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OPINIÓN

La disputa de junio

Lo que se pone en la palestra es la preservación de la capacidad de un partido de detentar la mayoría en la Cámara baja. | Ricardo de la Peña

Escrito en OPINIÓN el

El primer domingo de junio, dentro de dos y medio meses, se celebrará una jornada electoral a nivel nacional en la que la ciudadanía podrá elegir entre diversas opciones quiénes serán sus representantes en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, quiénes sus gobernadores en casi la mitad de las entidades federativas del país, quiénes integrarán los Congresos estatales y en la Ciudad de México —donde también se elegirán alcaldes— y quiénes los ediles y otros integrantes de los cabildos de muchísimos municipios.

 

 

La disputa por la Cámara

No es para nada un asunto menor lo que está en juego en la elección de la diputación federal. Aunque serán múltiples las opciones a elegir en cada distrito y circunscripción, en términos prácticos lo que se pone en la palestra es la preservación de la capacidad de un partido de detentar la mayoría en la Cámara baja y con ello reformar leyes secundarias sin el concurso de otras fuerzas políticas, y de esta misma organización con sus aliados de integrar una mayoría calificada que les posibilite aprobar reformas constitucionales, aunque el Senado no goce de dicha mayoría y sus oponentes puedan obstaculizar sus pretensiones. 

Entonces, lo que pase en las urnas definirá las condiciones iniciales de la relación de fuerzas para la competencia y negociación entre opciones políticas antagónicas. Y son iniciales solamente, pues existe la posibilidad de posteriores traslados de legisladores de una formación a otra, lo que puede propiciar, como de hecho lo hizo para la actual legislatura, una composición diferente a la elegida por la ciudadanía. Luego, el ejercicio del derecho individual de cada diputado de definir su adscripción vuelve moneda de cambio su adscripción a una fracción y crea una distancia entre representación y preferencias electorales, más allá de las deformaciones que derivan de normas que no garantizan la equivalencia entre votos y curules por partido.

 

 

Las elecciones locales

A la referida disputa se suman múltiples y relevantes contiendas por gobiernos locales, sean para el Ejecutivo, el Legislativo o para la conformación de alcaldías. Esta lucha tiene una doble importancia: por un lado, definirá el reparto de poderes entre opciones políticas en el mapa local, pero a la vez impactará en el sentido del sufragio para la diputación federal. Y conforme los datos disponibles hasta el momento, no hay nada aún escrito y los márgenes de variación de los resultados posibles por entidad y para el agregado nacional, son suficientes para construir muy disímiles escenarios sobre lo que será el reparto futuro.

Es por ello que se torna relevante tanto la recuperación de encuestas preelectorales confiables, realizadas por instancias conocidas mediante métodos pertinentes, como lo está haciendo el Observatorio Electoral 2021 de CEDE y el sitio oraculus.mx, y las estimaciones que en este último se están realizando sobre el reparto potencial de asientos en la legislatura federal a partir de las encuestas más serias que aportan datos sobre preferencias, que sirven de base para complejos cálculos relativos a la integración esperable de la Cámara. En estos espacios se evita dar entrada a estudios carentes del rigor requerido, a pesar de la difusión que de ellos se hace en múltiples medios y por diferentes actores interesados.