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La Consulta Popular 2021 y la operación del INE

Sin que concluya el proceso electoral en marcha, el INE tiene en puerta un ejercicio de democracia directa. | Fernando Díaz Naranjo

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Escrito en OPINIÓN el

La Consulta Popular es un mecanismo de participación ciudadana en razón de que la población tiene la oportunidad de participar directamente para aprobar o rechazar alguna o diversas propuestas sobre temas que se consideran de interés público.

Este tipo de ejercicios en donde se involucra la participación de la sociedad ya se han instrumentado en diversas entidades federativas en donde se le consulta a la población su opinión sobre determinada obra, algunas políticas públicas o, por ejemplo, la selección de obras y servicios que la gente requiere en su colonia, pueblo o barrio originario como sucede en la Ciudad de México con el ejercicio denominado Presupuesto Participativo en donde un porcentaje del presupuesto de la Alcaldía es destinado a lo que la población decida entre varios proyectos que los propios vecinos presentan y son votados en una determinada fecha.

No obstante, la Consulta Popular de este primero de agosto, es la primera que se realiza a nivel federal y busca que la ciudadanía muestre su aprobación o rechazo a la siguiente pregunta:

¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?

En este sentido y de acuerdo con la normatividad aplicable, el Instituto Nacional Electoral (INE) es la instancia responsable de la planeación, organización y desarrollo de este ejercicio.  En tal virtud el INE diseñó una papeleta que contendrá una breve descripción del tema, la pregunta aprobada y los espacios para que la población diga “Si” o “No”, así como algunos datos de identificación como entidad, distrito, municipio o alcaldía, entre otros.

Para este ejercicio el INE ha dispuesto la instalación de 57 mil 112 mesas receptoras de opinión que estarán distribuidas en unidades territoriales para la cobertura de las 32 entidades federativas y requerirá de 285 mil funcionarios que atenderán a la población y que serán tomados, previa invitación del INE, de los funcionarios y funcionarias que atendieron las mesas directivas de casilla en la pasada elección del 6 de junio.

Para esta operación logística, el INE contará con el auxilio de 9 mil 630 instructores asistentes y todos los trabajos para llevar a buen puerto esta Consulta Popular estarán bajo la responsabilidad de las Comisiones Unidas de Capacitación y Organización Electoral, órgano auxiliar del Consejo General del INE.

De igual forma, el INE ha aprobado diversos criterios y lineamientos, entre ellos, la estrategia de difusión, para que la gente conozca de este ejercicio.

No obstante, sería bueno que el INE para este tipo de ejercicios fuera incorporando, como ya se ha hecho en algunas entidades federativas, diversos mecanismos electrónicos para la recepción de la opinión de la ciudadanía, el uso de urnas electrónicas o bien, el uso del Internet.  Esto podría ir abriendo el camino para que no solo la ciudadanía se familiarice con estas herramientas, sino también los actores políticos conozcan de las bondades que, tanto en ejercicios de participación ciudadana como en elecciones, nos han brindado entidades como Jalisco, Coahuila o la Ciudad de México, por mencionar solo algunos.

En tanto, habrá que esperar la respuesta de la población a la Consulta Popular en menos de dos meses de la elección de junio pasado.

La mejor de las suertes al INE que, sin que aún concluya el proceso electoral en marcha, tiene en puerta este ejercicio de democracia directa.