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La participación ciudadana en estas elecciones

El gran ganador es México. | Carla Humphrey

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Escrito en OPINIÓN el

La elección de este domingo 6 de junio significó para el país, un referente para el fortalecimiento de nuestra democracia por múltiples factores, el principal, la participación ciudadana manifestada en las más de 162 mil casillas electorales instaladas a lo largo y ancho del país para recibir la votación de las y los mexicanos.

Esta participación de la población ha sido la más alta registrada en el presente siglo para una elección federal intermedia, es decir, para un proceso electoral en donde no concurre con la elección de senadores y senadoras de la República ni en la renovación del Ejecutivo Federal.  En este sentido, es importante resaltar que se registró más del 52% de asistencia a las urnas de acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), lo que equivale a un 10.8% más participación que en 2003; un 7.5% más que en 2009, y un 4.4% más que en 2015.

Esta participación se vislumbraba desde el momento en que los ciudadanos y ciudadanas seleccionadas aleatoriamente para fungir como funcionarios y funcionarias de casilla, aceptaron en una alta proporción su responsabilidad cívica para instalar, organizar y recibir a sus vecinos y vecinas para que emitieran su voto por el partido político, coalición, candidato o candidata de su preferencia.  Por ello, desde el INE reconocemos y agradecemos la gran labor realizada por los más de 1 millón 400 mil mexicanos y mexicanas que integraron el núcleo fundamental de la recepción del voto:  la casilla.

Ahora bien, la participación manifestada este 6 e junio tiene varias lecturas que, preliminarmente, apunto a continuación:

· La confianza que tiene la población en sus instituciones, en este caso, en el Instituto Nacional Electoral (INE), como instancia garante en la organización los procesos electorales en nuestro país;

· El reconocimiento de las y los mexicanos sobre el valor de su voto y la confianza de que su voto será contado correctamente.

· El reconocimiento que tienen todos los actores políticos en el INE como el árbitro imparcial de la contienda electoral que ha llevado, en algunas ocasiones, a solicitarle que organice directamente determinadas elecciones en algunas entidades federativas y a colocarlo como cabeza del Sistema Nacional Electoral;

· El acompañamiento y reconocimiento que diversas instancias de observación electoral hicieron como la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL) y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE) al trabajo el INE.  La COPPPAL a través de su representante, José Miguel Insulza, manifestó que el balance general del proceso electoral fue positivo, felicitando a la sociedad y el esfuerzo realizado por el INE para la realización de unas elecciones seguras a pesar de la presente pandemia que nos aqueja.  En tanto, el representante de la UNIORE; Román Jáquez afirmó que “las instituciones electorales en México confirmaron su trayectoria de solvencia en la organización de los comicios, y fue más allá al considerar que se debe “procurar mantener y apuntalar una institucionalidad que ha sido fundamental par la consolidación democrática mexicana”.

· El reconocimiento de diversos medios de comunicación que, tanto en medios impresos como digitales (incluyendo los medios denominados alternativos), han posicionado a través de sus notas, editoriales, columnas o artículos, resaltando la labor realizada por el INE.

· La participación ciudadana demuestra también que el poder final de decisión del rumbo del país la tienen los ciudadanos y ciudadanas que, con su voto, pueden ratificar, cancelar, o cambiar de opción política, así como la integración de diversos órganos del Estado.

· La importancia y valentía de las más de 71 mil mujeres que se postularon a diversos cargos de elección popular en todo el país, haciendo éste el proceso electoral con mayor participación de mujeres, por arriba de los hombres (alrededor de 69 mil).  Al menos 6, pero podrían ser 7 mujeres que al mismo tiempo sean titulares de los Poderes Ejecutivos de las entidades federativas, lo que nunca había sucedido en la historia de nuestro país.

Estos y otros elementos que se desprenden de esta elección permiten concluir, desde mi punto de vista, que el Poder Legislativo no se equivocó en la creación de un órgano autónomo e independiente para la organización de los procesos electorales en nuestro país.

Sin embargo, hay mucho que mejorar y el INE tiene varias sugerencias para eficientar aún más los procesos electorales, pero queda demostrado que el gran ganador de esta, la elección más grande de nuestra historia, es México gracias a la participación activa, comprometida y pacífica de la ciudadanía. Nuevamente ¡gracias!