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La libertad de expresión en México

Los medios de comunicación deben ser un balance del poder, en donde en cualquier democracia su ejercicio debe realizarse de manera libre

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Escrito en OPINIÓN el

El derecho a la libertad de expresión ha tenido una larga discusión en nuestra historia.  Norberto Bobbio establecía “cuatro grandes libertades”, la libertad personal, la libertad de pensamiento, la libertad de asociación y la libertad de reunión.  Así, el pensamiento libre se materializa cuando el mismo se expresa, se exterioriza y se convierte en expresión, de la que podemos o no coincidir, pero al final es justamente una libertad.  Esta libertad puede generar una “provocación” (Max Weber) y puede lograr expresiones que busquen poner límites al poder y con ello establecer una especie de equilibrio (Bovero) de las ideas y sus expresiones.

En la Ilustración el derecho a la libertad de expresión fue concebido como un referente fundamental de exposición de ideas. En la filosofía de John Stuart Mill, la libertad es un componente necesario para la felicidad, incluida la libertad de pensar y de opinar, así, la libertad de expresión se convertía en la libertad de publicar opiniones.

La libertad de expresión en consecuencia, fue desarrollándose hasta convertirse en un derecho fundamental. En nuestra Constitución se indica que “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público…”   Tan importante es la libertad de expresión, que quedó plenamente determinado en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

La UNESCO es la agencia del Sistema de las Naciones Unidas encargada de promover la libertad de expresión y su corolario, la libertad de prensa.  Así, cada 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas lo proclamara en 1993, teniendo como objetivo recordar la importancia y el respecto a la libertad de expresión.  En este sentido, el vínculo más consolidado y desarrollado de dicha libertad, la constituyen los medios de comunicación y los encargados de la información.  En nuestro país, cada 7 de junio, desde 1951, se celebra el Día de la Libertad de Expresión.

En consecuencia, los medios de comunicación deben ser un balance del poder, en donde en cualquier democracia su ejercicio debe realizarse de manera libre, aunque con los límites que las normas refieran.  Por ello, es importante conocer las mediciones que se realizan para conocer el efectivo ejercicio del periodismo en nuestro país.

El 2017 World Press Freedom, Index-tipping point (Índice Mundial de la Libertad de Prensa, 2017),[1] compilado por Reporteros sin Fronteras muestra datos por demás interesantes respecto a un punto de inflexión en el estado de la libertad de expresión, es decir, los países que ostentan una democracia, reflejan índices hacia la baja respecto a otros años, en torno a la protección de la libertad de prensa y, por ende, de expresión.  En este sentido, México presenta condiciones no favorables para el ejercicio periodístico, lo que en el “ranking” mundial de Reporteros sin Fronteras se ubica en el lugar 147 de los países que son medidos con este índice.

A principios de abril de este año, ARTICLE 19, presentó en la Ciudad de México su informe anual (2016) sobre la violencia contra la libertad de expresión.  De acuerdo con dicho informe, 2016 registró 426 agresiones contra la prensa, un 7% por arriba que en 2015.  Asimismo, ARTICLE 19[2] destaca que los estados con un mayor número de agresiones hacia los medios fue Oaxaca, seguido de Veracruz, Puebla y Guerrero. 

Existen otras referencias importantes que registran información sobre el difícil papel de ejercer el periodismo y, por ende, la libertad de expresión en México.  Ahí tenemos las referencias de Carlos Lauría, coordinador para América del Comité para la Protección de Periodistas, o las expresiones de organizaciones como la Asociación Mundial de Periodistas y Editores de Noticias, el Centro Internacional para los Periodistas, la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano Gabriel García Márquez, el Centro Dart para el Periodismo y el Trauma, el Comité para la Protección de los Periodistas, Freedom House, entre otros más.

Ante este panorama, existen varios registros y acciones importantes como las recomendaciones dictadas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, las autoridades electorales y los propios medios de comunicación, y varios periodistas por mencionar algunos.

Asimismo, hace unos días, el Ejecutivo Federal anunció una serie de medidas en favor de la libertad de expresión y para la protección de periodistas,[3] entre las que destacarían:

·         Fortalecimiento de la estructura y presupuesto asignado al mecanismo de protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas.[4]

·         Establecimiento de un Esquema Nacional de Coordinación con las entidades federativas y un Protocolo de Operación, cuyo objetivo sería reducir las situaciones de riesgo contra periodistas y defensores de derechos humanos.

·         Fortalecimiento de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos Contra la Libertad de Expresión, en donde, entre las acciones sobre este punto destacan el apoyo a la creación de unidades especializadas (ministerios públicos) en materia de libertad de expresión, la creación de protocolos homologados a nivel nacional para la investigación y atención a víctimas de delitos cometidos contra la libertad de expresión.

No obstante, sería importante enmarcar otra serie de acciones, tales como la de buscar unificar entre la federación y las entidades federativas, normas que permitan el libre ejercicio del periodismo y, a su vez, se establezcan directrices para inhibir acciones contra la libertad de expresión atendiendo a diversas normas internacionales en la materia.  También, sería importante tomar medidas para el fortalecimiento de medios plurales, así como una mayor participación de la sociedad, abriendo espacios para presentar propuestas de mejora en torno a mecanismos de protección de la libertad de expresión.  Y ni que decir, de buscar un mecanismo más vinculado a un ejercicio social para la atención de las denuncias que presenten instancias, los medios y hasta los periodistas, como los anunciados por algunos comunicadores con relación a que son objeto de espionaje.[5]

México es un país libre y democrático.  Por lo mismo debe ser consecuente de una libertad de expresión plena que se vincule con los preceptos internacionales en la materia, así como por los consagrados en nuestra Constitución Política y nuestro sistema democrático que debe ser siempre plural y libre también; por supuesto con los límites constitucionales de una sana convivencia social.


[1]  Fuente: https://rsf.org/en/ranking

[2]  Fuente: https://articulo19.org/

[3]  Las acciones emitidas por el Ejecutivo Federal se pueden consultar en el siguiente Link: https://www.gob.mx/presidencia/articulos/acciones-para-la-libertad-de-expresion-y-para-la-proteccion-de-periodistas-y-

defensores

[4]  Según el Gobierno Federal 538 personan están bajo protección de este mecanismo; 342 son personas defensoras de derechos humanos y 196 periodistas.

[5]  Se sugiere revisar la nota “Somos los nuevos enemigos del Estado”: el espionaje a activistas y periodistas en México.  The New York Times.

Fuente: https://www.nytimes.com/es/2017/06/19/mexico-pegasus-nso-group-espionaje/?mcubz=1


@fdodiaznaranjo