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La ingratitud hacia el personal militar y la Guardia Nacional

Si los funcionarios de alto nivel tienen la información necesaria ¿por qué motivo arriesgan a su personal?. | César Gutiérrez

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Escrito en OPINIÓN el

De las problemáticas sociales que se han desarrollado en el transcurso del año, en especial las caravanas, hay muchas interrogantes, tales como:   

1. ¿Quién organiza a estas caravanas?

2. ¿Quién les paga a los migrantes?

3. ¿Quién incita a los migrantes a agredir, insultar y provocar al personal militar y la Guardia Nacional para acusarlos de abuso?

4. ¿A quién le conviene que se provoquen estos actos hostiles en contra del personal militar y la Guardia Nacional?

5. ¿Dónde está la prevención y la información de último momento que deben tener los mandos y comisarios para la toma de decisiones?

6. ¿Por qué no se logra observar un plan de contingencia para la contención de los migrantes?

7. ¿Dónde quedaron los niveles de fuerza y el estado de derecho mexicano?

8. ¿Por qué el comandante inmediato superior del agente de la Guardia Nacional golpeado, lo abandonó?

9. ¿Por qué los mandos o comisarios no se preocuparon por sus elementos y giraron las órdenes necesarias para evitar la confrontación y poder brindar un resultado satisfactorio?

10. ¿Por qué no veo a los comisarios informando a la opinión pública?

11. ¿Por qué no están funcionando los órganos de inteligencia?

12. ¿Cuál es el motivo que justifica arriesgar al factor humano y después abandonarlo a su suerte?

13. ¿Por qué deben ir a la cárcel los elementos militares y de la Guardia Nacional cuando se justifica que ellos sufrieron una agresión real, actual e inminente y actuaron en legítima defensa?

Existe una doble moral de ciertos medios informativos tradicionales y periodistas que tergiversan la información para incitar al odio hacia este personal de tropa, agentes, oficiales y suboficiales quienes están cumpliendo cabalmente con su misión. A fin de cuentas estos elementos fueron vejados, humillados y golpeados. 

Lo que llama la atención es ¿dónde están los órganos de inteligencia? Si los funcionarios de alto nivel tienen la información necesaria ¿por qué motivo arriesgan a su personal?¿Por qué no se activan los mecanismos necesarios para evitar la confrontación?

No es posible que las leyes mexicanas puedan ser violadas por quien se le pegue la gana. Si fuéramos a otro país inmediatamente se aplicaría  la ley. Luego entonces, ¿por qué llegar a estos extremos? ¿Por qué mentirle al presidente? Mientras, la Fundación Gral. Jesús Gutiérrez Rebollo les brinda total apoyo sin fines de lucro para defender los derechos de los agentes que están siendo acusados sin razón, por tratar de cumplir con su trabajo y recibir como premio a su lealtad, la cárcel. 

Caso Quintana Roo y narcomantas en Metepec

Nuevamente la inseguridad sigue siendo el factor principal y el pan nuestro de cada día. Lamentablemente el narcotráfico ha mutado y se ha multiplicado en un monstruo de mil cabezas en cada área geográfica del territorio mexicano. Los brazos armados del crimen organizado han elevado el nivel de violencia, realizando sus ejecuciones a plena luz del día. Ante la falta de empleos, han proliferado también los narcomenudistas y todas aquellas bandas locales mantienen su influencia con total impunidad ante la omisión de diversas autoridades de los tres niveles de gobierno. 

Los hechos ocurridos en Puerto Morelos, Quintana Roo, son otra muestra de mis palabras. Aquí lo explico y lo analizo de acuerdo con el video difundido en diversos medios.

1. Se observa a un grupo de 15 sicarios que arriban por mar y abordan vehículos en tierra para trasladarse a las playas de Puerto Morelos.

2. Durante su traslado van buscando a sus objetivos.

3. Cuando los detectan comienzan a dispararles hasta que les quitan la vida.

4. Una vez cometido el crimen huyen a bordo de los mismos vehículos en los que llegaron. 

La seguridad pública a nivel estatal, con estos hechos ha demostrado su total omisión en la prevención en su política criminal. Esta problemática no surge de un día para otro, es el cúmulo de actos de complicidad y disimulo de esas autoridades. Yo preguntaría ¿dónde quedó la efectividad del C5? Ante la falta de detección de estos grupos armados, ¿dónde quedó el teatro de operaciones y los órganos de inteligencia tanto de la SEDENA y la SEMAR? ¿Dónde quedaron patrullajes terrestres y en las costas?

Lo que se observa claramente en el C5 es que 15 personas se trasladan como Pedro por su casa, portando armas de grueso calibre, ejerciendo alta violencia y terror en contra de personas civiles y turistas extranjeros. Cabe señalar, que dentro de ese sector se encuentra, por parte de SEMAR la 5/a. Región Naval, la 9/a. Zona Naval y la 11/a. Zona Naval; por parte de SEDENA está la X Región Militar, la 34/a. Zona Militar y el 64/o. Batallón de infantería,. Esperemos que estos focos rojos hagan despertar a las autoridades y comiencen a cumplir con su trabajo, -que todos los mexicanos pagamos con nuestros impuestos-.   

Por otro lado, en otro caso, se colocaron unas narcomantas en un puente en el municipio de Metepec, Estado de México, en donde de manera abierta, amenazan a los artistas que participarían en la feria. Las autoridades, tanto de seguridad pública a nivel federal, como a nivel estatal y municipal no han podido detectar ni ejercer  acción penal en contra de la delincuencia organizada que opera en esa área, los cuales exigen el pago de piso (extorsión). La omisión y disimulo nuevamente son factores primordiales que delatan la injusticia e impunidad que lacera a los mexicanos. 

La crisis de medicamentos en los hospitales militares 

Se ha denunciado la falta de medicamentos en algunos hospitales, como por ejemplo el de especialidades médicas ubicado en la Ciudad de México. Esta situación no está siendo atendida de la mejor manera. ¿De quién fue la brillante idea de reducir el presupuesto para la compra de medicamentos? ¿De quién es esa mente brillante que ha puesto en riesgo la salud de muchos derechohabientes del personal militar, quienes trabajan incansablemente para resguardar al Estado mexicano? ¿Quién es ese funcionario que es apático al cumplimiento de su deber para gestionar y proveer lo necesario conforme a una buena administración? Ante tal situación y para que sean escuchadas las voces de muchas personas que no saben externar su molestia, es necesario que interpongan sus quejas de manera formal para que no sólo quede como una voz en el desierto.

Por otro lado, requiere regularizar este tipo de descuidos, ya que de no hacerlo se provocará una lluvia de amparos para que se dé cabal cumplimiento al derecho a la salud, como lo marca nuestra Carta Magna. Así sucedió hace algún tiempo con el plumazo del General Cienfuegos, quien solo logró un desprecio colectivo como comandante, ya que la disciplina no debe ser confundida con tiranía.

Da mucha tristeza la falta de ética, de liderazgo y sobre todo la falta de materialización en la triple función de un comandante. Un factor para elevar la moral de las tropas es que sus familiares y derechohabientes puedan recibir atención médica adecuada, mientras ellos arriesgan a diario su vida. Utilizo este espacio para poner en el conocimiento del General Secretario Luis Cresencio Sandoval esta situación. Ni las tropas, ni sus familias, deberían sufrir por la falta de medicamentos, los cuales escasean debido a la falta de planeación de algún servidor público que no consideró importante cubrir estas necesidades tan básicas para los elementos militares y sus derechohabientes.  

Por último, el cambio de gobierno en varios estados de la república mexicana nos dará la oportunidad de ver si puede lograrse una estrategia de seguridad integral. Veremos si quedan atrás los clásicos problemas que existían entre gobiernos de oposición que no interactuaban con la federación. Ya no habrá pretextos para implementar todos los mecanismos de seguridad necesarios y bien coordinados. Será un gran reto para las autoridades estatales y federales, pero nos da una luz de esperanza a todos los ciudadanos que buscamos tener seguridad y certeza jurídica en nuestros bienes, posesiones y derechos, tal y como lo establece nuestra Constitución Política.