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La energía que necesitamos (III): la transformación que viene

La Ley de la Industria Eléctrica, es apenas el inicio de lo que será, la transformación del mercado de producción de electricidad en México. | Ismael Jiménez

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Escrito en OPINIÓN el

El choque entre el gobierno y el grupo de privados a raíz de la nueva Ley de la Industria Eléctrica (LIE), apenas inicia; el tema va más allá de los asuntos mercantiles, ya que tiene una fuerte carga política.

Y es que tanto a los partidos de oposición, como al grupo de empresarios antagonista y al ala de comunicadores que se han erigido como contrapeso político, les urge equilibrar las fuerzas en la cámara de senadores y diputados en los comicios de junio venidero.

En su visión, la propuesta energética de la 4T, es una conjura contra la libre competencia y el libre mercado. Lo que no dicen, y difícilmente aceptarán, es que las ventajosas condiciones para los privados establecidas en la reforma de los artículos 25, 27 y 28 constitucionales en la reforma de Peña Nieto, amarraba de manos a la CFE, precisamente para competir. Esto, ante el argumento de que la paraestatal, es una empresa obsoleta y poco productiva. Y lo que les pareció más sencillo, fue marginarla jurídica y comercialmente.

La nueva LIE, modificó precisamente esos artículos para devolver a la CFE, condiciones de competencia y desarrollo. Si se revisan con cuidado los cambios de 2013 y los actuales a la ley energética, la diferencia radica en dotar al gobierno, como eje rector del mercado no sólo para la producción y transmisión, también para establecer las condiciones que más beneficios conceda al Estado en el mercado eléctrico.

Pero hay dos aspectos relevantes, que van más allá de la polémica reforma del sector eléctrico implementada por la 4T.

En primera instancia, no sólo en México, en todo el mundo, la demanda de energía eléctrica, se incrementará de manera importante en los próximos años.

La electrificación de los autos, el incremento de la conectividad digital, las ciudades inteligentes, el aumento de las transacciones digitales y la automatización industrial a través de la Manufactura 4.0, demandarán mayores volúmenes de energía eléctrica, y ello, requerirá de todas las fuentes disponibles para generar electricidad.

En este escenario, la participación del sector privado será importante en la generación de energía eléctrica, pues ni las llamadas energías renovables, ni la generación de electricidad con recursos fósiles, por sí mismas, serán suficientes para cubrir el incremento de la demanda que se avecina.

Para que esto sea posible, se deberá impulsar y fomentar la producción eléctrica con modelos mixtos y de ciclo combinado para cubrir los requerimientos de electricidad que se demandarán.

El segundo aspecto, también relevante para el mercado eléctrico mexicano, es el de la transmisión y distribución de energía eléctrica. Este, me parece el más importante, pues actualmente, CFE gestiona la infraestructura de transmisión y distribución de electricidad y ante el aumento de la demanda, será importante el papel de la Comisión Federal de Competencia Económica para regular el mercado, no sólo de la producción, sino también de la transmisión y distribución de energía eléctrica.

En ese contexto, el sector eléctrico, se encuentra en el mismo escenario al que se enfrentó el sector telecomunicaciones a principios de siglo, cuando había un jugador preponderante dueño de la infraestructura de la transmisión de datos y conectividad, que eran Telmex y América Móvil de Carlos Slim.

Recordemos que, durante la reforma de telecomunicaciones, desaparecieron al menos cinco empresas y otras más se retiraron de México al no encontrar condiciones de competitividad para operar en el país.

Este es el escenario que enfrentará el mercado eléctrico mexicano en los próximos años, pues más allá de los productores y las demandas que interpondrán algunas empresas ante la nueva LIE, el capítulo que se avecina, se centrará, en la participación de la distribución y transmisión de electricidad en México.