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La aprobación presidencial en Estados Unidos

En apenas ocho meses, Joe Biden ha logrado que sean más las personas que desaprueban su gestión que aquellas que lo aprueban. | Carlos Gastélum

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Escrito en OPINIÓN el

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está en aprietos. En apenas ocho meses, ha logrado que sean más las personas que desaprueban su gestión que aquellas que lo aprueban. Según un concentrador de encuestas de ABC News (FiveThirtyEight), en enero pasado el 53% de los ciudadanos aprobaba la administración, pero en septiembre la cifra cayó a 46%: siete puntos menos. Del otro lado, la gente que desaprueba pasó del 36 al 49%: 13 puntos más. 

Al hacer una retrospectiva desde Jimmy Carter (1977-1981) hasta hoy, Joe Biden sería el segundo presidente demócrata en ‘cruzar’ la línea de desaprobación más rápidamente, y el tercero entre los siete presidentes que han gobernado desde entonces. 

El primer lugar se lo queda Donald Trump (2017-2021), quien a los 15 días de habitar la Casa Blanca ya tenía niveles de desaprobación mayores, y que nunca más en todo su gobierno bajarían. El caso de Trump es interesante pues, contrario a lo que ocurre con otros presidentes donde existe un ‘voto de confianza’ ciudadano, la polarización de su campaña generó animadversiones muy tempranas. 

En segundo lugar está Bill Clinton (1993-2001), quien cruzó la línea el día 134 en oficina. Un evento en lo particular afectó su popularidad a inicios de 1993: el caso de Waco, Texas. Tras un sitio de 51 días a instalaciones de un culto religioso liderado por David Koresh, una confrontación entre fuerzas federales y seguidores provocó la muerte de 65 personas. La opinión pública cobró factura. 

No obstante, la popularidad de Clinton se recuperaría hacia 1995 gracias al manejo de la economía, entre otras cosas, y nunca sería menor al 50% hasta su conclusión en 2001. Ni el escándalo Lewinsky de 1998 lo afectó seriamente. Algo similar ocurrió con Ronald Reagan (1981-1989): desde 1984 hasta su final de mandato sería bastante popular. Clinton y Reagan son los dos presidentes que han terminado su mandato con los mayores niveles de aprobación con cerca del 65%. 

Para Barak Obama (2009-2017) la desaprobación fue mayor hacia finales del año dos: justo en las elecciones intermedias en donde el partido republicano tuvo buenos resultados electorales. Si bien este recuperó algo de terreno hacia 2011 -justo por las fechas en donde anunció que Osama Bin Laden había muerto-, su popularidad siempre estuvo a raya. Contrario a Clinton, Obama nunca tuvo un piso de aprobación robusto, y apenas le alcanzó para conseguir la reelección en 2012. 

Los casos de Jimmy Carter y George H.W. Bush (1989-1993) son similares en cuanto al comportamiento de las cifras: alta popularidad en el año uno y dos con un desplome en el tres. Bush, inclusive, llegaría a 85% cuando Estados Unidos declaró la guerra a Iraq en 1991 por la invasión a Kuwait. Un año después, tendría menos del 30%. Ambos presidentes perdieron la reelección. 

El otro Bush, George W. Bush (2001-2009), arrancó con alta popularidad que se disparó hasta casi el 90% tras los ataques del 9/11. Sostuvo rangos altos hasta su reelección en 2004 y, comenzado su segundo periodo, empezó una caída sostenida. La aprobación al final de su gobierno fue de 28%. 

A Biden todavía le quedan tres años, mas los problemas que afectan su popularidad emergen por todos lados. Una atropellada salida de Afganistán, el recrudecimiento de muertos por la pandemia, las complicadas relaciones con China y los nuevos problemas económicos, son apenas algunos de los asuntos que marcarán su paso en el país que gobierna.