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La desconexión en política

No hay política pública que justifique la inacción de la autoridad en el ejercicio de sus funciones.

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Escrito en OPINIÓN el

La generación de políticas públicas es un proceso creativo que se origina en las atribuciones que tiene encomendada alguna dependencia pública, en las que entre otras cosas, se estudia la conveniencia, desarrollo e impacto para la implementación de acciones en el servicio público, entre otras variables más.

 

Porque pareciera que el anuncio de recortar el gasto público, pudiera haber sido consecuencia de una deficiente política pública, en la que las estimaciones y proyecciones económicas no fueron suficientes para prever que en 2016 la situación económica no sea de prosperidad, como fue diseñado producto de la reforma energética y de la reforma hacendaria o fiscal.

 

Nuevamente la subestima en el precio del petróleo es el causante que las finanzas públicas tengan que ser actualizadas, con nuevas políticas públicas para hacer frente al faltante de ingresos para cubrir los gastos y compromisos del gobierno.

 

Por esta razón es que debería pensarse con seriedad la posibilidad de sustituir, -en un determinado porcentaje-, el ingreso que obtiene el gobierno por la venta de petróleo para complementarlo con alguna otra fuente de generación de ingresos, por ejemplo, cobrando lo que verdaremente deben pagar los grandes corporativos o empresas.

 

Ojalá que esto no sea el motivo para que se deje de invertir en gasto social. Una propuesta que hizo el malogrado candidato Andrés Manuel López Obrador, es que se reduzcan las prestaciones de la burocracia dorada, consistente en teléfonos celulares, seguros de vida o viáticos de primer mundo y al mismo tiempo, que el Ejecutivo y el Congreso reduzcan los viajes de turismo político que no producen nada para el país, y cuyos temas alientan comentarios en grado superlativo.

 

Además la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) acaba de señalar que la pobreza e indigencia aumentaron en México en el último decenio, a propósito del aniversario 22 del asesinato de Luis Donaldo Colosio, en el que el “hambre y sed de justicia” de su malogrado discurso es saciado sólo para algunos cuantos y a la ciudadanía se le alimenta con corrupción e impunidad, a lo largo y ancho del país.

 

Parece una broma de mal gusto porque se envía el mensaje de que en México, la clase política está desconectada de la ciudadanía, -como lo dijera en algún momento el embajador de Holanda en México- y no parece que se comprenda que la percepción ciudadana es de enojo y molestia por el estado en que se encuentra la economía, la inseguridad o la ausencia de justicia por la inacción de la clase política, como para tomarle opinión sobre el aumento de integrantes de un Poder, que su desempeño no ha estado a la altura de las circunstancias que ha demandado el país.

 

La posible inacción en el desempeño de las atribuciones de la autoridad es el motivo por el cual fallaron los servicios de inteligencia para detectar las anomalías del presidente municipal de Iguala en Guerrero y sus consecuencias, o bien, la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán en junio del año pasado, ante las fallas y vulnerabilidades del sistema penitenciario mexicano, como consecuencia de la corrupción e impunidad.

 

No hay política pública que justifique la inacción de la autoridad en el ejercicio de sus funciones, salvo que un interés superior lo motive para hacerlo.

 

Por eso es que el desencanto de la ciudadanía con el desempeño de la clase política llega a la crítica, al desprecio, la descalificación, más cuando se descubre corrupción e impunidad y en algunas ocasiones que no son justificadas, a la ofensa y agresión.

 

Con las políticas públicas es posible detectar las necesidades de la ciudadanía y del gobierno, para ser implementadas, evaluadas y corregir lo necesario para seguir.

 

No sólo es ofertar un programa de política pública, sino que con él, se pueda aspirar a superar problemas y llegar a tener mejores condiciones de vida.

 

Pero mientras persista la desconexión entre los que idean y aprueban la implementación de políticas públicas con la ciudadanía, no podrá prosperar la economía, la seguridad o la justicia y muy seguramente, el respeto hacia la autoridad.

 

@racevesj

@OpinionLSR