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La estrategia en el debate

No debemos dejar de lado que los debates son otros de los eventos públicos dentro de una campaña presidencial y, en este sentido, de una estrategia electoral

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Escrito en OPINIÓN el

El primer debate entre la candidata y los candidatos a la presidencia de nuestro país dejó muchas cosas que analizar, así como dudas en las propuestas para solucionar los principales problemas de nuestro país.

Propuesta anticorrupción de los candidatos

El formato fue diferente, más ágil y dinámico, y con mayores posibilidades de contrastar posiciones y propuestas entre las personas que aspiran a ocupar la titularidad del poder ejecutivo de la nación.

Los análisis del debate van desde la ropa que usó cada uno, el lenguaje corporal, las propuestas, los cuestionamientos y, por supuesto, las críticas entre los planes de gobierno de cada candidatura.

¡Ay, México!

Vendrán otros dos debates en mayo y junio, en Mérida y Tijuana, con un formato más dinámico y con otras materias sobre las que la y los candidatos deberán pronunciarse.

El desempeño en el debate

El desempeño de cada candidato fue distinto, pero la mejor estrategia para enfrentar el debate corrió a cargo de Ricardo Anaya. Es cierto, ninguno convenció ni salió airoso de las críticas respecto a sus posturas sobre diversos temas plasmados en la prensa o en diversos eventos públicos. Andrés Manuel López Obrador cumplió con el cometido del candidato que va a la cabeza en las preferencias electorales: mantener el liderazgo en la contienda.

Las secuelas del “debate del siglo”

Los candidatos que debaten lo hacen desde escenarios diferentes. La candidatura que lidera la contienda es la que tiene más que perder y la que menores incentivos tiene para debatir. Por el contrario, la candidatura que está al fondo de las preferencias electorales es la que tiene que arriesgar todo para intentar conseguir un mejor posicionamiento de cara a la jornada electoral. Así se explica la forma en la que cada candidato contesta o aborda los temas y cuestionamientos dentro de un debate.

Andrés Manuel no iba a explicar, exponer o arriesgar nada porque desde la posición del puntero, tiene mucho que perder y poco que ganar. Se trata de personalidades y estilos diferentes entre los candidatos, pero también de estrategias distintas para enfrentar un debate del que puedan obtener las mayores ventajas para sus candidaturas.

Hasta de la edecán nos privaron

Nada es casual en un debate

En este sentido, los debates no nos ayudan a conocer a los candidatos sino los puntos que benefician a sus candidaturas. Los equipos de campaña y el candidato definen lo que debe decir, cómo debe decirlo y qué no debe decir, de acuerdo con las fortalezas y debilidades de su candidatura en función de los estudios de opinión y análisis que cada campaña lleva a cabo, así como los puntos negativos y positivos de las candidaturas rivales.

Los debates constituyen una de las formas que tenemos los ciudadanos para informarnos acerca de los candidatos y sus propuestas escuchando los planteamientos de cada uno sobre un conjunto acotado de temas; sin embargo, es necesario que acudamos a otras fuentes para contar con los mayores y mejores elementos que nos permitan ejercer el voto de manera informada y razonada. Los debates cumplen con una función muy valiosa en nuestra democracia al acercarnos a los candidatos, a sus planes de gobierno y a sus ideas sobre determinadas materias, pero no debemos dejar de lado que se trata también de otro de los eventos públicos dentro de una campaña presidencial y, en este sentido, de una estrategia electoral.

Primer debate presidencial

@C_Humphrey_J | @OpinionLSR | @lasillarota