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La guadaña y los 400 mil negocios

El Estudio sobre Demografía de los Negocios 2021 señala que entre mayo de 2019 hasta julio de 2021, murieron en México 1.6 millones de MiPyMes. | Carlos Gastélum

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Escrito en OPINIÓN el

Durante el confinamiento por la pandemia sufrimos dolorosas pérdidas humanas, y la triste despedida de millones de negocios. Frente a los ojos de la cotidianeidad, o al visitar sitios que atesoraban una buena panadería, la ferretería de confianza o las tortas de la señora de alguna esquina, vimos como muchos establecimientos cerraron para siempre. 

Cuando pensamos en empresas, usualmente nos imaginamos a las grandes corporaciones que tienen presencia por doquier: supermercados, tiendas departamentales, fábricas, restaurantes de cadena, entre muchas otras. La realidad es que 99.8% de todos los negocios del país son las micro, pequeñas y medianas empresas, también conocidas como MiPyMes. 

Las micro son las que tienen hasta 10 empleados, las pequeñas hasta 50 (salvo para el sector comercio que son hasta 30), y las medianas hasta 100 (en el sector industrial es hasta 250). Son estas las que ponen el motor económico de la gente común en marcha, día con día, y que aportan alrededor de la mitad de los empleos nacionales con poco más de 27 millones. Todas son cifras del INEGI. 

Dicho Instituto publicó, recientemente, el Estudio sobre Demografía de los Negocios 2021. Ahí señala que, entre mayo de 2019 hasta julio de 2021, murieron en México 1.6 millones de MiPyMes: una mortalidad del 32.6%. Para ponerlo en otros términos: en los 27 meses que corrieron desde el semestre previo a la pandemia hasta la conclusión de su punto más álgido, una de cada tres MiPyMes en el país desapareció. De entre estas, tres de cada diez eran informales y dos de cada diez eran formales. 

Uno supondría que dado que las MiPymes representan un abrumador porcentaje de los negocios y del cual depende casi la mitad de la fuerza laboral mexicana, se habrían realizado esfuerzos desde el sector público para prevenir su colapso. Esa suposición es incorrecta. Apenas el 10% de las MiPymes recibió algún tipo de apoyo financiero.

Pero el nivel de desastre no fue parejo en todas las entidades federativas. En Quintana Roo, por ejemplo, casi la mitad de todas las MiPymes (45.7%) murieron, y le siguieron en orden Colima (41.9%), Nuevo León (39.8%) y Aguascalientes (39.4%). Si bien es verdad que este tipo de empresas suelen tener un ciclo de vida menor a las grandes, rondando entre los 5 y 8 años, la atipicidad en la desaparición durante la pandemia sugiere la mayor destrucción de negocios en la historia moderna de México. 

Intentando ver el lado positivo, el INEGI reporta que en el mismo periodo se tuvo el nacimiento de 620 mil establecimientos en 2020, y de un millón 190 mil en 2021. Sin embargo, de los 4 millones 857 mil que había en mayo de 2019, para julio de 2021 estos eran de 4 millones 460 mil, tomando en cuenta las muertes y nacimientos. La guadaña tuvo como saldo final 400 mil empresas menos.  

México vive de los grandes capitales nacionales y extranjeros, de las aparatosas industrias, de sofisticadas fábricas e impresionantes cadenas de logística, pero también vive de sus abarrotes, barberías y cafés kawaii. Las MiPyMes también cuentan y merecen un mejor trato del que hoy tienen, empezando por los gobiernos, las cámaras empresariales y nosotros los consumidores. Compremos local. Para uno quizás sea poca la diferencia; para ellos puede ser cuestión de vida o muerte.