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La izquierda que crece

Ni el PRD ni el PT habían tenido resultados electorales prometedores en la segunda zona metropolitana más habitada del país.

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Escrito en OPINIÓN el

En los últimos meses mucho se ha debatido sobre la escandalosa debacle del PRD y el ascenso de Morena, con los cambios en el equilibrio de las izquierdas en el país que ese ajuste generará. Del Partido del Trabajo, cuya apuesta única en los últimos años había sido aprovechar los remanentes del llamado al voto que realizó Andrés Manuel López Obrador por ese partido en 2009, poco se ha visto.

 

En días pasados los medios dieron cuenta de que Alberto Anaya, jefe del politburó petista, resiente aún la “ingratitud” de los legisladores lopezobradoristas que abandonaron sus filas para formar una nueva bancada, golpe toral a la estrategia de ese partido.

 

Por otro lado, también en el bloque de los partidos progresistas, de manera discreta, Dante Delgado, coordinador nacional de Movimiento Ciudadano, ha venido armando el rompecabezas de la estrategia de ese partido rumbo a 2018, con escala en junio de 2015. El partido naranja ha apostado por la inclusión de ciudadanos sin filiación partidista, líderes regionales con amplio poder de convocatoria y una amplia exposición mediática.

 

Más aún, mientras el PRD y Morena solamente se disputan espacios habituales de la izquierda, la estrategia de Movimiento Ciudadano incluye el crecimiento en regiones donde tradicionalmente ninguno de los tres (ahora cuatro) partidos que la integran han tenido una presencia significativa.

 

Con esa visión, el partido se ha posicionado como segunda fuerza en Jalisco (por encima del otrora hegemónico PAN), donde el gobierno priísta no ha sido capaz de disminuir el liderazgo de Enrique Alfaro, quien ahora apuesta sus fuerzas –con una amplia ventaja en las más recientes encuestas– a gobernar la joya de la corona: Guadalajara.

 

Ni el PRD ni el PT habían tenido resultados electorales prometedores en la segunda zona metropolitana más habitada del país, que además es uno de sus territorios de mayor importancia económica.

 

En Nuevo León, se ha sumado a la táctica Fernando Elizondo Barragán, ex gobernador interino y ex candidato a gobernador por el PAN, quien quedó apenas a cinco puntos porcentuales de Rodrigo Medina en la pasada elección. No falta decir que ningún partido del bloque progresista ha tenido presencia en el estado industrial más importante del país. A la precandidatura de Elizondo se añadió rápidamente el presidente del PRI en Monterrey, como contendiente a ese municipio. De esta forma, dos de las tres ciudades más importantes del país están ahora en posibilidades reales de pasar a manos de Movimiento Ciudadano.

 

A Elizondo y Alfaro se ha sumado Leoncio “Locho” Morán como precandidato al gobierno de Colima. Morán ha gobernado la capital del estado y ha sido candidato a gobernador, con lo que puede también construir una candidatura altamente competitiva. A nivel municipal, Delgado ha logrado incorporar otros líderes locales, como las ex alcaldesas María Dolores del Río, que será candidata a la capital de Sonora, y Ana Rosa Payán, que competirá en la capital de Yucatán.

 

Además de las recientes adiciones, en Guerrero, Luis Walton, presidente municipal con licencia de Acapulco y aspirante mejor posicionado a la gubernatura del estado, ha anunciado que contenderá únicamente bajo las siglas del partido naranja para ocupar el lugar que Ángel Aguirre dejara vacante en medio de la peor crisis que ha vivido esa entidad. Walton –que ha sido también senador– encabezaba hasta hace unos días el puerto que concentra la cuarta parte del electorado guerrerense, por lo que está en condiciones reales de convertirse en gobernador y aportar un importante caudal de votos para Movimiento Ciudadano.

 

En la más reciente encuesta nacional de El Universal, si bien le dan un pronóstico poco halagüeño, también le dejan ver un importante activo: Movimiento Ciudadano es –de los partidos con un alto nivel de conocimiento, es decir, descontando al Partido Humanista y a Encuentro Social– el que tiene la menor imagen negativa dentro del electorado nacional.

 

Naturalmente, la estrategia impulsada por Dante Delgado tiene aún el gran reto de comunicar el crecimiento regional ante la opinión pública nacional. Además, Movimiento Ciudadano tiene aún que consolidar su presencia en la ciudad de México, espacio en el que se ha apartado del PRD (que irá en una muy exótica alianza con el partido fundado por Elba Esther Gordillo) y en el que hay espacio para hacer acuerdos con grupos lastimados por la administración del Dr. Miguel Mancera.

 

De cualquier manera, si rumbo a 2018 la izquierda logra construir una candidatura de unidad, el trabajo de Movimiento Ciudadano en regiones donde previamente no se habían tenido resultados electorales favorables, será fundamental para pensar en el eventual triunfo de un candidato progresista en el país.

 

@r_velascoa