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La primera elección del s. XXI en la Ciudad de México

El PRI le apuesta a la construcción de una nueva gobernabilidad para la Ciudad de México.

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Escrito en OPINIÓN el

El proceso electoral 2014-2015 en el Distrito Federal, que dio inicio en octubre pasado, ha estado marcado por los nuevos árbitros y reglas, por la división de las izquierdas y, sobre todo, por llevar a las instancias de toma de decisión la diversidad y pluralidad de la sociedad capitalina.

 

Será la primera elección del Siglo XXI, donde se pondrá de manifiesto el agotamiento del modelo de Ciudad forjado en la centuria pasada, diseñado para que gobierne y administre un solo partido. Después del siete de junio próximo, la pluralidad y diversidad harán su arribo tanto a la Asamblea Legislativa como a las Jefaturas Delegacionales.

 

El modelo del siglo pasado, donde la única articulación posible era en torno al Jefe de Gobierno, que gozaba de una mayoría disciplinada en la Asamblea Legislativa y de unas Jefaturas Delegaciones dispuestas a apoyarlo a cambio de impunidad para adueñarse de la demarcación como un feudo, se ha agotado, ya no da de sí. La pluralidad y la diversidad llegaron para quedarse. Un partido político por sí solo ya no podrá gobernar la Ciudad.

 

La incapacidad para modificar la forma de gobernar y administrar la Capital, o la decisión de no hacerlo, produjo un rezago en la solución de los problemas que hoy padecen los capitalinos: inseguridad, economía estancada, dificultad en los traslados y servicios públicos de mala calidad. Además, sirvió para que el partido en el gobierno local empoderara clanes familiares en ciertas demarcaciones por medio de redes clientelares, que dañaron la equidad de la competencia democrática y desgastaron la confianza en las instituciones políticas. 

 

Hoy, la sociedad capitalina demanda verdaderas alternativas de gobierno y una Asamblea Legislativa plural capaz de ser un contrapeso efectivo tanto del Gobierno del Distrito Federal como de las Jefaturas Delegacionales. Urge la reforma política, urge una reforma administrativa, así como un nuevo modelo de gobernabilidad para la Ciudad de México que contemple las diversas fuerzas políticas y sociales. No podemos permitir que en el 2018, cuando entra en vigor la reelección, tengamos aún este modelo, pues sólo serviría para empoderar aún más a Jefes Delegacionales y Diputados locales sin los suficientes equilibrios.

 

Después del siete de junio, el Jefe de Gobierno y los partidos políticos debemos leer muy bien el mensaje que la ciudadanía enviará por medio de los resultados electorales, y empezar a construir la nueva gobernabilidad de la Ciudad a partir del diálogo, del acuerdo y de la buena política.

 

El PRI y el Partido Verde podemos aportar mucho en esta Agenda por la Ciudad, para resolver los cuatro principales problemas: inseguridad, falta de crecimiento económico, transporte público poco efectivo, y servicios públicos mal distribuidos o de baja calidad.

 

Para tener resultados positivos en materia de seguridad necesitamos: a) Ampliar los patrullajes y profesionalizar a las policías con mayor labor de inteligencia; b) Implementar una estrategia de prevención social de la violencia con amplia participación ciudadana; c) Avanzar en la implementación del nuevo sistema de justicia penal, para que con la oralidad y los nuevos tipos de mediación podamos garantizar un mayor acceso a la justicia de todos los ciudadanos; y e) Especializar a los Ministerios Públicos para que realicen mejores investigaciones.

 

Para que los capitalinos se trasladen con dignidad proponemos: a) Elaborar un programa integral de transporte público que contemple la Megalópolis en su conjunto; b) Revisar la Ley de Movilidad y elaborar sus reglamentaciones para que pueda ser aplicada; c) Apostar por proyectos de transporte público masivo y no por vialidades para el auto particular; d) Desarrollar la infraestructura peatonal y de bicicletas; y e) Activar el desarrollo urbano ordenado y sustentable.

 

Para tener una ciudad con crecimiento económico y generación de empleos bien remunerados requerimos: a) Perfeccionar la política social en el Distrito Federal, manteniendo y fortaleciendo los programas sociales para que sean efectivos e impulsen las capacidades económicas de la gente sin clientelismo; b) Simplificar los trámites para impulsar la apertura de nuevas empresas que generen más empleos, mejor remunerados y con prestaciones sociales; c) Avanzar en la creación de las Zonas de Desarrollo Económico en puntos estratégicos, como en Tlalpan la “Ciudad de la Salud” y en Azcapotzalco la “Ciudad del Conocimiento”; y d) Combatir la corrupción en las instituciones encargadas de la verificación administrativa y del impulso en la creación de empleos.

 

Finalmente, para lograr servicios urbanos de calidad para todos los capitalinos necesitamos: a) Impulsar el gobierno digital para disminuir los espacios de corrupción en los trámites delegacionales; b) Fortalecer los espacios de participación ciudadana para que puedan ser parte de la planeación, supervisión y evaluación de las decisiones gubernamentales y de las políticas públicas; c) Concretar las reformas para tener un Parlamento Abierto y así evitar la discrecionalidad de los legisladores locales; y a) Crear, en cada Delegación, una Oficina Electrónica de Atención a Quejas y Sugerencias (OFEAQ) que en siete días dé respuesta puntual a las demandas ciudadanas.

 

Con estas propuestas diseñadas para resolver los problemas de la gente y con Visión de Ciudad; con unas campañas innovadoras en las formas de comunicación con la ciudadanía que, a pesar de la iniquidad y el hostigamiento, nos han servido para recuperar la confianza de la gente; con candidatos bien preparados, con trayectorias limpias y que son el resultado de un relevo generacional, el PRI va avanzar en la Capital.

 

En una sociedad más plural y diversa como la capitalina, el PRI le apuesta a la construcción de una nueva gobernabilidad para la Ciudad de México con todas las fuerzas políticas y, sobre todo, con el acompañamiento y participación de los capitalinos.

 

Para lograrlo, este siete de junio el PRI y el Partido Verde vigilaremos de cerca el desarrollo de la jornada para garantizar que los ciudadanos voten en libertad y los resultados sean un reflejo de la voluntad de las mayorías. Denunciaremos cada intento por violar el desarrollo pacífico e imparcial de los comicios. Sólo así podremos hacer de estas elecciones parte de la solución de nuestros problemas y no un trámite de renovación de cargos públicos.

 

El ejercicio del poder público en el Distrito Federal está montado en una estructura autoritaria, de partido hegemónico y profundamente clientelar que no corresponde a la sociedad que participará en estos comicios, por lo que estas elecciones serán las últimas llevadas a cabo bajo este modelo y, al mismo tiempo, las primeras en colocar los cimientos de un nuevo régimen para la Ciudad.

 

A esta mayoría de ciudadanos que buscan una nueva vía por medio del voto el próximo siete de junio, los el PRI y el Partido Verde son la opción que garantiza ese cambio por dos razones fundamentales, una histórica y otra coyuntural.

 

Primero, tenemos verdaderamente los mejores candidatos. Con trayectorias limpias y hojas de vida más sólidas. Tienen experiencia, formación, lo han demostrado en el ejercicio de los espacios públicos, pero la mayoría viene de trabajar por su cuenta y garantizarse su vida de manera personal.

 

Segundo, las propuestas. Se ha agotado la agenda progresista de la izquierda, y nosotros sí podemos aportar mucho en los problemas de la gente.

 

Tercero, tenemos una organización que ya aprendió en la oposición a madurar, que sabe que en democracia se puede criticar, debatir y competir al mismo tiempo que acordar, negociar y concertar, todo en transparencia.

 

@MauricioLopezV