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La crisis

Por donde se mire, México es desigual. Apenas el uno por ciento de la población posee el 43 por ciento de la riqueza. | José Luis Castillejos Ambrocio

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Escrito en OPINIÓN el

Los mexicanos viven actualmente una de sus peores crisis económica y social, agudizada por conflictos, violencia y desempleo. De ser una nación rica, con pujanza petrolera, eléctrica, maderable, pesquera, agrícola y ganadera, hoy está en las puertas de la miseria.

Cada vez es más cotidiano ver a niños, mujeres y hombres pidiendo dinero en las esquinas de las principales avenidas no sólo de la capital sino de otras ciudades del país. Casi 64 millones de mexicanos no pueden cubrir sus necesidades básicas y unos 25 millones de ciudadanos se irán esta noche a dormir sin haber cenado.

Por donde se mire, México es desigual. Apenas el uno por ciento de la población posee el 43 por ciento de la riqueza.

De poco o nada han servido las recetas económicas, los programas sociales, las reformas emprendidas por el gobierno. Pareciéramos condenados al sufrimiento y a seguir en la desigualdad.

A este clima se le suma la ola de violencia que afecta diversas regiones del país con ejecuciones extrajudiciales, un creciente desempleo y la insensibilidad de las autoridades por hacer una reingeniería que permita a los mexicanos vivir mejor.

Te despidieron, no tienes trabajo y no sabes cómo enfrentar tus deudas. Debes la renta, la letra del automóvil, y pagos de servicios o la hipoteca ¿Quién no ha pasado alguna vez por una situación económica adversa? Si no la has padecido, definitivamente no has vivido.

Las crisis tienden a ser cíclicas. Algunos por factores externos y otros internos. Hay que prepararse; guardar pan para mayo o como las hormigas almacenar alimentos para sortear el temporal.

Pero no. Muchas personas hacen las cosas a la inversa. Primero se divierten, despilfarran en fiestas, en francachelas, viajan y dejan para mañana el ahorro, o la inversión en una casa o un terreno. Después buscan afanosamente que el gobierno les otorgue un fondo de jubilación y, la verdad, la caja fiscal no da para tanto, ni para tantos.

Por eso hay que prepararse. A tiempo. Hoy por hoy muchos negocios están en quiebra, sea por mala administración o porque le apostaron a ser proveedores del gobierno y esto último ha sido un mal negocio y a muchos les dejaron de pagar bajo el argumento de que las finanzas, en el caso de Chiapas, están quebradas.

Si tienes un trabajo, cuídalo. Sé prudente, proactivo y eficiente y deja de perder el tiempo chateando o posteando fotos en Internet. A la larga alguien se dará cuenta y serás despedido. Una cola de personas esperan por tu puesto, no juegues tu futuro.

¿Gastas mucho en tarjetas de créditos y tiendas por departamentos? No sabes en lo que te metes. Las deudas más temprano que tarde se pagan y con intereses. Empieza por deshacerte de los plásticos, baja tu nivel de consumo y compra lo estrictamente necesario.

Orden

La gente rica lo es por ser precisamente ordenada. Estoy hablando de quienes provienen del perfil empresarial porque en el lado político hay mucho despilfarro por provenir sus fondos de dineros mal habidos. Una persona adinerada no echa en la alcantarilla el dinero, por mucho que tenga. Compra un vehículo y antes que este envejezca se deshace de él. Nunca es negocio tener un automóvil viejo porque te conviertes en esclavo de los talleres y de las refaccionarias.

Ahorrar…. ahorrar. Esa es la clave. Si ahorras un peso diario tendrás al año 365 pesos con lo cual podrás comer mínimamente 30 tacos y si tu ahorro es de diez pesos la suma se eleva a 3,650 pesos. Pero si decidieras ahorrar la suma de 50 pesos diarios o sea 1500 pesos mensuales pues tendrás en caja, a fin de año, 18,000 pesos que es una especie de aguinaldo en la clase media. Esos cincuenta pesitos los puedes ahorrar al dejar de comprar la cajetilla de cigarros, las sabritas, los chicles o los refrescos embotellados y si les sumas la ida al bar, el dinero puede ser mayor.

Si eres ordenado y ahorras el promedio de una renta de una casa de interés social, es decir apenas 2,500 pesos cerrarás el año con 30,000 y en una década puedes tener 300 mil pesos con los cuales iniciar un negocio.

¿Fácil verdad? La verdad no lo es porque todos los días queremos andar de fiesta en fiesta y de botanero en botanero.

El mejor negocio es la inversión en bienes raíces y hay muchas oportunidades de comprar terrenos con facilidades de pago y lo urgente es bajar tu nivel de deudas y dejar de pedir dinero a programas como “Compartamos”, o adquirir en tiendas donde te obligan a pagos semanales pero si te pasas un día el cobro se eleva hasta los cielos. Cuidado con comprar electrodomésticos, celulares, camas, y otros artefactos a crédito. Pagarás más del doble a la larga.

Por eso es que el pobre es cada vez más pobre porque no logran articular mecanismos que les permitan tener ingresos y ordenar sus gastos. No realices gastos superfluos. Las famosas compras a meses sin intereses son realmente un engaño como son los remates de ropa y diversos artículos en tiendas. El costo real de un pantalón en China es de 2.50 dólares, pero en los remates nocturnos te los venden a 9.95 dólares o su equivalente en pesos. No seas ingenuo.

Nunca sirvas de aval. Quien tiene necesidad ahora te jurará que cumplirá su compromiso pero te dejará ensartado con la deuda. La experiencia cuesta mucho pero no experimentes un desagrado de ese tipo.

Estrategias

Para que nunca pases por gastos médicos de salud has ejercicio, baja de peso, disminuye tu consumo de alcohol y cigarros y, sobre todo, no te estreses, una de las principales causas de muerte y derrame cerebral.

Que nunca la falta de dinero o el desempleo arruine tu vida y ve las cosas con optimismo porque debajo de ti hay personas en peores circunstancias: los que están desahuciados, a causa de una enfermedad, o los que están muertos. Piénsalo.

Si tienes un negocio cuida tu inversión. Ahorra energía eléctrica, salvaguarda tu reputación dando un buen servicio y mantén una adecuada comunicación estratégica con tus clientes.

Empieza por reducir tus gastos, disminuye el consumo de combustible, y traza tus rutas para evitar la pérdida de tiempo y dinero. Sé tú quien negocie directamente con los proveedores. No lo dejes en manos de terceros y en época de crisis bien vale la pena hacer promociones para mantener tus ventas.

Y lo más importante, busca socios estratégicos, crea alianzas y diversifícate.

Muchos caen en el juego de la farra financiera. Despilfarran y lo primero que hacen es adquirir un carro que se devaluará tan pronto sus neumáticos pisen la calle. Es común ver a jóvenes empleados estrenando vehículos a las pocas semanas de haber sido contratados en alguna dependencia del gobierno, pero qué pasa si hay recorte de personal pues quedarán en la calle, con deudas y en un hoyo financiero.

Se aproxima una nueva administración con un gobierno que comenzará por poner orden en la caja fiscal. Ve pensando si en el recorte tú no serás uno de los despedidos. Si es así con el fondo que te den inviértelo en un pequeño negocio que te permita sobrevivir mientras buscas una nueva alternativa de empleo.

Piénsalo. Vive la vida, sé feliz pero no despilfarres ni dinero, ni juventud.

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