Por el contrario, la elección interna se ha caracterizado por el intercambio de acusaciones y un encono cada vez mayor entre la militancia, lo que sumado a los señalamientos de corrupción que incluso han llegado a ocupar las primeras planas de algunos medios, han propiciado que la percepción negativa siga creciendo.
A nadie debe extrañar que en una contienda político-electoral se despierten pasiones y que a partir de la estrategia de los candidatos y sus equipos se recurra al contraste, la denuncia mediática o a la presentación de recursos judiciales, pero no es una buena noticia para Acción Nacional que a escasas dos semanas de iniciado el periodo de campaña –y faltando mes y medio para el día de la votación-, hayan alcanzado esos niveles de estridencia.
Desde cualquier ángulo que se le quiera ver, el costo de la polarización que se está gestando al interior es muy alto. Con un partido dividido, con enormes dificultades para construir una agenda común, en el que las diferencias políticas trascienden al ámbito de lo personal y con una opinión muy poco favorable de la ciudadanía, las expectativas no pueden ser muy alentadoras.
No es fortuito que apenas el pasado domingo en que se llevó a cabo la Asamblea Nacional para ratificar a los integrantes del Consejo Nacional la Presidenta del PAN, Cecilia Romero, advirtiera sobre el riesgo de destruir al partido como consecuencia de la lucha interna que se está viviendo. Por momentos, tal pareciera que esa es la apuesta lo que resulta muy preocupante ya que además de no ser conveniente para dicho instituto político, tampoco lo es para nuestro sistema democrático que requiere de los contrapesos y equilibrios que solo se pueden lograr a través de partidos de oposición sólidos.
Por todo lo anterior, es urgente hacer un alto en el camino y abrir los espacios necesarios para reflexionar en serio sobre el futuro del PAN. Creo que la disyuntiva no está en optar por uno o por otro candidato pues de mantenerse el escenario actual podría dar lo mismo, la verdadera elección radica justamente en decidir si se insiste en el camino de la autodestrucción, o si se cuenta con la capacidad y visión para superar los agravios y emprender un esfuerzo conjunto que permita resolver los asuntos pendientes y trazar nuevos horizontes. El resultado solo o sabremos con el tiempo que por cierto, ¡se está agotando!
@agus_castilla