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La Junta Federal, esa vieja abandonada

La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje nació el 22 de septiembre de 1927 y este año cumplirá 95 años, y hoy ya camina con dificultad. | Manuel Fuentes

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Escrito en OPINIÓN el

La reforma laboral, esta hija de la que presume tanto el padre, tiene otra mayor a la que tiene toda abandonada; nació el 22 de septiembre de 1927 y este año cumplirá 95 años. Se llama Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y ya camina con dificultad. Quienes la voltean a ver, la miran con pena.

A pesar de su prolongada edad, la hermana mayor, sigue trabajando, y cada vez se queda más sola. Tiene que andar con una carga de más de 560 mil expedientes y los hijos, nietos y bisnietos que tenía, algunos ya se fueron con la hermana rica, esa que administra unos centros que les llaman de conciliación, y otros lugares donde hay letreros que dicen: “juzgados laborales”, y otros donde se atienden los registros sindicales y contratos colectivos.

La hermana rica es muy altiva y deberían de verla, anda toda presumida, aunque recibe poco dinero del padre, que es mexicano, y originario de los rumbos de Tabasco, tiene unos amigos y familiares, aunque lejanos que le mandan dinero en dólares. Anda con oficinas nuevas, modestas pero nuevas. Ella anda diciendo que ahora si se va a hacer justicia a los trabajadores. Que va a ser pronta y expedita la justicia (sin aclarar para quién).

A la hermana mayor ya le dijeron que no se puede morir hasta que termine con sus 560 mil expedientes, que llegan y llegan, y no paran. Le dijeron que, si tiene suerte, en octubre de 2022 ya podrá cerrar ventanilla y encargarse de acabar con esos expedientes polvosos que se acumulan en el sótano de su edificio.

Como no le autorizan contratar personal a la hermana mayor, tiene el apoyo gubernamental de los jóvenes para el futuro, que, aunque no son abogados ya hacen acuerdos, escritos y hasta dictámenes. No importa mucho como salgan, la idea es que se terminen pronto porque los de arriba tienen prisa de cerrar ese lugar.

De la Ciudad de México tiene una carga de 141 mil 849 expedientes (25.7%) y de los que llaman foráneos son 410 mil 283 (74.3%) sumando 552 mil 132 expedientes, de acuerdo al informe de octubre de 2021.  Esa hermana mayor ya no puede y le siguen llegando más expedientes.

De los 552 mil 132 expedientes que se encuentran en trámite, de acuerdo a datos de octubre de 2021, 308 mil 022 están en plena celebración de audiencias; y cerca de 54 mil 420 están en elaboración de laudos, amparos y ejecución de los mismos.

Con el poco personal que tiene la hermana mayor, ha ordenado a los conciliadores y a los auxiliares de trámite, que no tienen la experiencia debida, elaborar 22 proyectos de laudo al mes, y de no hacerlo les aplicarán las sanciones que correspondan.

La hermana mayor, por su edad ya no controla el área donde se trabajan los laudos. Los abogados litigantes entran como en su casa, acabando con la secrecía en la elaboración de laudos.

En los expedientes para resolver no se sigue un orden cronológico; los más antiguos siguen en espera de ser turnados al dictaminador y otros, que son muy recientes ya tienen laudo. En la casa de la hermana mayor algunos despachos pudientes son privilegiados y no importa el orden, para ellos hay preferencia sin límite. 

No se sabe quién es el funcionario autor del dictamen, no contienen los proyectos el nombre ni firma del responsable de su elaboración. Algunos despachos “comedidos” ayudan a los funcionarios dictaminadores a cumplir su cuota para hacer justicia de casa y para beneficio de “todos”.

El abandono de la hermana mayor, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, representa la aplicación de una justicia lenta y “a modo” en perjuicio de los trabajadores. No es congruente el trato diferenciado en niveles de justicia que aplica este gobierno. Eso no es reforma laboral, es una vergüenza del abandono del padre gobierno a la hija mayor, a la más anciana, a la más desvalida que ya nadie quiere.