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La corrupción los arrastra

No se debe perder la capacidad de indignación o protesta ante actos de corrupción.

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Escrito en OPINIÓN el

Algunos sucesos llaman la atención en esta semana, por contar entre su naturaleza, al elemento corrupción. Se trata de la detención de Edgar Veytia, Fiscal de Nayarit; de la pretensión por tomar protesta del diputado suplente Antonio Enrique Tarín García y de la ficha Interpol sobre el ex gobernador de Chihuahua, César Duarte.

 

En el caso del Fiscal, expone un grave error en los sistemas de seguridad, al permitir que un presunto delincuente ocupe una posición con funciones y atribuciones para garantizar u omitir según el caso, la seguridad ciudadana, como lo es una Fiscalía, en un lugar del que es vecino de una Entidad Federativa cuyo primer Fiscal fue señalado por nexos con la misma organización de delincuentes que se le imputa. ¿Recuerda los narcobloqueos en más de 25 puntos de la Zona Metropolitana de Guadalajara y de Jalisco, en mayo de 2015?

 

Se abre la presunción que Joaquín "El Chapo" Guzmán haya sido quien lo delató, pero lo curioso es que El Chapo no haya señalado otros presuntos cómplices de primer nivel, como cuando estuvo preso en cárceles mexicanas, a menos que sí lo haya hecho y la corrupción impida que sus nombres sean divulgados, sobre todo porque Guzmán Loera estuvo prófugo más de 13 años, sin que ningún servidor público haya sido llamado a cuentas por tan largo periodo de libertad con cuentas pendientes con la justicia.

 

En el segundo, caso Antonio Tarín pretendió tomar protesta como diputado federal suplente, ante la muerte del diputado propietario de la curul, no sin antes traer detrás de sí, a un equipo de investigadores que lo perseguían por el presunto delito de peculado en perjuicio del erario público de Chihuahua y que tuvo que permanecer en las afueras del Palacio Legislativo de San Lázaro.

 

La diputación federal del Partido Acción Nacional impidió que tomara protesta, al pedir que el asunto fuera bajado de la orden del día, lo que desató que Tarín permaneciera en el interior del Congreso, refugiándose de sus persecutores, mientras que la presidenta de la Cámara de Diputados, María Guadalupe Murguía Gutiérrez (PAN), omitía autorizar el ingreso de los investigadores para detener a Tarín, lo que envió el mensaje que la Cámara de Diputados no tenía el interés de colaborar con la justicia y provocó la burla en redes sociales, al señalar que cuando alguien sea perseguido por algún delito, el Congreso lo protege evitando que la policía ingrese a detenerle.

 

El último, pero no menos importante, es la ficha Interpol que emitió la Procuraduría General de la República (PGR), después que el Gobierno de Chihuahua saliera a medios para señalar la persecución del ex gobernador César Duarte, por el delito de peculado, que evidenció la ausencia de voluntad de la PGR para perseguir al ex gobernador perteneciente al mismo partido en el poder.

 

Todos estos lamentables hechos tienen el común denominador, que llevan como ingrediente en su diseño y materialización, a la corrupción, cuyo delito no parece que sea voluntad de la presente administración, su persecución y castigo para inhibir tal conducta.

 

Es por esto que el asesor que le haya sugerido al presidente de la República señalar que "la crisis está en la mente", no le hizo favor alguno, sino por el contrario, desestimar una promesa de campaña, una iniciativa de gobierno o el cambio de rumbo en el país.

 

Por tales razones no se debe perder la capacidad de indignación o protesta cuando haya actos de corrupción, ya que corresponde a la suma de los males de este país.

 

@racevesj

@OpinionLSR

 

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