Main logo

La bravura del Piojo

El origen hidalguense de Miguel Herrera fue mera casualidad. “Aunque dicen que uno es de donde nace”, comentó alguna vez el famoso “Piojo”

Por
Escrito en HIDALGO el

Tenía un embarazo muy avanzado pero a doña Marisela Aguirre le pareció buena idea visitar a una comadre que vivía cerca de Tulancingo.

Con la enorme barriga y sus dos hijas mayores, viajó desde la Ciudad de México al pueblito.

Era el 18 de marzo de 1968 cuando el parto se adelantó durante su estadía en Cuautepec, municipio de Hidalgo tristemente célebre en la actualidad por el trasiego de huachicol.

Nacieron dos bebés. Gemelos. “Cuates”, como se acostumbra decir cuando los niños no se desarrollan en un mismo saco amniótico.

El mayor se llama Ernesto Miguel. El menor, por escasos minutos, es Miguel Ernesto, hoy técnico de los Tigres de la UANL.

Sí, el origen hidalguense de Miguel Herrera fue mera casualidad.

“Aunque dicen que uno es de donde nace”, comentó alguna vez el famoso “Piojo”, como lo bautizó la porra del Atlante, durante su etapa como futbolista profesional.

Desde su primer día de vida, el ex entrenador de la Selección Nacional pelea por naturaleza.

Creció sin su padre biológico pero encontró en don Edmundo, segundo marido de doña Marisela Aguirre, la figura paterna que lo instruyó a ser trabajador y no dejarse de nadie.

Al güero le encantaba jugar futbol; tampoco le daba miedo agarrarse a golpes por los rumbos de la Colonia Narvarte donde creció. Desde pequeño aprendió a ganarse la vida, incluso como “cerillo” en una tienda de autoservicio. Era necesario llevar dinero a la casa para ayudar a su madre, a su abuela y a sus cuatro hermanas.

Cuando el futbol se atravesó en su vida, Miguel ya no se dejaba de nadie. Dentro de la cancha tuvo varios episodios desafortunados por su temperamento. La patada que le dio a un delantero de Honduras lo dejó fuera del Mundial Estados Unidos 1994. Su tocayo, Miguel Mejía Barón, lo borró de la lista por considerarlo un defensa violento.

En el año 2002 comenzó su carrera como entrenador en el Atlante. Nadie lo tomó en serio pero con esa viveza y un recio carácter se hizo respetar en su paso por Monterrey, Veracruz, Tecos, América y la Selección Nacional, a la que dirigió en el Mundial de Brasil 2014.

Otro pleito con el narrador Christian Martinoli le costó el cargo en 2015; sin embargo, el “Piojo” resurgió con otras buenas campañas en el América, donde se convirtió en el entrenador más ganador en la historia del club.

Actualmente, dirige a Tigres y es el único timonel nacional que lucha por el título del futbol mexicano; el resto son argentinos: Diego Cocca (Atlas), Ariel Holan (León) y Andrés Lillini (Pumas).

Le toca a Miguel Herrera dar la cara por los estrategas mexicanos. Y que nadie se extrañe si sale campeón porque experiencia y coraje le sobran.

REMATE

El “Piojo” Herrera le guarda rencor a dos hombres. Nada quiere saber de ellos. Uno es su papá biológico, aquél hombre que lo abandonó siendo muy pequeño; el otro es Miguel Mejía Barón.