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La Nueva Secretaría de Seguridad Pública

La violencia en nuestro país nunca se ha corroborado como un tema de pobreza o de marginación, sino de dinero, mucho dinero que corre por todos lados. | Eduardo Zerón García*

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Escrito en OPINIÓN el

A partir de las cero horas del primero de diciembre la seguridad y sus deudos pasan a ser responsabilidad de la cuarta transformación, para tal fin el presidente López Obrador trazó un plan que le permitiría, según ha referido, regresarle la paz y la tranquilidad al país. Para tal efecto, una de sus acciones derivó en la creación de una Guardia Nacional, como ha sido ampliamente difundido incorporará en sus filas a elementos de la Policía Naval, Militar y Federal. Esta nueva corporación según se ha dicho estará incorporada dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional y tendrá un mando militar.

También se ha dicho que la GN, actuará como auxiliar del Ministerio Público de la Federación y actuará como policía, cosa que no es necesariamente mala, si entendemos que las únicas capacitadas en el Nuevo Sistema de Justicia Penal son éstas mismas, y su adiestramiento policiaco les permitirá ser el primer respondiente, situación que será de gran importancia porque los elementos aprehensores serán quienes defiendan su actuar en las salas de juicio oral.

Sin embargo, de la nueva corporación desconocemos qué tipo de policías serán, si de investigación, de prevención, si podrán ejecutar mandamientos ministeriales, o si será una policía de proximidad, rural; sin esa definición no se podrá saber a qué meta se deberá llegar.

SEDENA albergará también lo referente al nuevo CISEN, es decir la nueva corporación de inteligencia en Seguridad Nacional estará en manos seguramente del General en Retiro Audomaro Martínez Zapata, esto también puede ser un gran aliciente para la nueva institución, pues si bien hay quienes estiman la seguridad pública no debería estar en manos de los cuerpos castrenses la Seguridad Interior y Nacional, si.

Con esto (ojalá sea así) se logrará quitar la vocación de tener la inteligencia mexicana al servicio de los intereses personales y políticos, como ha sido el caso de quienes antecedieron y tuvieron en sus manos su operación.

Para la creación de la Guardia Nacional se estima que se deberá presentar una reforma constitucional en donde el gobierno entrante se encontrará con su primer gran obstáculo, pues para ello necesita una mayoría calificada, que al parecer las bancadas priistas, panistas, perredistas y de movimiento ciudadano no están dispuestas a otorgarle.

Además de esto, también, el problema estriba en qué será lo que hará ahora el nuevo Secretario de Seguridad Pública y Ciudadana, pues tendrá una secretaria que no tendrá un cuerpo de seguridad, la Policía Federal transitará a nuevas latitudes, no tendrá la Inteligencia Nacional; tendrá sí, el control de los temas de Protección Civil, donde recordemos los planes DNIII son encabezados por la Defensa, es decir tampoco será enteramente suya, lo que sí, hasta el momento, la Seguridad Penitenciaria.

Nada sencillo, pues gran parte de la delincuencia también sale del pobre sistema penitenciario donde se dan desde secuestros hasta tráfico de drogas y diversos ilícitos. No se sabe qué utilidad se le ha dado a la inteligencia penitenciaria, es decir si los productos derivados de la misma son útiles para derivar investigaciones, extradiciones, carpetas, es decir ¿podemos hoy prevenir las fugas de cualquiera de los reos como no lo hizo la administración anterior en la responsabilidad de la SEGOB?

Además, el nuevo Secretario de Seguridad Pública y Ciudadana Alfonso Durazo -que si bien no es su responsabilidad- tendrá que atender la crisis de las policías estatales y municipales, quien en su competencia están los delitos del fuero común, como es el robo a casa habitación, el robo de vehículo, violación, incluso secuestro, corporaciones que no tienen controles de confianza, donde los recursos federales no los bajan o no son usados en ocasiones para lo que se crearon, o incluso su colusión de sus filas con el narco.

Es correcta la premisa de que la Seguridad no debe de abatirse únicamente en el binomio de “Balas y sangre”, puesto que por lo visto la Secretaria de Seguridad trabajará respecto a los temas que, según sus indicadores, podrían ser generadores de violencia como: desarrollo urbano, movilidad, desarrollo social, el restablecimiento del tejido social, tópicos que si bien no terminarán con la violencia, sí podrán establecer mejores condiciones para los ciudadanos como pasó hace algún tiempo en Ciudad Juárez.

No sabemos si la prevención del delito pasará a manos de la nueva secretaría, pero lo que es evidente es que ésta será la primera vez, si se diera el caso, que una secretaría de seguridad no tendrá policías, no tendrá operativos, ni inteligencia, no hará más que buscar la paz con elementos periféricos que según la 4T dan su origen. Sin embargo, lo que parecen no conocer es que el tema de la violencia en nuestro país nunca se ha corroborado como un tema de pobreza o de marginación, sino de dinero, mucho dinero que corre por todos lados.

*Eduardo Zerón García

Analista

La asunción al poder y el cambio de gobierno

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