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La FIL del TEPJF y el voto electrónico

La instrumentación de la urna electrónica tendría que implementarse bajo un esquema similar a la operación de una casilla “tradicional”. | Fernando Díaz Naranjo

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Escrito en OPINIÓN el

En el marco de la Séptima Feria Internacional del Libro del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que tuvo verificativo del 25 al 27 de septiembre de este 2019, dedicada al tema “Democracia y Tecnología”, tuve la oportunidad de participar en un taller denominado “Implementando del voto electrónico”.

En dicho taller, discutimos por alrededor de tres horas los beneficios de la utilización de la urna electrónica de forma vinculante en procesos electorales, así como también hubo posiciones en contra sobre la utilización de dicho mecanismo, principalmente por la vulnerabilidad que algunas tecnologías sufren, sobre todo por los llamados hackers.

Sobre dicho taller me gustaría resaltar los aspectos positivos que están abriendo el espacio para la posible utilización de la urna electrónica en elecciones tanto federales como locales.

Lo primero que quiero destacar es el posicionamiento del Instituto Nacional Electoral (INE) en avanzar hacia la implementación de la urna electrónica retomando las experiencias de institutos electorales locales como Coahuila, Jalisco y la Ciudad de México.

Si el INE lleva a cabo un ejercicio, aunque sea en una proporción menor, en la elección de 2021 contará con muchos elementos tangibles de las bondades que trae consigo la utilización de las urnas electrónicas para recibir el voto de los ciudadanos.

En la opinión de un servidor, la instrumentación de la urna electrónica tendría que implementarse con las siguientes características, mismas que en dicho taller fueron referidas por varios participantes y que comparto de forma resumida:

1.    Que su implementación se realice bajo un esquema muy similar a la operación y funcionamiento de una casilla “tradicional”, es decir, que el ciudadano se identifique con su credencial de elector ante los funcionarios de casilla; que se le busque en el listado nominal y, plenamente identificado, se le permita votar en la urna electrónica la cual deberá contar con todos los elementos que salvaguarden la secrecía del voto tanto en el aspecto informático como en el operacional, es decir, que cuente con una mampara, cortinilla y demás aditamentos.

2.    Para la atención de las personas con alguna discapacidad, la urna electrónica deberá contar con los aditamentos correspondientes.

3.    Preferentemente la urna electrónica deberá emitir unas papeletas pequeñas en cada voto recibido para que, si la votación resaltará impugnada los órganos jurisdiccionales puedan verificar el cómputo digital con el manual.

4.    Se hizo el planteamiento para que se analizara otorgar al ciudadano una especie de contra recibo de su voto.

5.    Agregaría que las urnas electrónicas cuenten con una batería para que en caso de que se vaya la luz estas sigan funcionando a plenitud.

6.    La urna electrónica no debe estar conectada a la red, sino todo lo registrado debe quedar en una especie de memoria para que, en presencia de los funcionarios de casilla, así como de los representantes de los partidos políticos, se emita el cómputo respectivo de casilla para que, posteriormente como si fuese parte integrante del paquete electoral, sea remitido a la sede del Consejo Distrital que corresponda.

Por supuesto, muchos detalles más deben ser especificados por lo que considero que el INE, conforme a sus atribuciones conferidas con la reforma de 2014, debe ser la instancia que, en coordinación con los 32 Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE), encabece la definición de los criterios uniformes para la eventual implementación de urnas electrónicas.

La votación electrónica a través de estos dispositivos, traería muchas bondades, entre las que destaco las siguientes:

·         Un ahorro de recursos en un mediano plazo.

·         Un proceso de registro del voto ciudadano en plazos más cortos.

·         La urna electrónica procesaría la información de los votos registrados y emitiría, desde la casilla, el cómputo de la misma evitando errores humanos.

·         No sería la implementación de los Programas de Resultados Electorales Preliminares toda vez que con las urnas electrónicas se estaría emitiendo prácticamente el cómputo de la elección que corresponda, salvo los medios de impugnación que los actores políticos consideren interponer.

·         La urna electrónica podría integrar las boletas virtuales tanto de la elección federal como las de las entidades que sean concurrentes.

·         La urna electrónica podría inclusive registrar la fotografía de la y los candidatos.

Bajo este esquema brevemente descrito me parece que se estaría en condiciones de ir completando el círculo de la votación electrónica para que, en 2024, sean utilizadas un mayor número de urnas electrónicas de forma vinculante en nuestro país, así como se implemente el voto por internet para los mexicanos que residen en el extranjero tanto a nivel federal como local, según lo determinen las legislaciones electorales correspondientes.

Por todo lo anterior, felicito al TEPJF por generar este tipo de espacios que permiten a las autoridades que toman decisiones, contar con mejores elementos para implementar la votación electrónica en beneficio de nuestra democracia y de sus ciudadanas y ciudadanos.

¡Hasta la próxima!