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La mariguana y el debate en la Corte

La discusión provocada por el ministro Zaldívar es mucho más amplia que el caso.

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Escrito en OPINIÓN el

 

Son muchos los temas que en los últimos días han ocupado un espacio importante en la agenda pública. La discusión en torno a la disminución al impuesto a las bebidas azucaradas ha sido intensa al igual que el nombramiento de dos ministros (as) de la SCJN, el apagón analógico o la respuesta del gobierno ante el huracán Patricia, pero me parece que el debate que se ha generado sobre el consumo de la marihuana cobra una particular relevancia.

 

Estaba programado que el día de ayer se discutiera en la Primera Sala de la Corte, el proyecto del ministro Arturo Zaldívar respecto al amparo promovido por la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART) que de ser aprobado, tendría por efecto permitir a los promoventes la siembra, traslado y consumo personal de mariguana únicamente con fines recreativos, pero de último momento decidieron posponerla una semana para analizar con mayor detenimiento el tema de fondo que ha generado posiciones encontradas en la sociedad.

 

Sin duda la decisión que adopte la Suprema Corte sentaría un precedente importante en un tema muchas veces pospuesto, pero lo verdaderamente destacable es que -como en pocas ocasiones- se ha abierto un debate cada vez más informado en el que se han confrontado visiones distintas en un marco de respeto y a partir de argumentos y datos duros que han ido superando las posiciones dogmáticas.

 

La discusión que ha provocado el ministro Zaldívar es mucho más amplia que el caso específico que habrá de resolverse en los próximos días, ya que por un lado convoca a la reflexión acerca de la libertad individual y el desarrollo de la personalidad frente a la tutela del Estado, pero también invita a analizar el consumo de mariguana desde una perspectiva de salud pública y no desde la óptica criminal con la que se ha venido abordando.

 

La posición del gobierno en voz del Comisionado Nacional contra las adicciones, Manuel Mondragón, ha sido claramente en contra al igual que diversas organizaciones que han señalado que “no quieren vivir en un país de adictos”, pero bien dicen que “no se pueden esperar resultados distintos haciendo siempre lo mismo” y los datos duros demuestran que las políticas prohibicionistas no han sido exitosas ya que por el contrario el número de consumidores se ha incrementado en los últimos años, pero además los obliga a entrar en contacto con la delincuencia para conseguir el producto en el mercado negro lo que tampoco puede ser positivo.

 

También se ha dicho que además de las afectaciones para la salud, la mariguana es la puerta de entrada para el consumo de sustancias más peligrosas, sin embargo los especialistas han acreditado que las consecuencias –personales y sociales– así como el nivel de adicción que provoca son significativamente menores al tabaco y al alcohol, y que el consumo excesivo de este último puede provocar mayor propensión a experimentar con otras drogas.

 

Seguramente durante los siguientes días tendremos la posibilidad de seguir escuchando mayores argumentos en ambos sentidos, pero debo reconocer que mi postura inicial se ha ido modificando y cada vez me convenzo más de que debemos contemplar otras alternativas para la prevención y tratamiento de las adicciones, que los adictos no deben ser criminalizados o estigmatizados -como de hecho muchas veces lo son- y que las políticas prohibicionistas y persecutorias no representan una solución.

 

¡Qué bueno que se abra la reflexión y el debate en este, y en todos los temas!