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La crisis nacional

La dinámica del régimen es muy sencilla: Para los amigos, negocios, bonos millonarios y privilegios; para el pueblo, impuestos, represión, cárcel y campañas de desprestigio.

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Escrito en OPINIÓN el

Hay una crisis nacional. Urge presentar una alternativa desde abajo que tenga como principal objetivo construir un país diferente, un país mejor de lo que tenemos hoy. Los crímenes que han cimbrado a nuestra sociedad en las últimas semanas, Tlatlaya y Ayotzinapa, son responsabilidad del Estado que encabeza Enrique Peña Nieto que no ha sido capaz de frenar tanta violencia y tanta impunidad.

 

Con Tlatlaya y Ayotzinapa volvió el terror de los fusilamientos y las matanzas a estudiantes y coincide con el retorno del PRI y la firma del llamado Pacto por México.

 

La alianza entre PAN, PRI y PRD lejos de significar progreso y gobernabilidad ha sumido al país en la desesperanza y la violencia y ha terminado por reproducir prácticas autoritarias como el encarcelamiento a los críticos del sistema.

 

Están presos Nestora y Mireles, líderes de las autodefensas de Guerrero y Michoacán. Mientras, los criminales se encuentran libres. Asimismo, hay presos políticos en Quintana Roo por defender el agua como derecho humano y rechazar su privatización y, en contraste, los dueños de la mina Buenavista del Cobre que contaminaron el Río Sonora están libres.

 

Las fuerzas policiacas hacen gala del abuso en prácticamente todo el territorio nacional y ejemplos sobran: secuestraron a jóvenes en Monterrey, asesinaron a un niño en Puebla, mataron a un joven estudiante en Guanajuato.

 

Y las arbitrariedades parecen no parar: también reprimieron y violentaron todas las movilizaciones juveniles de los últimos dos años y, por si fuera poco, también reprimieron y encarcelaron a pobladores de Cholula que protestaron contra obras del gobierno de Puebla donde han encarcelado a 40 luchadores sociales en el gobierno de Rafael Moreno Valle.

 

En lo que va del sexenio de Peña Nieto queda claro que hay dos formas de tratar a la gente por parte de los órganos de gobierno: por un lado quitan derechos a maestros y obreros, aumentan impuestos a pequeños comerciantes y, por otro, le dan un bono de un millón de pesos a los diputados del PRI, PAN, PRD, PANAL y VERDE que aprobaron las llamadas reformas estructurales.

 

Reformaron la Ley para poder enviar a la cárcel a pequeños empresarios deudores de la banca pero nadie sanciona a los miembros del Comité del Fondo Petrolero de México que, al mismo tiempo, son asesores de trasnacionales energéticas.

 

Autorizaron a extranjeros a ser propietarios de playas y franjas fronterizas y quieren autorizar la expropiación de tierras de campesinos a favor de las empresas transnacionales a las que EPN desea entregarles el petróleo, la máxima riqueza de la nación.

 

La dinámica del régimen es muy sencilla: 

Para los amigos, negocios, bonos millonarios y privilegios; para el pueblo, impuestos, represión, cárcel y campañas de desprestigio.

 

Por eso la gente asiste al Zócalo este domingo con Andrés Manuel López Obrador, a exigir consulta sobre la privatización pero también a demandar paz y justicia.

 

@martibatres