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La indefensión del personal militar

Además de lidiar con los criminales, el personal militar tiene que enfrentar un proceso, sin dinero y sin una defensa adecuada, esa es la realidad. | César Gutiérrez

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Escrito en OPINIÓN el

La Guardia Nacional lleva aproximadamente 424 quejas por actos en contra de los derechos humanos de ciudadanos. Lamentablemente en este 2021, la Guardia Nacional se sitúa como la sexta institución con más quejas en esta materia. 

El presupuesto de seguridad que se ejerció durante la gestión de Durazo (el proyecto), se quedó a medias. Ha salido a relucir que la mayoría de los vehículos que han sufrido accidentes, muy pocos son de reciente adquisición, la mayoría son usados; lo cual ha provocado un sinnúmero de fallas por el tiempo de uso. Lo mismo ocurre con el vestuario, equipo y armamento con el que dotan a los elementos. La secretaria de seguridad ciudadana Rosa Icela Rodríguez requiere hacer una buena auditoría, para que se dé cuenta de la triste realidad.  

Cuando revisamos la ley de la Guardia Nacional y su reglamento, se especifica claramente cuál son sus objetivos, facultades y atribuciones. Luego entonces ¿qué sucede? ¿Los mandos territoriales, estatales y de batallón acaso no le dan cumplimiento a la ley? ¿Qué sucede con la supervisión y sus acciones de mando inmediatas de los comisarios e inspectores? Ganan muy bien como para no hacer su chamba. Ahora bien, la Gestión de Procesos en la Administración Pública permite alcanzar de forma más eficiente mejores resultados mediante el arduo análisis de las etapas de este proceso que son: planeación, organización, dirección y control, para la vida y operación de las Guardias Nacionales.

Muchos creen equivocadamente que solicitar e informar de las novedades reales es dar problemas al superior jerárquico. Esto no es así, todo es un trabajo de equipo para llegar a un fin; pero el desconocimiento de la administración pública del medio civil los deja fuera de combate al enfrentarse a políticas y procedimientos. 

Por otro lado observamos que el personal militar que pasó a la Guardia Nacional, legalmente se encuentra  de licencia especial. Así se estipula el art. 171, la ley orgánica del Ejército y FAM, facultad  pero sin goce de haberes, que incluso a la letra dice “…Es facultad del Presidente de la República y en su caso del Secretario del Ramo, conceder o negar esta licencia, y en caso de ser concedida, será para el desempeño específico del empleo o comisión señalados en la solicitud y por el término que se haya establecido al autorizarla. Los casos de licencia previstos en las fracciones I y III serán concedidos cuando se justifique, pero sin goce de haberes…” Por lo tanto, todo ese personal militar queda bajo el mando directo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y su esfera jurídica se engloba en la LEY DE LA GUARDIA NACIONAL y su reglamento. Por esta razón, hemos observado que se inician carpetas de investigación por el fuero militar. Provocándose una extraña mezcla para que se cumpla con el debido proceso.

Este tipo de situación ha puesto al personal militar en un estado de indefensión, porque además de lidiar con los criminales, ahora tienen que enfrentar un proceso, sin dinero  y sin una defensa adecuada, esa es la realidad. Todo esto se hubiera evitado si desde un principio se hubiera aplicado una estrategia lógica y ordenada, con sus alcances para brindar la seguridad pública, que tanto necesita el pueblo mexicano.

Por otro lado, en Aguililla, Michoacán, elementos militares que se  encontraban en una Base de Operaciones fueron agredidos, resultando fallecidos dos elementos del Ejército Mexicano pertenecientes al 65/B.I. Esto fue resultado de un artero ataque por parte de miembros de la delincuencia organizada que se encontraban en un campamento  de entrenamiento presuntamente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Estas acciones dejan de manifiesto que el trabajo de inteligencia está fallando. No es posible que se envíe al personal militar a una zona que se sabe es de alto conflicto, donde incluso se ubica un campamento de la delincuencia organizada, sin tomar las medidas de seguridad necesarias.

El Sargento 2/o de Infantería Víctor Hugo “N” “N” y el soldado de Infantería Moisés “N” “N”, elementos militares de los cuales omito sus apellidos y lugar de origen por cuestiones de seguridad,  fueron arteramente asesinados en cumplimiento del deber. Dejaron viudas y huérfano. No es posible que al dar las órdenes de las operaciones, no se haya tenido conocimiento que los elementos militares de esa base de operaciones estarían bajo riesgo de un ataque, artero y cobarde, por parte de la delincuencia organizada.

El comandante de la 43/a Zona Militar tuvo que salir al rescate del personal militar. De forma inmediata se trasladó al lugar de los hechos vía aérea, con una fuerza de reacción helitransportada y personal médico, para evacuar al personal lesionado, reforzando así con la fuerza de reacción la base de operaciones para proporcionar seguridad y evitar otro posible ataque de la delincuencia organizada al personal militar de esa base de operaciones.

Por último, tuve oportunidad de ver la entrevista que hace Sabina Berman a Gilberto Lozano donde, entre muchos temas, el líder de  de FRENA habla sobre lo que han dicho de él tres generales retirados en apoyo a su movimiento, mostrando su descontento por parte de estos elementos militares retirados. Me llama la atención que menciona al General de División D.E.M. Ret.  Sergio Aponte Polito, General de División D.E.M. Ret. Carlos Gaytan Ochoa y al General de Brigada Ret. Mauricio Ávila Medina, quienes públicamente han sido opositores al régimen del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero que jamás han declarado públicamente su apoyo al movimiento Frente Nacional AntiAmlo (FRENA). Me interesaría preguntarles personalmente a dichos generales su opinión. Me parece que Gilberto Lozano está utilizando el nombre de estos militares retirados para tratar de llamar la atención y hacer creer que las Fuerzas Armadas están hablando por medio de terceros, lo que no solo es falso, sino además fantasioso. Pero en tiempos políticos todo se vale, hasta revivir muertos e inventar caudillos militares de oposición. Quién sabe, tal vez es parte de su estrategia de guerra psicológica como parte de su plan para derrocar a un presidente. ¿Qué opinarán los generales mencionados, considerados ahora golpistas, de acuerdo a la estrategia y etapas que maneja Gilberto Lozano para derrocar a un presidente?.