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La brújula

Los gobiernos Federal y Estatal tienen un escenario por demás difícil en uno de los estados más pobres de México. | José Luis Castillejos Ambrocio

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Escrito en OPINIÓN el

Andrés Manuel López Obrador quiere y desea -pero quien sabe si logre concretar- un ahorro presupuestal de 500 mil millones de pesos para destinar esa cifra a las personas de la tercera edad y a becas estudiantiles.

Quiere achicar el aparato burocrático pero las cuentas no les cuadran y la ruta de su administración puede sufrir tropiezos si no logra mantener el norte en su brújula económica y política.

Y es que no es lo mismo prometer todo en campaña que pisar la realidad y esta indica que no hay por dónde achicar los gastos. Disminuir sueldos a los mandos altos y medios de la administración es una medida, considerada demagógica, por los afectados.

Enviar, además, a toda la planilla de trabajadores de las diversas secretarías a los estados será muy oneroso.

Será más caro el caldo que las albóndigas…

Porque una vez terminado su mandato de seis años a otro gobernante podría ocurrírsele llevar de regreso a la Ciudad de México las diversas dependencias descentralizadas.

La denominada “Cuarta transformación” pasa por esas pretensiones, por descentralizar la administración, cortarle las alas a los gobernadores, ejercer un mayor control sobre estos, construir el tren Maya y tener nuevas refinerías.

Pero hay otros escollos. Cuánto costará revertir la reforma educativa, garantizar la seguridad nacional, mejorar las universidades y lograr la viabilidad del país.

López Obrador, que aún no gobierna, vive en este momento una república amorosa pero ya veremos si en el primer o segundo año de su gobierno continúa con ese optimismo y si no se le ha borrado su permanente y socarrona sonrisa.

El abanderado de “Juntos Haremos Historia” logró 30 millones 33 mil 119 votos, es decir, el 53.1 por ciento de la votación total emitida. Tiene, sin embargo, a una cantidad similar de votantes mexicanos en contra y en eso también debe pensar.

Ya en Chiapas, el gobernador electo Rutilio Escandón Cadenas ha copiado la misma ruta. ¿Qué va a pasar con los alcaldes? ¿Tendrán alguien que los vigile, aparte del Congreso estatal para que no tengan la menor intención de meterle mano al presupuesto?

La transparencia será, sin dudas, un arma necesaria para evitar las tentaciones del dinero, pero siempre hay formas de burlar las leyes y trabajar con recursos negros, esos que provienen de baños públicos, vendedores ambulantes, giros rojos como bares, cantinas o prostíbulos. Siempre hay forma de jalar dinero.

Algunos alcaldes de poblados fronterizos tienen la “suerte” que les chorrea el dinero desde las canteras de la delincuencia organizada. Pero se quedan calladitos y no dicen nada y son los primeros en avisar cuando hay operativos o hacerse la vista gorda.

Las buenas intenciones no son suficientes

¿Cómo detonar el crecimiento en Chiapas, superar la crisis, aminorar la pobreza, fomentar la agroindustria y desterrar el flagelo de la corrupción?

Difícil obtener respuesta a una serie de interrogantes con un estado desahuciado, famélico, falto de energía y con una inercia que no lleva a ninguna parte.

Los gobiernos Federal y Estatal tienen un escenario por demás difícil en uno de los estados más pobres de México. Las buenas intenciones del gobernador y el presidente electo, Rutilio Escandón y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente, no son suficientes. Se requiere una inyección financiera y un adecuado manejo de los recursos porque hasta hoy lo que ha habido en Chiapas, sexenio tras sexenio, es la falta de rendición de cuentas y un saqueo interminable que tiene al estado de rodillas.

Faltan medicamentos en los hospitales, orden en las calles, frenar la ola delictiva en municipios como Arriaga donde es tierra de nadie, controlado por narcos y ladronzuelos.

En los municipios falta todo. Pero eso sí más de algún alcalde sale rico, al final del sexenio, sin que les finquen responsabilidades por el saqueo que realizan.

¿Pero quién tiene la culpa de todo el desorden? ¿La sociedad, los medios de comunicación, los políticos, los partidos? En general todos.

Poco o nada se ha hecho para denunciar cómo Chiapas se derrumba con una nueva clase política que maneja a su antojo los recursos financieros.

Un estado ingobernable, difícil, le tocará conducir a Rutilio Escandón Cadenas quien ha comenzado a reunirse con diferentes líderes para ir obteniendo información. Existe la impresión que no tiene un Plan de Gobierno y que al cuarto para las doce está armando todo. Debe escuchar las voces diferentes de la sociedad chiapaneca y no encerrarse en un petit comité.

Bien haría el gobernador electo enviar un mensaje que calme los rumores y la incertidumbre y dar la certeza de que su gobierno aplicará el estado de derecho para frenar el desorden en varios municipios donde pequeños grupos se disputan el poder. Regiones como Arriaga, Yajalón, Comitán o Frontera Comalapa ya empiezan a ser asediadas por la delincuencia y el narcotráfico.

La sociedad reclama políticas de seguridad y mano dura contra quienes atenten contra las vías de comunicación y realicen invasiones de tierras.

El casi saliente gobernador Manuel Velasco olvidó la recomendación de su abuelo, don Fernando Coello: “Debes de encabezar un gobierno dentro de un marco de legalidad que sea justo y que se imponga de manera imparcial; hoy toda persona que gobierna, debe conocer la teoría de la separación de poderes, de la que el ciudadano de Chiapas adolece desde hace años; requiere saber de lo que es, la protección total de los derechos humanos, particularmente considerar los derechos de las minorías; por lo que se necesita de un poder judicial independiente, para ser neutral, severo y rectamente  tener capacidad para juzgar con una fuerza política jurídica incorruptible”.

Pero el gobernante no escuchó el reclamo desde las redes sociales donde le exigían mayor transparencia, que atienda las necesidades sociales, que se separara de los legisladores deshonestos, y que controlara sus ímpetus juveniles para no ser, como decía su abuelo, un embaucador y personaje fingido de la política en Chiapas.

A la postre, Velasco Coello demostró una total ineficiencia para gobernar. No pudo o no quiso poner orden y hoy hay más desempleados a la par de nuevos personajes enriquecidos a la sombra del poder del partido Verde Ecologista de México.

La crisis

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