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La erosión de las responsabilidades

En un régimen democrático debe existir la rendición de cuentas. | Marco Adame

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Escrito en OPINIÓN el

El gobierno federal dio por concluida la “Jornada Nacional de la Sana Distancia” e inició el regreso a la “nueva normalidad”. La manera de reactivar las actividades importa y debe realizarse con responsabilidad a fin de garantizar la salud y el bienestar de los ciudadanos.

En lugar de eso, lo que tenemos son claros ejemplos de la falta de responsabilidad como es el hecho de relajar las medidas cuando: no se ha alcanzado el pico de la curva y superamos los cien mil contagios; rebasamos las diez mil muertes con una de las peores tazas de letalidad a nivel mundial (10.7%); y en los últimos días México figura entre los 5 países que más muertes diarias reporta por el coronavirus.

Claramente algo se está haciendo mal y en la Secretaría de Salud existe un subregistro de casos de la enfermedad. Esto ha sido evidenciado por diarios internacionales que hablan de que las cifras de contagio manejadas por el gobierno mexicano son falsas. Asimismo “Mexicanos contra la Corrupción” publicó una investigación donde se muestra que el número real de muertes en la Ciudad de México era tres veces más que las reportadas por el gobierno.

Uno de los problemas es que a pesar de que la Organización Mundial de la Salud ha insistido reiteradamente a México sobre la necesidad de que se realicen más pruebas de detección -estrategia que han seguido los países que mejores resultados han tenido combatiendo la pandemia como Corea del Sur, Japón y Singapur-, el gobierno se rehúsa a hacerlo.

Al no realizar la identificación temprana de los portadores del virus y su aislamiento, se permite la libre propagación del virus ya que no se cortan las cadenas de transmisión, lo que contribuye a los altos números de contagios y muertes. Baste con mencionar el caso de la “paciente 31” en Corea del Sur, quien al negarse a hacer la prueba provocó el contagio de más de mil personas.

Asimismo, deben deslindarse responsabilidades por el desabasto en los hospitales de los insumos para combatir al covid-19. El gobierno tuvo el tiempo suficiente para prepararse, no obstante, los médicos padecen por no contar con el material necesario. Un día sí y otro también hemos visto al personal médico manifestarse en las calles ya que o carecen de insumos o estos son defectuosos y llegan a cuenta gotas.

El contar con lo necesario para combatir la pandemia no es un favor que el gobierno haga al personal médico; sino un derecho que ellos tienen garantizado en la Constitución, en la Ley General de Salud, en la Ley Federal del Trabajo y en tratados internacionales. Es por ello que deben hacerse las investigaciones correspondientes a fin de deslindar las responsabilidades que existan por estos hechos.

Mientras tanto, la Secretaría de Salud, en su último reporte sobre los contagios entre el personal médico, confirmó 20 mil 217 infectados y 271 decesos. La tasa de letalidad asciende a 1.34%; lo cual es mayor a lo observado en países con muchos más contagios que el nuestro como España con una tasa de 0.12%, Italia de 0.7% y Estados Unidos de 0.5%.

El vocero del gobierno argumenta que el personal de salud que falleció por el covid-19 contaba con enfermedades previas como la obesidad, hipertensión, diabetes y asma. Pero esto no exime de responsabilidades, es necesario investigar si el contagio se debió a que el personal médico no contó con el material necesario para trabajar protegiendo su salud y también por qué a pesar de que eran personas en riesgo estaban asignadas a atender la pandemia.

Hay también elusión de responsabilidades cuando el vocero del gobierno anuncia que delegan las medidas de mitigación de la epidemia a los estados. Esta es una responsabilidad irrenunciable plasmada en la Constitución que obliga a la Secretaría de Salud en caso de epidemias a dictar “las medidas preventivas indispensables, a reserva de ser después sancionadas por el presidente de la República”. (art 73)

Y a pesar de lo grave de la situación en México, el presidente decidió reanudar sus giras alrededor del país. Esto, además de representar un riesgo para el personal que lo acompaña y para las personas que participen en los actos públicos, enviará a la población un mensaje que influirá en el relajamiento de las medidas de distanciamiento y podría llevar al incremento de los contagios.

También habrá responsabilidad del gobierno por la crisis económica agravada por la falta de apoyos a las empresas y por haber ahuyentado las inversiones de nuestro país con decisiones como la cancelación del aeropuerto de Texcoco, la cancelación de la cervecera en Baja California y el bloqueo a las empresas que invirtieron en energías renovables, entre otras.

En un régimen democrático debe existir la rendición de cuentas. No puede haber Estado de Derecho cuando se erosionan las responsabilidades y no se exige el cumplimiento a la ley. Es necesario que se deslinden responsabilidades por las faltas, los malos manejos y sus graves consecuencias, ya que lo que está en juego es la vida, la salud y el bienestar de los mexicanos.