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La realidad que alcanza

El mayor contrapeso al gobierno de López Obrador es la realidad y ésta se está imponiendo. | Julio Castillo

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Escrito en OPINIÓN el

Después de 18 años de campaña parece que nada cambió con llegar a la presidencia. Los culpables siguen siendo otros, lo importante es sólo aquello que conviene y resulta más conveniente negar la realidad que asumirla para al menos intentar cambiarla.

No sólo ganó la presidencia, la ganó con el margen de diferencia más notorio en décadas. El Congreso tiene mayoría de Morena y es increible que asumiendo todo el poder no se acepte asumir la responsabilidad. En campaña aseguró que desde el primer día de su gobierno la inseguridad se reduciría y aunque la propuesta era absurda la hizo y después de gobierno 150 días México es más inseguro que nunca. Ahora dice que en seis meses habrá resultados y seguro en seis meses dirá otra mentira.

López Obrador culpó a los gobierno anteriores de la inseguridad desde sus primeros días y los tachó de incompetentes. Cuando fue enfrentado por el peridista Jorge Ramos dijo que el tenía otras cifras y ahora, después de la matanza en Miniatitlan con gobierno municipal, estatal y federal de Morena, dice que la culpa es de los gobiernos anteriores.

El martes prefirió minimizar el tema y decir que la inseguridad sólo le preocupa a los conservadores… es una declaración digna de ponerla en letras de oro. No sólo es la declaración de un conservador con problemas de identidad; es una declaración de un presidente de la república disculpándose de su propia incompetencia e intentando justificar su fracaso. La función primordial de cualquier gobierno es la seguridad de los ciudadanos, o dicho de otra forma: un gobierno que no asume su responsabilidad con la vida y con la integridad de los ciudadanos no es un gobierno, podrá ser una administración pero nunca un gobierno.

Tampoco va bien el tema de salud y cada día vemos más paros de doctores que no les han pagado, hospitales públicos con las quimioterapias canceladas por falta de recursos y el reciente anuncio de que el ISSSTE estará en quiebra en tres meses por falta de recursos.

Si la seguridad es la función más importante de cualquier estado, la segunda en importancia es la salud y la tercera la educación… que también está en crisis. Se espera, contra toda visión posible de sentido común, que se cancele la reforma educativa de 2013 para regresar al sistema en el que los sindicatos tenían el control de las plazas, la UAM lleva decenas de días en huelga y la reforma que se construyó en parlamento abierto que podría ser la salvación de la educación en México está congelada porque a la CNTE no le gustó.

En materia económica las cosas tampoco están funcionando. El aeropuerto de Santa Lucía, que todavía ni siquiera ha empezado a construirse, ya subió de costo; el turismo va a la baja y es algo que en los días de Semana Santa se notó en los principales destinos, la inversión extranjera directa también se ha reducido y no se han generado empleos… sólo programas sociales.

No sé cuánto tiempo podrá seguir culpando a otras personas de sus errores y le seguirán creyendo, ni cuánto tiempo va a seguir teniendo la aprobación por encima de la media. Cada vez son más notorias las deserciones de afines y la falta de apoyo en redes, cada vez es más notorio que en los eventos ya no es tanto el apoyo al presidente y cada vez son más recriminaciones.

La realidad está alcanzando al sueño absurdo que planteó López Obrador: la inseguridad y la corrupción no desaparecieron con su llegada al poder y han aumentado, la gasolina no bajó de precio y la educación está totalmente secuestrada por los sindicatos. El mayor contrapeso al gobierno de López Obrador es la realidad y ésta se está imponiendo.

Las cifras y la realidad

@JulioCastilloL | @OpinionLSR | @lasillarota