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La disputa por Sinaloa

El candidato morenista Rubén Rocha Moya anda un poco molesto y el conflicto de interés y el tráfico de influencias podrían tambalear su proyecto. | Lourdes Mendoza

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Escrito en OPINIÓN el

La tierra de Ovidio está en disputa. Hace un año todo el mundo decía: la elección se la llevará, de calle, Morena; sin embargo, la elección de Mario Zamora por parte del gobernador Quirino Ordaz, de acuerdo con las encuestas, fue acertada. Con decirles que en el webinar que organizamos en El Financiero, y que tuve el privilegio de moderar entre Lorena Becerra, Alejandro Moreno y Roy Campos comentaron: Sinaloa la veo peleada, incierta y ojo, respectivamente. Echando abajo la teoría de la conspiración de que el góber había pactado con el presidente López Obrador.

Ahora bien, Rubén Rocha Moya, el candidato moreno en Sinaloa, pareciera que anda un poco molesto. Con decirles que el otro día arremetió contra una periodista, y la descalificó llamándola “una defensora del viejo régimen”.

Les cuento: durante una rueda de prensa, el abanderado de la alianza Morena-Pas (Partido Sinaloense) se lanzó verbalmente contra la periodista Arely Hernández, de Plataforma Noticias y Foro Abierto, por diferir con él por los apoyos federales al campo.

RR.- “Desde que entró Andrés Manuel como presidente, ¿cuándo han visto que se tomen las casetas porque no les pagan los estímulos al sector agrícola?”.

AH.- “Si ahora los agricultores recurren a ese tipo de protestas se les denuncia penalmente y pueden ir a la cárcel hasta por siete años”, con lo que se sugiere que, más que brillar el respaldo de las autoridades, llama la atención la represión.

Sin más, el candidato morenista a la gubernatura de Sinaloa ironizó:

RR.- “¡Ah, mira!, tenemos una defensora del viejo régimen aquí”.

Obvio, varios de sus compañeros apoyaron su postura sobre el tema y le pidieron que no la denostara, y tuvo que ofrecerle una disculpa. ¡Quihúboles!

Alianzas espurias

Su mal humor, se dice, no es por el cansancio, sino porque en su momento no conoció o borró las palabras conflicto de interés y tráfico de influencias de su diccionario, las cuales hoy lo pudieran alcanzar y herir mortalmente su proyecto.

No mentir, no robar, no traicionar era su apostolado a partir de las máximas del presidente López Obrador; sin embargo, en su desesperación por ser gobernador, construyó alianzas con grupos a los que el propio AMLO ha condenado en el pasado por sus excesos, cacicazgos y corrupción.

Siendo más específica, en el 2018, como candidato a senador, Rocha Moya calificó de corrupto a Héctor Melesio Cuen Ojeda, quien tiene el control, operativo y financiero, de la UAS. De hecho, hasta lo acusó de mercantilizar electoralmente a maestros y estudiantes, a quienes obliga a hacer campaña en favor de su partido, el Pas. Rocha entonces le restregó que debería ser investigado y castigado, pero además, le advirtió que la UAS sería liberada. Y no es por echarle más limón a la herida, pero ahí están los testimonios públicos de López Obrador, como candidato y luego como presidente, condenando los cacicazgos dentro de la UAS.

Tres doritos después

La ambición de poder los juntó: Rocha fue corrompido; no, no sean malpensados, fue conquistado por Cuen, quien ya le puso a su disposición no sólo a su partido, sino a la misma UAS. Así el tamaño de su incongruencia.

Por si algo faltara, Rocha sumó a Gerardo Vargas Landeros, el otrora poderoso secretario general de Gobierno durante el sexenio de Malova. Gerardo quiso ser el candidato a gobernador, primero por el PRI, luego por RSP y de ahí, como buen chapulín, brincó a Morena, pero tampoco se la dieron. Luego quiso ser candidato a alcalde de Culiacán, pero se la dieron en Ahome. Léase, un hombre congruente y consistente… con la ambición.

Los negocios

Aunque en su declaración 3 de 3, Rubén Rocha Moya dice no tener conflicto de intereses, lo cierto es que falta a la verdad, en una información que tardó en actualizar casi tres años y lo hizo, más que por convicción, obligado por la coyuntura electoral.

Una investigación efectuada señala que la constructora Chocosa, SA de CV, propiedad de sus hijos, ha sido beneficiada con contratos millonarios a lo largo de dos sexenios; en uno de ellos, su papá era coordinador de asesores. Son 17 los contratos de obra pública obtenidos por casi 32 mdp entre el 2010 y 2018. La suspicacia aumenta, pues solamente dos de los 17 contratos se obtuvieron mediante una licitación pública. El resto por adjudicación directa. ¡Chulada de influencias! ¿Pensó en Vargas Landeros? Qué malpensados, eh.

Haciendo camino al andar

Mientras sus hijos pavimentaron caminos, construyeron ciclopistas y revistieron caminos, Rocha Moya sintió construir su proyecto político, por tercera ocasión, pero con peligro de socavones por sus alianzas con Cuen y Vargas, figuras identificadas a la corrupción en Sinaloa.

Joya

No me lo van a creer, pero el jueves pasado el tema principal de la reunión entre la SEP y los gobernadores de la Conago era el regreso a clases, pero ¿qué creen? Que la secretaria Delfina Gómez no se pudo conectar, que disque por problemas de internet, dejándolos plantados. ¡Ver para creer!

La columna de Lourdes Mendoza Peñaloza se publicó originalmente en El Financiero, reproducida aquí con autorización de la autora.

*Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.