Main logo

La participación ciudadana, el IECM y su transformación

En INE no sólo adquiere el mandato de organizar las elecciones locales sino también ejercicios de participación ciudadana. | Fernando Díaz Naranjo

Por
Escrito en OPINIÓN el

Un sistema democrático tiene varios componentes que lo conforman, pero el principal, sin duda alguna, es que debe ser un referente de bienestar para la población, es decir, que su estructura normativa tenga las herramientas suficientes para atender las demandas de la sociedad.

Por ello, dos aspectos son fundamentales en democracia. Por un lado, la celebración periódica de elecciones en donde la ciudadanía tenga la oportunidad de ratificar o castigar a un determinado gobierno según fueron atendidas sus expectativas. Por el otro lado, los ejercicios llamados de participación ciudadana se han ido integrando en estos sistemas democráticos como un referente necesario que involucra en la sociedad toda vez que se le consulta sobre diversos temas que van desde alguna ley hasta la aplicación de diversas políticas públicas relacionadas con obras o servicios.

Un ejemplo de este tipo de ejercicios y que ha mostrado su éxito lo encontramos en la Ciudad de México que año con año se lleva a cabo. Me refiero al “Presupuesto Participativo”, ejercicio que se basa en que, una vez que el Congreso de esta Ciudad Capital aprueba el presupuesto tanto de la Ciudad como de las 16 Alcaldías que la conforman, una parte del mismo se destina a cada una de estas Alcaldías a través de proyectos propuestos por los y las ciudadanas de cada colonia, barrio o pueblo según sus necesidades para que, en una fecha determinada, sean votados y con ello las autoridades tengan la obligación de  ejecutar lo que la ciudadanía, con su opinión, haya determinado.

Generalmente los proyectos que la ciudadanía presenta están relacionados con equipamiento, infraestructura urbana, prevención del delito, actividades recreativas, deportivas o culturales, así como las referentes a obras y servicios.

Este ejercicio, además, es llevado a cabo por el Instituto Electoral de la Ciudad de México, con lo que dicha institución adquiere no sólo el mandato de organizar las elecciones locales sino también este tipo de ejercicios de participación ciudadana. Con ello, se genera certeza y legitimidad tanto en la planeación como en la organización, desarrollo y difusión de los resultados obtenidos.

Ahora bien, los recursos del presupuesto participativo aprobados por el Congreso local han correspondido al 3% del monto anual asignado a cada Alcaldía y se incrementará cada año hasta alcanzar un 4%, es decir, para 2020 fue del 3.25%, para este 2021 del 3.50%, para 2022 será de 3.75% y en 2023 del 4%.

Como podemos observar, involucrar a la población a que opine sobre sus propias necesidades que requiera en su comunidad es un referente importante que tiene hoy la Ciudad de México y que bien podría ser un tema de análisis para que sea retomado en otras entidades federativas que, en algunos casos, cuentan ya con diversos ejercicios de participación ciudadana.

Además, el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) ha instrumentado el uso de la tecnología para la realización de estos ejercicios como lo es el uso del Internet. Justamente este referente ha sido uno de los indicadores que ha permitido ir abriendo brecha para la utilización de herramientas electrónicas no solamente en ejercicios de participación ciudadana, sino también, en nuestras elecciones constitucionales.

Por ello, me parece que estamos arribando a la transformación de los órganos electorales que, hoy en día, cuentan con importantes atribuciones y por lo mismo han dejado de ser sólo órganos electorales para incrustarse, como lo hace el IECM, en Institutos de vanguardia con innovaciones tecnológicas, organizando elecciones y este tipo de ejercicios de participación ciudadana. No estaría mal que en lugar de IECM fuera Instituto Electoral, de Tecnología y de Participación Ciudadana de la Ciudad de México.