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La inseguridad en la CDMX de cara al 2018

La creciente inseguridad que sentimos en la CDMX se puede revertir, disminuir los robos y actuar antes de que el homicidio se dispare | Francisco Rivas

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Escrito en OPINIÓN el

Con base en la información oficial de carpetas de investigación, la Ciudad de México vive un importante aumento en la incidencia de delitos patrimoniales como el robo con violencia que creció 31.4%; el robo a transeúnte 26.7%; el robo a negocio 14.5% y el homicidio, que, pese a que aún se encuentra por debajo de la media nacional, experimentó un aumento del 17.8% en homicidio doloso y de 20.9% en homicidio culposo, si se comparan los primeros 10 meses de 2017 contra el mismo periodo de 2016.


Si comparamos las tasas por cada 100 mil habitantes de las 32 entidades, en este periodo, la CDMX, ocupa en el caso del robo a negocio el 2º lugar; el 3º en robo a transeúnte; el 4º en robo con violencia y el 8º en extorsión.


Un factor clave que impulsa el alza del homicidio, según la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, es el aumento en el uso de armas de fuego para cometer delitos, lo que significa un creciente riesgo para las víctimas y la incidencia de homicidios derivados de robos y riñas interpersonales.

Comercio ilegal de armas



Ante esta escalada de violencia, queda claro que urge frenar el comercio ilegal de armas, cerrar mercados ilícitos, aumentar el uso de inteligencia para prevenir delitos, combatir la corrupción y profesionalizar más los cuerpos de seguridad y justicia.

Para que en un territorio pueda haber una comisión sistemática de delitos, se requiere de gobiernos cómplices que los toleren o protejan, o de autoridades que no cuenten con los insumos ni las competencias necesarias para enfrentarlos.


Debemos señalar que la Ciudad de México aparentemente no cuenta con el equipamiento necesario para combatirlos, que es indudable la falta de personal en áreas de procuración justicia que hacen evidentes las carencias en la atención a los denunciantes, así como en la actuación apegada a derecho de policías y ministerios públicos. Sin mencionar que la capital del país cuenta con un 93.8% de cifra negra según lo expone la ENVIPE 2017.

Procuración de justicia en la CDMX



En particular, por lo que refiere a los conocimientos y capacidades para procurar justicia en el marco del Sistema Penal Adversarial, los medios de comunicación han exhibido el desconocimiento e impericia de muchos MPs capitalinos.

Si la base de la construcción de una política criminal y el proceso de acceso a la justicia para una víctima inicia con la denuncia, las autoridades de la CDMX tienen un gran pendiente, ya que en las agencias del MP se disuade o re victimiza a quien ha sufrido un delito.


La capital cuenta con una red de cámaras de videovigilancia, tecnología, equipamiento y áreas de inteligencia. Sin embargo, carece de una estrategia que evidencie que los delitos se estén previniendo, que se esté usando la presencia policial para disuadir delitos y que demuestre que todos esos insumos tecnológicos se encuentran al servicio de las víctimas.


Actualmente más del 60% de los homicidios y robos con violencia se cometen con arma de fuego, lo que debería llevar al impulso de una política nacional para prevenir y combatir el ingreso ilegal de armas al país, al tiempo que las autoridades locales combatan su comercio ilegal.

Quien hoy nos roba un anillo, un reloj, una cadena, un celular, encuentra fácilmente la forma de comercializarlo, ya sea vendiéndolo en mercados sobre ruedas o directamente empeñándolo.

Si se busca combatir las condiciones que permiten la existencia de los delitos, es fundamental hacer cada vez más difícil y menos lucrativas estas actividades. Para que esto suceda, se deben cerrar los mercados ilícitos y supervisar los lugares donde se pueden comerciar los bienes obtenidos de manera ilícita.

La inseguridad se puede revertir


La creciente inseguridad que sentimos en la CDMX se puede revertir, se pueden disminuir los robos y actuar antes de que el homicidio se dispare, alcance o supera la tasa nacional.

La evidencia de que una sociedad pacífica puede perder esas condiciones la tenemos ante la crisis que viven Aguascalientes, Baja California Sur o Colima. Esta situación debe ser un llamado de atención para quien gobierna y para quien compita para gobernar la capital mexicana en el 2018.

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