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La carta apostólica Misericordia y miseria

Se trata de la carta pastoral # 42 de su pontificado...

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Escrito en OPINIÓN el

La carta apostólica Misericordia et Misera fue firmada el pasado domingo 20 de noviembre por el papa Francisco con motivo del cierre del Jubileo de la Misericordia, en la explanada de la basílica de San Pedro.

 

Horas Después... la dio a conocer a Roma y a todo el mundo: Urbi et orbi.

Se trata de un documento de 22 puntos mediante la cual el papa jesuita quiere recordar que la misericordia es una de las actitudes propias del cristiano e invita a que se viva en un futuro tan intensamente como durante el Jubileo que recién concluyó.

 

El papa argentino pide que la misericordia no sea “un paréntesis en la vida de la Iglesia, sino que constituye su misma existencia, que manifiesta y hace tangible la verdad profunda del Evangelio...”.

 

El nombre de la carta -Misericordia y miseria - son las dos palabras que usa San Agustín usa para comentar el encuentro entre Jesús y la adúltera (cf. Jn 8,1-11).

 

Dice el papa que “no podía encontrar una expresión más bella y coherente que esta para hacer comprender el misterio del amor de Dios cuando viene al encuentro del pecador: “Quedaron sólo ellos dos: la miserable y la misericordia”.

 

¡Cuánta piedad y justicia divina hay en este episodio!, subraya Bergoglio al recordar ese encuentro: “Una mujer y Jesús se encuentran. Ella, adúltera y, según la Ley, juzgada merecedora de la lapidación; él, que con su predicación y el don total de sí mismo, que lo llevará hasta la cruz, ha devuelto la ley mosaica a su genuino propósito originario. En el centro no aparece la ley y la justicia legal, sino el amor de Dios que sabe leer el corazón de cada persona, para comprender su deseo más recóndito, y que debe tener el primado sobre todo. En este relato evangélico, sin embargo, no se encuentran el pecado y el juicio en abstracto, sino una pecadora y el Salvador. Jesús ha mirado a los ojos a aquella mujer y ha leído su corazón: allí ha reconocido el deseo de ser comprendida, perdonada y liberada. La miseria del pecado ha sido revestida por la misericordia del amor....”

 

Así inicia la carta pastoral, la numero 42 de su pontificado.

 

El tema del aborto.

 

Con esta carta el papa Francisco autorizó en el punto 12 licencia para que todos los sacerdotes del mundo, en razón de su ministerio, “la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto”.

 

Dice el papa jesuita que “de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto. Cuanto había concedido de modo limitado para el período jubilar, lo extiendo ahora en el tiempo, no obstante cualquier cosa en contrario”.

 

Sin embargo, deja claro que “con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente”. Pero agrega que con la misma fuerza, “que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre. Por tanto, que cada sacerdote sea guía, apoyo y alivio a la hora de acompañar a los penitentes en este camino de reconciliación especial”.

 

Esas líneas fueron nota.

 

Recordemos que de acuerdo al derecho canónico,  y debido a su gravedad, quien procura un aborto incurre en excomunión automática...Así lo dice actualmente el canon 1398: Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae.

 

Y ese pecado hasta antes de esta carta, sólo lo podía absolver el obispo de la diócesis –los 166 de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM)- y los sacerdotes a los que él autorizará, o sea un asunto reservado a la alta jerarquía, a los obispos y a un grupo muy selecto, o sea ningún católico de a pie podía tener esa “gracia“.

 

Hoy ya no, afortunadamente.

 

En México existen mas de 16 mil ministros de culto católicos que tienen esa facultad autorizada por el papa Francisco, según mis datos, empero, leo que la web Secretaría de Gobernación nos afirma que son más de 21 mil ministros de culto católicos, sin contar a los obispos y los miembros de la Nunciatura Apostólica.

 

http://www.asociacionesreligiosas.gob.mx/work/models/AsociacionesReligiosas/pdf/Numeralia/MC_por_tradicion.pdf

 

¿Qué significa la decisión papal?

 

¡Simplemente que el canon 1398 –el único que existe- deberá ser eliminado!

 

Durante la presentación de la Carta apostólica Monseñor Rino Fisichella,  presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, precisó a los periodistas que cuando hay una nueva decisión del papa que modifica el dictado de la ley, es decir el código de derecho canónigo, “se debe necesariamente cambiar el artículo relacionado con esa específica disposición”.

 

En particular, con la absolución, explicó el arzobispo, ya no existe la “excomunión latae sententiae”.

 

La medida, agregó Fisichella es, además del perdón a la mujer también abarca a “médicos, enfermeros, quienes sostienen el aborto“, basta que se arrepientan: “El pecado nos toca a todos, y entonces, también el perdón es omnicomprensivo, es para todos los actores“, subrayó.

¿El Papa no teme las críticas tras esta decisión?- le inquieren los periodistas a Monseñor Fishiella, a la que responde que no...“No veo por qué debería haber miedos para dar la facultad de absolución a todos los sacerdotes, quienes justamente por ser sacerdotes son ministros de la reconciliación y del perdón”.

 

Concluye el papa Francisco dando gracias a todos los misionero de la Misericordia por este inestimable servicio de hacer fructificar la gracia del perdón....Nos dice que el domingo 20 de noviembre terminó el Jubileo y se cerró la Puerta Santa, “pero la puerta de la misericordia de nuestro corazón permanece siempre abierta, de par en par...”

 

Otra gracia concedida en el punto 12 es hacia La Hermandad Sacerdotal San Pío X (en latín: Fraternitas Sacerdotalis Sancti Pii X, FSSPX) sociedad internacional de sacerdotes católicos tradicionales que tienen como líder  al arzobispo francés Marcel Lefebvre, uno de los símbolos que esta Sociedad es la defensa de la misa tradicional de rito romano. Es decir, reconocer la autoridad del papa pero no reconocen la doctrina del Concilio Vaticano II.

 

Dice el texto papal:

 

“En el Año del Jubileo había concedido a los fieles, que por diversos motivos frecuentan las iglesias donde celebran los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X, la posibilidad de recibir válida y lícitamente la absolución sacramental de sus pecados. Por el bien pastoral de estos fieles, y confiando en la buena voluntad de sus sacerdotes, para que se pueda recuperar con la ayuda de Dios, la plena comunión con la Iglesia Católica, establezco por decisión personal que esta facultad se extienda más allá del período jubilar, hasta nueva disposición, de modo que a nadie le falte el signo sacramental de la reconciliación a través del perdón de la Iglesia”.

 

Además, el papa argentino considera oportuno que cada comunidad, en un domingo del Año litúrgico, “renovase su compromiso en favor de la difusión, conocimiento y profundización de la Sagrada Escritura”. Un domingo –precisa– dedicado enteramente a la Palabra de Dios para comprender la inagotable riqueza que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo.

 

Francisco dice otras cosas más en su carta pastoral que por cierto fue entregada antes de darse a conocer urbi et orbi, a un selecto grupo encabezado por el cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manil, quien iba acompañado de Leo William Cushley, arzobispo de Saint Andrews y Edimburgo; de dos sacerdotes Misioneros de la Misericordia, provenientes de la República Democrática del Congo y de Brasil; de un diácono permanente de la diócesis de Roma junto a su familia; de dos monjas que vinieron desde México y Corea del Sur; de una familia compuesta por papás, hijos y abuelos originarios de EU; además de una pareja de jóvenes novios; de dos mamás catequistas de una parroquia de Roma; de una persona con discapacidad y a una persona enferma.

 

En el texto Jorge Mario Bergoglio, aborda otros temas, entre ellos la negativa a poner condiciones a la misericordia; la necesidad de vivir con fidelidad, la alegría y entusiasmo; la esperanza que proviene de la fe; la complejidad de la realidad familiar actual; la falta de un salario justo, un hogar, una tierra; la discriminación por la fe, la raza, la condición social.

 

Es la carta numero 42 del papado de Francisco… vienen más, seguramente.

 

Datos duros.

 

El Jubileo de la Misericordia comenzó el 8 de diciembre de 2015 y concluyó el 20 de noviembre de 2016.

 

Según los organizadores durante todo ese tiempo 950 millones de personas atravesaron alguna Puerta Santa, se trata de más del 80% de católicos del mundo.

 

Monseñor Rino Fisichella,  presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, dijo que en Roma, participaron en el Jubileo exactamente 21, 292, 926 peregrinos, la mayoría de ellos fueron italianos, seguido de Alemanes, norteamericanos, polacos y españoles, “aunque los fieles llegaron de todas partes del mundo y de países como: Rusia, China, Japón, Venezuela, Chad, Ruanda, Angola o Nepal”.

 

Subrayó que este Jubileo “ha sido el primero que se ha celebrado con un carácter universal y gracias a ello los católicos de todo el mundo han podido participar de él en las catedrales y basílicas de sus diócesis“.

 

Y en cuanto a los santuarios...: “el de Cracovia (Polonia) ha sido meta de peregrinación para 5 millones de católicos; el de Santiago de Compostela (España) batió el récord de afluencia y el de Guadalupe (México) ha visto la presencia de unos 22 millones de peregrinos”.

 

El que fuera responsable de la organización del Jubileo también tuvo palabras de agradecimiento hacia los voluntarios, dice que fueron 4 mil de 36 países.

 

Fisichella destacó que durante el Año Santo en Roma no se produjo ningún ataques terrorista como algunos auguraban… y agradeció a las fuerzas de seguridad su trabajo al respecto: “el miedo desanimó desde el principio a muchos» de ponerse en camino hacia Roma. Pero con el paso del tiempo y gracias a una adecuada intervención de las autoridades, los peregrinos pudieron “vivir con tranquilidad y entusiasmo su experiencia jubilar“.

 

@fredalvarez  

@OpinionLSR