 2021.

El proyecto pretende proporcionar un camino hacia la ciudadanía de alrededor de 2.5 millones de jóvenes inmigrantes conocidos como dreamers (soñadores) que llegaron al país con sus padres siendo menores de edad a los que el presidente Barack Obama ofreció protección en 2012 con la aplicación del programa DACA (acrónimo en inglés de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia); Trump intentó limitarlo e incluso derogarlo. Sin embargo, el asunto se llevó a tribunales y al final un juez federal ordenó la restauración total del programa como era antes de 2017, y Joe Biden en campaña prometió una legislación que garantice una protección permanente.

Con esta ley, se crearía un nuevo estatus temporal de cinco años para los migrantes que superen revisiones de antecedentes y estén al corriente con el pago de impuestos; después de ese tiempo, podrán aplicar para una residencia y permanecer legalmente tres años más en el país mientras reciben la ciudadanía. 

Los migrantes crean empleos y pagan miles de millones de dólares en impuestos locales y estatales; son en la práctica estadounidenses, aunque no tengan un documento para demostrarlo.

Asimismo, la reforma migratoria apunta a eliminar los factores que incentivan a las personas a migrar, especialmente a los ciudadanos del llamado Triángulo Norte –Guatemala, Honduras y El Salvador–. Biden plantea una inversión de 4,000 millones de dólares en cuatro años en la zona con el fin de mejorar las condiciones en los lugares de origen de los migrantes; en el mismo sentido contempla acelerar el proceso de solicitudes de asilo en las fronteras para desalentar los peligrosos viajes y combatir la trata de personas. 

El mismo día, la Cámara de Representantes dio luz verde a una segunda reforma con la que se otorgará estatus legal a cerca de un millón de trabajadores agrícolas y sus familias; se trata del H.R. 1603, Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola (FWMA, siglas en inglés). La iniciativa fue promovida por Zoe Lofgren, representante demócrata de California y Dan Newhouse, representante republicano de Washington, y fue aprobada por 247 votos, muchos de ellos republicanos; 174 votaron en contra.

Ese proyecto proporcionará una vía para obtener la Green Card, o residencia permanente a los inmigrantes –incluidos los cónyuges e hijos–, que trabajaban en el campo; también modificaría el programa de trabajadores agrícolas invitados con la visa H-2A.

Y aunque ambos proyectos pasaron ya la primera aduana, en los próximos días se deben de discutir y en su caso votar en la Cámara de Senado, donde cada partido cuenta con 50 escaños, con una ligera ventaja para los demócratas, ya que tienen el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.

Sin embargo, aunque con una mayoría exigua, no es fácil. Los demócratas requieren convencer al menos a 10 senadores republicanos para sacarla adelante, y sólo así evitarían la llamada práctica parlamentaria del “filibusterismo” y no caer en el fracaso como ha ocurrido en otras ocasiones.

Por otro lado, los republicanos han hecho severas críticas y pretenden sacar raja política; en noviembre de 2022, 34 de los 100 escaños del Senado estarán en disputa, y por eso las críticas a Biden son muy duras afirmando que la crisis en la frontera ha sido creada por Biden. 

Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de EU reconoce que la situación en la frontera es difícil y que hay muchas detenciones, con la precisión de que no están expulsando a los menores no acompañados, que huyen de la pobreza y la violencia en Centroamérica.

La situación hoy es grave en la frontera con México, lo que ha llevado a medidas como el cierre de fronteras.

La llegada de Biden a la Casa Blanca generó expectativas. Incluso algunos vieron en Biden a un apóstol de un mundo sin fronteras, una especie de Papa, lo cual es falso. Lo que hizo el demócrata fue humanizar el trato a los niños que llegaron sin acompañamiento y flexibilizar el asilo de personas que esperaban en la frontera, y hablar del respeto a los derechos humanos. Ese es su pecado...

Pero lo que ha hecho en realidad –aunque sus críticos digan lo contrario– es aplicar severas medidas de control de la frontera como lo dice Mayorkas, los números duros son claros...

Las cifras oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU (CBP por sus siglas en inglés), del mes febrero nos dicen que 100 mil 441 migrantes fueron detenidos en la frontera con México, mientras que en el mismo mes del año pasado fueron sólo 36 mil 687; es decir, estamos hablando de una cifra tres veces superior. Y no sólo eso, ya que, para el cierre de marzo, la cifra podría llegar a 120 mil arrestos, de acuerdo con estimaciones.

En tanto, México endurece medidas

Quizá por eso, a pocas horas que se votó el proyecto en el Capitolio se cerraron las fronteras con Guatemala, y recibimos días –esta semana–, la visita de Roberta Jacobson, coordinadora para la Frontera Sur de la Casa Blanca, y el mensaje que dio fue claro "para aquellos migrantes que desean entrar a Estados Unidos de manera irregular: no vengan a la frontera. La frontera está cerrada”.

Días antes, el gobierno de México desplegó operativos en los que participa el Ejército y la Guardia Nacional para detener a miles de migrantes; entre el 25 de enero y 15 de febrero detuvieron a casi 2 mil migrantes en 50 operativos sobre trenes en Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tlaxcala, Puebla y Estado de México. Y apenas hace una semana 95 migrantes fueron detenidos en el Aeropuerto Internacional de Monterrey, Nuevo León, a donde llegaron en dos vuelos comerciales, uno proveniente de Cancún, Quintana Roo, y otro de Villahermosa, Tabasco.

El mismo general secretario Luis Cresencio Sandoval lo confirmó en conferencia mañanera. Dijo que como parte del Plan de Migración están desplegados 8 mil 715 militares en las fronteras norte y sur del país, además de que tienen "30 puestos de revisión migratoria para tecnología no inclusiva, 347 puntos de control migratorio y 8 buques y embarcaciones en control marítimo”. Subrayó que rescataron a 12 mil 905 migrantes durante el mes. 

Sin embargo –y por alguna razón–, la cifra de elementos efectivos es inferior a los desplegados en 2019 tras el acuerdo del Gobierno con la Administración Trump para evitar la aplicación de aranceles a productos mexicanos.

¿Qué ha dicho el presidente de México ante el reforzamiento de la frontera?

¡No somos colonia!

Antonio Baranda reportero de Reforma le preguntó hace unos días que "si este reforzamiento del operativo en la frontera sur se debió a un planteamiento explícito del gobierno de EU para hacer una especie de contención migrante en esta región”. 

–No, ellos tienen que atender el ingreso a su país de migrantes, respondió el presidente y agregó: "Se crearon expectativas acerca de que con el gobierno del presidente Biden iba a haber un mejor trato a los migrantes y esto pues ha originado el que migrantes centroamericanos y también de nuestro país quieran cruzar la frontera, pensando que es más fácil hacerlo”. 

Dijo que las medidas que se aplican por las fuerzas federales se deben para proteger a las personas, se piensa que ‘Ahora es más fácil llegar a Estados Unidos, vámonos’, y no es así; sobre todo, hay riesgos desgraciadamente por la violencia. “Entonces tenemos nosotros que proteger y eso es lo que estamos llevando a cabo.” 

Y agregó, para darle color a su comentario, "nuestros adversarios, que andan siempre zopiloteando, piensan que nosotros hacemos acuerdos a cambio de algo ¿no? No establecemos nosotros ese tipo de relaciones. La dignidad no se puede negociar, los principios no se pueden negociar, los derechos humanos no se pueden negociar.

Entonces: ‘Ah, les mandaron las vacunas, porque ahora van a sellar la frontera’” (respondió sin que nadie le preguntara).

–¿No fue así, presidente? , le inquiere Baranda.

–¡Claro que no! eso lo hacían antes y se quedaba callado el (periódico) Reforma, respondió.

–¿Descarta entonces que sea una visita digamos de supervisión de estas medidas en la frontera? , le revira el reportero.

–"No aceptamos nosotros visitas de supervisión. Si no somos colonia, no somos protectorado, México es un país independiente, soberano, libre” dijo. 

Y agregó que se trata de "una visita diplomática porque tenemos que mantener buenas relaciones con nuestro vecino” del norte. Dijo más cosas...

El quid es que vino Jacobson a México y no a una visita de cortesía sino a trabajar conjuntamente con el gobierno y tomar medidas severas de control fronterizo...

Biden tiene el compromiso de sacar la reforma migratoria y debemos apoyarla. Además, no siempre se presentan las condiciones para hacerlo como las que ahora se presentan. 

Los demócratas tienen un gran compromiso con sus votantes. Ellos ganaron el Congreso y la Presidencia, gracias en parte a los esfuerzos de los grupos de defensa de la inmigración que han estado luchando por un sistema de inmigración justo. 

Sin embargo, hay que decir que la crisis de la frontera no ayuda, y los vientos en este momento no son tan favorables, pero pueden serlo. Hay que crear las condiciones para que ocurra. 

Ojalá que el senado de EU avale la reforma migratoria como se ha presentado en incluso porque no –¡se vale soñar!– ampliar los derechos de migrante, y en caso de que no se pueda avanzar con todo el paquete, hacerlo por partes...

Por cierto, hoy 25 de marzo se presenta en el Senado de la República de México una propuesta de Punto de Acuerdo para darle la bienvenida a la denominada “Ley de Promesa y Sueño Americano ” y donde los senadores le manifiestan a su contraparte en EU "su disposición y cooperación parlamentaria en materia de migración, con pleno respeto a la soberanía de ambas naciones, que permitan construir un marco legal en cada nación basado en el respeto a los derechos humanos; por la vía de la diplomacia parlamentaria correspondiente”. 

Se trata de una iniciativa que presenta el senador del PRI, Heriberto Galindo Quiñones –quien fue Cónsul en Chicago, y conoce el tema de migrantes–, y trae el aval de diversos senadores del PRI, PAN, Morena, Movimiento Ciudadano, PRD y del senador independiente Emilio Álvarez-Icaza 

Qué bueno que nuestro Congreso esté al tanto de este importantísimo tema... Los compatriotas migrantes lo van agradecer.

Qué bueno que nuestro Congreso esté al tanto de este importantísimo tema... Los compatriotas migrantes lo van agradecer.

Aquí se puede consultar.

Por último, ayer miércoles, el presidente Biden encargó a la vicepresidenta Kamala Harris a que se haga cargo de la crisis humanitaria desatada por la llegada de inmigrantes a la frontera con México; se trata de una especie de zar de inmigrantes.

Al anunciar el nombramiento de Harris, Biden dijo a periodistas que “ella es la persona más calificada para hacerlo, para liderar nuestros esfuerzos con México y el Triángulo Norte, y los países que van a necesitar ayuda para frenar el movimiento de tanta gente, frenar la migración a nuestra frontera sur”.

Biden dijo que el trabajo anterior de Kamala como fiscal general de California la había preparado para liderar este nuevo esfuerzo, y agregó: "Cuando ella habla, habla por mí”. Punto.

Un enorme reto...

En respuesta, Harris dijo: "No hace falta decir que no será un trabajo fácil, pero es un trabajo importante”.

Harris dijo en entrevista que era necesario "abordar las causas fundamentales de lo que está sucediendo en el Triángulo del Norte” (Guatemala, Honduras y El Salvador), e indicó que hay que gestionar la ayuda estadounidense de manera que contribuya al desarrollo de esos países para que también sea tratada la causa de por qué la gente está llegando.

Prometieron 4 mil millones de dólares en el mediano plazo, pero la crisis obliga a hacer mucho más política pública.

Daremos seguimiento…