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La guerra contra las elecciones

Las elecciones mexicanas se volvieron creíbles a pesar de los reiterados intentos de los partidos políticos por debilitar al árbitro electoral que ellos mismos crearon.

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Escrito en OPINIÓN el

Hace dos décadas, cuando se perfilaba como una realidad la alternancia en el poder y la pluralidad en el Congreso, las amenazas para los procesos electorales mexicanos eran un padrón deficiente, reglas poco o nada claras, compra de votos, robo de urnas y en suma, procesos electorales cuestionables.

 

Para superar todas las anteriores deficiencias de las elecciones mexicanas, los partidos políticos impulsaron –entre 1996 y 1997-, la gran reforma que dio como origen un IFE ciudadanizado, el control del gasto en las campañas, el tope en el gasto y en general, elecciones confiables.

 

A lo largo de dos décadas y en medio de tumbos, las elecciones mexicanas se volvieron creíbles a pesar de los reiterados intentos de los partidos políticos por debilitar al árbitro electoral que ellos mismos crearon.

 

Sin embargo, a la vuelta de los años, las amenazas son de otra naturaleza. Las elecciones mexicanas están en riesgo no por las causas habituales, sino porque el llamado magisterio disidente, agrupado en la CNTE-CETEG, se convirtió en una mafia a la que no le importa la educación de millones de niños, tampoco le interesa elevar el nivel de preparación de los estudiantes en escuelas públicas y menos conseguir que el magisterio llamado disidente reivindique sus causas.

 

No, a la CNTE y la CETEG no les importa la democracia, la estabilidad, la economía, la gobernabilidad y tampoco les importa la seguridad en el país.

 

Sólo buscan mantener sus pingües beneficios miles de millones de pesos que anualmente les paga la Secretaría de Educación, no por dar clases sino por practicar los “deportes de moda”: La marcha, el plantón, la movilización, el mitin… para forzar a la autoridad a que siga regalando dinero a esa mafia magisterial.

 

Pero los pillos de la CNTE-CETEG no tienen límite. Primero se opusieron a la reforma educativa, hoy intentar tirar la reforma educativa y mañana a nombre de la lucha contra la reforma educativa pretenderán anular las elecciones en estados como Oaxaca, Guerrero y Michoacán.

 

Dicho de otro modo si la CNTE y la CETEG ya secuestraron a la educación pública pronto secuestrarán las elecciones municipales y estatales en esas entidades.

 

Y si tienen dudas basta revisar los llamados “a la guerra santa” que formuló la CETEG, en Guerrero y la CNTE en Oaxaca.

 

Llaman a boicotear las elecciones, a impedir el voto en todas las urnas que se instalarán en los miles de centros escolares de esas tres entidades.

 

Intentan anular tantas casillas como sea necesario para, a su vez, anular los procesos electorales. ¿Y qué buscan con ello? Mantener sus privilegios sobre miles de millones de pesos.

 

Al tiempo. 

 

@RicardoAlemanMx