La renovada pluralidad de la ciudad de México nos ha colocado -a gobierno, partidos políticos, ciudadanos y sociedad civil organizada- frente a un escenario que requiere de acuerdo democrático abierto e incluyente. El proceso electoral del pasado siete de junio puso punto final al ejercicio de gobierno vertical.
Ahora, la Ciudad enfrenta el más grande de sus retos en el corto y mediano plazos: Llevar a cabo las reformas legislativas y administrativas así como las acciones de gobierno necesarias para enfrentar eficazmente los viejos y nuevos desafíos. Debemos, entre todos, comenzar a discutir y construir la ciudad innovadora y sustentable que queremos.
Para algunos, la pluralidad lleva consigo el riesgo de la parálisis política. Ese es nuestro primer reto. Sin duda puede ser más difícil llegar a consensos en una asamblea donde concurren diez partidos políticos distintos, ninguno de ellos con mayoría para imponer sus decisiones, como es el caso de la recientemente instalada VII Legislatura de la ALDF.
Sin embargo, la pluralidad representa la posibilidad de contar con una gobernabilidad democrática y participativa, en la que existen verdaderos contrapesos a las decisiones del Gobierno Local y mecanismos efectivos de transparencia y rendición de cuentas. Ese es el objetivo que los asambleístas del PRI asumieron el pasado 14 de septiembre y que sus Jefes Delegacionales electos asumirán el próximo 1° de octubre.
Gobernabilidad en pluralidad
Hace poco más de un año advertimos la existencia de las condiciones políticas para renovar la vida del Distrito Federal. Hoy, confirmamos que la diversidad política irrumpió tanto en las Delegaciones como en la Asamblea Legislativa.
En las pasadas elecciones, los capitalinos cambiaron la composición política de sus órganos de gobierno: cuatro de cada cinco capitalinos votaron por una opción distinta al partido que impulsó la candidatura del Jefe de Gobierno, y diez de las dieciséis demarcaciones son gobernadas por algún partido de oposición.
Ante este nuevo escenario, el PRI hace un llamado a todas las fuerzas políticas capitalinas, a los ciudadanos y a las organizaciones de la sociedad civil a entablar un diálogo democrático que conduzca a los acuerdos que requiere la Ciudad para superar exitosamente sus desafíos.
Viejos y nuevos desafíos
Las asignaturas pendientes en la Ciudad son muchas. Algunas son viejos flagelos, como el desabasto de agua y la inseguridad pública; otras, desafíos actuales que en los últimos 15 años se han agravado por malas decisiones del gobierno central y las gestiones delegacionales opacas y discrecionales.
Vivimos y padecemos una ciudad donde la inseguridad lastima la convivencia cotidiana; los servicios públicos son de mala calidad y no llegan a todos; el desempleo y la informalidad laboral siguen presentando niveles preocupantes; las obras monumentales de infraestructura fracasan, como la Línea 12 del Metro; el desarrollo urbano desordenado y la especulación inmobiliaria afectan el entorno de vida de las familias; y donde la movilidad sustentable y el espacio público de calidad son el nuevo gran pendiente.
Un dato confirma el malestar ciudadano con la situación actual. Hoy, los capitalinos están insatisfechos con la calidad de vida en la Ciudad. De acuerdo con el Índice de Calidad de Vida (INCAV), elaborado anualmente desde 2012 por el Gabinete de Comunicación Estratégica, entre 2014 y 2015 la percepción de calidad de vida de los capitalinos disminuyó en 1.6 puntos. El Distrito Federal está más de diez puntos debajo de ciudades con un INCAV aceptable, como Mérida, Colima o Torreón. Esto significa que la Capital está muy lejos de ser una ciudad amable con sus habitantes.
Ante ello, es necesario actualizar las instituciones del Distrito Federal. Para poner al día la estructura política y administrativa de la ciudad de México, el PRI propone la siguiente agenda mínima:
1.- Crear un Sistema Anticorrupción en el Distrito Federal, y generar las legislaciones que regulen la función pública con el máximo estándar de transparencia y rendición de cuentas. 2.- Renovar la comisión legislativa para la Reforma Política del DF. 3.- Reformar la Ley Orgánica y el Reglamento de la Asamblea Legislativa para transparentar sus procesos y hacer más eficiente su trabajo. 4.- Lograr la implementación de la Reforma Educativa en el Distrito Federal y combatir la desigualdad social que afecta a las y los estudiantes. 5.- Implementar un enfoque de prevención social de la violencia en los programas de seguridad del GDF, y acelerar la instauración del nuevo sistema de justicia penal. 6.- Crear una nueva Ley de Desarrollo Urbano armonizada con la Ley de Movilidad. 7.- Hacer una nueva Ley de Desarrollo Social que ponga fin a la política de la despensa y privilegie la política social digna y eficiente. 8.- Convocar al Consejo Económico y Social de la ciudad de México para que delinee y presente la estrategia de desarrollo económico de la Ciudad con una visión de mediano y largo plazos.
En suma, la recientemente instalada fracción parlamentaria del PRI en la Asamblea será una representación socialmente útil, que aportará ideas innovadoras y estará dispuesta a escuchar, acordar y construir. Al mismo tiempo, será una oposición responsable que no dudará en denunciar cualquier acción que lastime los derechos de las y los capitalinos, sin llegar a la intransigencia y conservadurismo que regatean la transformación del País y de la Capital.
El Grupo Parlamentario del PRI, así como las próximas administraciones delegacionales en Cuajimalpa, Magdalena Contreras y Milpa Alta, serán sensibles al mandato ciudadano de estar a la altura de la nueva exigencia: Construir una ciudad para todos, entre todos. Los capitalinos emitieron un claro mensaje en favor de las decisiones en conjunto. La mesa para el diálogo está puesta, y quien se excluya será por decisión propia, no porque no existan los espacios para la generación de acuerdos.
El PRI capitalino es consciente del momento definitorio que vive el Distrito Federal. Las y los legislares priistas, los tres gobiernos delegacionales y todo el priismo capitalino trabajarán para superar la ciudad que tenemos y construir entre todos la ciudad que queremos.
P. D.: Con este artículo me despido de este espacio. Agradezco a La Silla Rota el lugar de diálogo plural para comunicar nuestras ideas e interactuar con los capitalinos. Igualmente agradezco a los lectores su interés, comentarios y crítica constructiva, que ayudaron a mejorar la propuesta del PRI capitalino. El diálogo entre partidos políticos y ciudadanos es la base para consolidar nuestra democracia y lograr un mejor País y una mejor Ciudad.