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¿Justificada la milicia para combatir corrupción en aduanas?

La decisión, para nada es popular, pero por el momento, parece el único camino para erradicar ese lastre de la historia de México. | Ismael Jiménez

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Escrito en OPINIÓN el

Sin duda, es más que polémico el hecho de que la 4T haya entregado la administración de las aduanas al Ejército Mexicano. En el país, operan poco más de 1,500 agencias aduanales, de las cuales, el 40 por ciento, son propiedad de agentes o ex agentes de la Policía Federal. 

El dato cobra relevancia, si volvemos un año atrás, cuando un grupo de policías federales, se opuso a la desaparición del cuerpo policíaco, argumentando su negativa a integrarse a la Guardia Nacional.

En 2019, el presidente desapareció la Policía Federal; cuerpo de seguridad que durante el sexenio de Vicente Fox, quedó a cargo de Genaro García Luna, quien le otorgó facultades de investigación preventiva y colaboración directa con la Procuraduría General de la República. 

La 4T, inició el combate a la corrupción en las 49 aduanas que operan en el país, entre las que además de los puertos y las de la frontera norte, una de las más importantes, es la del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en donde se suscitaron diversas balaceras desde mediados de 2012 y durante el sexenio de Peña Nieto, en los que se registraron, ataques a policías y entre policías federales. Hechos todos, relacionados con el crimen organizado.

Como pieza clave dentro del entramado, funcionamiento y corrupción aduanal, se encuentra la Administración General de Aduanas (AGA), órgano perteneciente al Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Durante los últimos 20 años, los titulares de la AGA, han estado envueltos en una serie de señalamientos de corrupción, abuso de poder y trato discrecional a los importadores y exportadores del país desde el sexenio de Vicente Fox. 

Precisamente, durante la administración foxista, a la cabeza de esa importante área de la Secretaría de Hacienda, se encontraba José Guzmán Montalvo, personaje cuyo nombre para algunos no dice mucho, pero que jugó un papel fundamental en el entramado de corrupción en la actividad aduanera del país.

Guzmán Montalvo, acumuló un sin número de denuncias en su contra que no prosperaron gracias a la “confianza” y respaldo que Francisco Gil Díaz le confería como Secretario de Hacienda. 

Entre otras cosas, el entonces director de la AGA, fue señalado de beneficiar al cuñado de Gil Díaz en el despacho aduanero, además de beneficiar y dejar hacer a su amigo y segundo al mando en la dependencia durante su gestión, Fernando Ramos Casas, quien además de ser dueño de una agencia aduanal, favoreció a sus propios hermanos y familiares de Gil Díaz desde su cargo en el SAT.

La historia de corrupción de Guzmán Montalvo, no acaba ahí. El ex director de la AGA, se reunió en más de una ocasión con Zhenli Ye Gon con quien además jugaba golf en compañía de sus amigos, entre quienes se encontraban Fernando Ramos Casas entre otros amigos y empresarios “promotores” del comercio exterior.

A la caída del chino de las Lomas, los empresarios, amigos y funcionarios de la AGA, desaparecieron del escenario público para evitar ser involucrados con Ye Gon, quien años después, denunció y señaló a exfuncionarios panistas como parte de la red de corrupción en la que se vio envuelto.

Pepe Montalvo, como lo conocen sus allegados, es oriundo de Sinaloa, pero los principales señalamientos de corrupción y actos ilícitos en los que se vio involucrado, sucedieron en Tamaulipas, entidad en la que apareció y creció el grupo criminal de los Zetas durante el sexenio de Felipe Calderón.

Los anteriores, son apenas algunos de los nombres y casos señalados en su momento de corrupción. La 4T, tiene el reto de combatir ese lastre en puertos y en la frontera norte del país, asunto que ocupa y preocupa tanto al gobierno de Estados Unidos como al mexicano, y que está prescrito en el T-MEC como uno de los acuerdos y requisitos para se firmara el nuevo tratado comercial.