La informalidad es un mal necesario, que no obstante genera un grave daño a la economía nacional, evitando el crecimiento en diversos sectores y agudizando la desigualdad social. Está claro que este fenómeno tiene su origen en la falta de oportunidades de empleo y ocupación de miles de personas cuya única opción es la informalidad.
Héctor Aguilar Camín y Jorge Castañeda señalan en el documento Un futuro para México que “más de dos tercios de las empresas y más del 50% de los trabajadores del país son informales. En las empresas informales casi no hay capacitación laboral, adopción de tecnologías o innovación […] en la informalidad la productividad se estanca. El país no va a crecer sólo con el esfuerzo de un tercio de sus empresas y menos de la mitad de sus trabajadores”.
La CANACINTRA, con cifras certificadas por la Cámara Americana de Comercio, da a conocer que el gobierno mexicano deja de recaudar en promedio 2 mil 780 millones de pesos anualmente a causa de los productos apócrifos, y el daño a las manufacturas nacionales es de cerca de 75 mil millones de dólares, además de que la piratería provoca la pérdida de más de 480 mil empleos al año y reduce la generación de plazas formales. México está clasificado dentro de los primeros cinco países en el manejo de productos piratas a nivel mundial y es líder en América Latina por este concepto.
De ahí, la justificación de "Crezcamos Juntos. ¡Ser Formal Conviene!", programa que a través de una estrategia integral busca la participación de diversas dependencias federales, del sector privado y de los niveles de gobierno estatal y municipal, para promover e impulsar la formalidad en el país.
La estrategia pondrá en marcha, a favor de quienes deseen pasarse a la formalidad, los incentivos fiscales ya establecidos en el Régimen de Incorporación Fiscal, resultante de la Reforma Hacendaria; entre los cuales están la seguridad social, vivienda y afore, descuentos en el ISR, el IVA y en el IEPS; y deducciones durante los próximos 10 años; esperemos que estos apoyos resulten ciertos, porque las exigencias del IMSS y el INFONAVIT para cobrar la cuota respectiva, así como los excesivos trámites burocráticos y el mal servicio generan la mayor desconfianza.
La apuesta del gobierno federal es atraer 750 mil contribuyentes, que se sumarían a los 4 millones 250 mil ya captados; esto permitiría recaudar 890 millones de pesos en los próximos 12 meses e ir avanzando paulatinamente hacia la formalidad y el trato igualitario para todos los contribuyentes; ojalá que este monto se aplique en favor de los empresarios que se han acogido al programa, brindándoles, principalmente, un eficiente y ágil servicio médico, y una simplificación de trámites en el INFONAVIT para acceder de inmediato al crédito de vivienda.
La informalidad, según el mismo reporte, reduce la productividad de la economía nacional, es sinónimo de estancamiento porque se traduce en dificultades para adquirir o renovar equipo de trabajo, no permite el acceso al crédito ni a la capacitación, limita la expansión de los negocios y lastima el bienestar de los trabajadores y de sus familias al no permitirles ahorrar para el retiro y negarles los beneficios de la seguridad social.
Agrega la SHCP que la informalidad está estrechamente vinculada con las enormes desigualdades sociales que existen en México; no es casualidad que en los estados de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Hidalgo, Puebla y San Luis Potosí, en donde la incidencia de la informalidad es mayor, se registren grados de pobreza casi del doble con respecto los diez estados con menor índice.
El esfuerzo de la medida gubernamental debe ir de la mano con la corrección de dos aspectos no menos importantes:
1.- Generar condiciones laborales adecuadas para los jóvenes con estudios superiores e incorporarlos al sector laboral con salarios dignos, en concordancia con el diagnóstico publicado esta semana por la OCDE;
2.- Reducir la complejidad administrativa, la falta de incentivos, la corrupción y los elevados impuestos, que denunció Banxico como los principales factores para que las empresas permanezcan en la informalidad.
Y si usted, lectora, lector querido, no tienen inconveniente, muchas gracias por sus amables comentarios y aportaciones, nos leemos el próximo jueves.
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