Naomi Klein es una escritora canadiense que hace algunos escribió un libro que se llama “La doctrina del shock”. Su tesis, reforzada con muchos ejemplos y argumentos históricos, es que, así como las personas entran en shock y con ello permiten y hasta fomentan decisiones y situaciones que en condiciones normales jamás aceptarían, también las sociedades entran en shock y con ello permiten cambios y situaciones que de otro modo sería imposible… hoy México y el mundo están en shock.
Más que un terremoto o un huracán, la pandemia del covid-19 ha generado incertidumbre y miedo; no es un fenómeno en un espacio específico ni tiene consecuencias inmediatas evidentes… lo puedes tener y no desarrollar, lo puedes desarrollar habiendo seguido todos los cuidados… es un enemigo invisible y silencioso que tiene a todo el mundo metido en su casa, con más miedo a la muerte y más incertidumbre del futuro que nunca.
Cuando la sociedad está en shock se pueden hacer cambios sin resistencia. Muy probablemente a eso se refería López Obrador cuando dijo “esta crisis sanitaria nos viene como anillo al dedo” a principios de abril… y ya habían empezado los cambios:
• En los mismos días que declaró lo del “anillo al dedo” se publicó un decreto para extinguir muchos fideicomisos públicos y así se desapareció aproximadamente 281 fideicomisos públicos que deben representar alrededor de 300 mil millones de pesos que simplemente “expropió”... esto dejó mucha incertidumbre porque no es exhaustivo el decreto, o sea, no dice con claridad cuáles sí y cuáles no, ni por qué. ¿Quiénes son los perjudicados? Artistas, cineastas, investigadores, sindicatos, campesinos, maestros y muchos más… fue un acto de total autoritarismo que no trascendió por el momento en que se hizo.
• Otras medidas (de hecho, prácticamente todas las medidas) que anunció López Obrador también son ilegales… por ejemplo quitar aguinaldos es contra la ley laboral y además pone en evidencia el rasero con el que mide… las empresas no pueden quitar ni suspender aguinaldos y además solicita el mismo López Obrador que no corran a nadie pero en el Gobierno Federal sí se puede correr gente (incluso se exige) y sí se puede romper la ley.
• En plan contingencia López Obrador obligó a su bancada en el Senado a sesionar para aprobar una ley de amnistía que ni es urgente, ni es buena, ni tampoco representa algo útil o positivo… otra medida que se pudo hacer por la crisis.
• Ahora le pone la cereza al pastel proponiendo la medida más autoritaria posible: eliminar una de las facultades principales del Poder Legislativo para llevarla al Poder Ejecutivo y así, controlar a su gusto todos los recursos… es el camino de los dictadores y de los regímenes autoritarios. La propuesta hace una modificación a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria para que diga: “En caso de que se presenten emergencias económicas la Secretaría (de Hacienda) podrá reorientar recursos asignados en el Presupuesto de Egresos para destinarlos a mantener la ejecución de los proyectos y acciones prioritarias de la Administración Pública Federal”… y en este caso concreto los proyectos prioritarios de la administración son justamente las tarugadas que ya se debieron cancelar como la refinería de Dos Bocas para mandar esos recursos a salud.
Hoy Morena (con sus honrosas excepciones como Muñoz Ledo o Germán Martínez) busca eliminar al Poder Legislativo para que caigamos directamente en una dictadura autoritaria, y como la sociedad está en shock ni siquiera está levantando la voz… ojalá que el mismo Morena reflexione la forma en que puede acabar con décadas de lucha democrática y ponga reversa.
Vargas Llosa publicó hace unos días un desplegado junto con personalidades de todo el mundo en donde dice: “algunos gobiernos han identificado una oportunidad (en la crisis de salud) para arrogarse un poder desmedido”… ese es el “anillo al dedo” de López Obrador.