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OPINIÓN

Is Mexico a “beautiful country”?

Tres crisis en el tema energético con AMLO y una frase de Granholm: México es bonito. | Jorge Ramos Pérez

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La compra de Deer Park, la reforma en materia eléctrica y el sobrecosto de la refinería de Dos Bocas ocuparon la agenda de la semana del presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero en los tres casos no hay mucho de qué alegrarse, más bien da para preocuparse.

En mayo del 2021 un tribunal de La Haya, donde está avecindada Shell, ordenó a esta empresa reducir en 45 por ciento sus emisiones de carbono. “El tribunal ordena a Royal Dutch Shell que reduzca sus emisiones de CO2 de aquí a finales de 2030 en un 45 por ciento neto respecto a 2019”, se especificó en una audiencia.

Sin escapatoria, el gigante petrolero aceleró la brillante decisión financiera y empresarial de vender activos que le estorban para su crecimiento. Por ello deshacerse de Deer Park, una de las 25 refinerías más grandes en Estados Unidos, con mucho potencial para producir gasolinas altamente contaminantes, fue un ganar-ganar de Shell para cumplir con las exigencias que el mundo exige a futuro.

México, por su parte, se sacó la lotería al comprar Deer Park porque va a producir mucha gasolina… a contrapelo de las tendencias que van hacia la búsqueda del uso de energías más limpias. Sin embargo, no es tan “mal negocio” si consideramos que México se resiste al uso de energías limpias, si le abre la puerta a autos chatarra que Estados Unidos desecha y van a necesitar de esas gasolinas, y, sobre todo, porque las perspectivas de la economía apuntan a que la población tenga que consumir más de esos combustibles altamente contaminantes.

Shell gana hacia su futuro y México también gana por ahora… pero en detrimento de su futuro.

El otro tema energético que causó jaloneos fue el de la reforma eléctrica. En la Cámara de Diputados inició el “parlamento abierto” y en la arena internacional vino a México la secretaria de Energía del gobierno de Joe Biden, la experta política Jennifer Granholm.

El presidente López Obrador y la secretaria de Energía, Rocío Nahle, dijeron públicamente que la reunión con Granholm fue totalmente exitosa, que ella expresó respeto por las decisiones de nuestro país… y que todo muy bien.

Sin embargo, a través de un tuit en español, traducción de uno en inglés de Granholm, la embajada de Estados Unidos en México le puso un poquito de picante al guiso que se saboreaban en Palacio Nacional:

“En cada reunión, transmitimos expresamente las preocupaciones reales de la administración Biden-Harris sobre el potencial impacto negativo de las reformas energéticas propuestas por México, a la inversión privada estadounidense en México”, expresó Granholm.

“La reforma propuesta también podría obstaculizar los esfuerzos conjuntos de Estados Unidos y México en materia de energía limpia y clima”, añadió en el comunicado difundido a través de la página oficial de la Secretaría de Energía de ese país.

No es la primera vez que Estados Unidos es claridoso con relación a su rechazo a la reforma eléctrica de López Obrador. Por supuesto, en uso de la soberanía el presidente mexicano puede ignorar los reclamos del principal socio comercial de México.

Empresarios y legisladores de Estados Unidos no se han callado sus críticas en contra de la reforma constitucional de López Obrador que busca limitar al 46 % la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa del Estado.

El plan obradorista busca eliminar a los reguladores autónomos de energía, cancelar contratos previos y priorizar a las plantas fósiles de CFE sobre las renovables de privados, por lo que los críticos denuncian que viola el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Para colmo, Bloomberg publicó un reportaje esta semana en la que reveló que una de las principales obras insignia del presidente López Obrador, la refinería de Dos Bocas, tendrá un costo 40 por ciento más de lo presupuestado por Pemex.

De acuerdo con la información recabada por Bloomberg, la refinería de Dos Bocas costará alrededor de 12.5 mil millones de dólares, 40 por ciento más que los 8.9 mil millones de dólares que había anticipado oficialmente Pemex.

La respuesta de Rocío Nahle, a través de un tuit, fue: “Dos Bocas se construye en tiempo récord. En el mundo las opiniones son muy positivas. Hoy nuevamente hay notas especulativas, alarmistas y tendenciosas en algunos medios nacionales. La referencia es de personajes que ni siquiera conocen el proyecto. Somos más los que queremos a México”.

En los entresijos de la autodenominada “cuarta transformación” existe la versión e incluso documentos internos -que tuvo a la vista esta columna- desde el año pasado que ya habían alertado a la Secretaría de Hacienda del boquete en las finanzas por Dos Bocas: el costo más elevado de lo programado, pero a niveles de escándalo.

El tema lo han podido esconder, sobre todo las divergencias entre el director de Pemex, el agrónomo Octavio Romero Oropeza, amigo personal de López Obrador, y Rocío Nahle a quien, aseguran, el presidente escucha con mucho detenimiento y atención.

El asunto, tarde o temprano, estallará.

El jueves pasado Jennifer Granholm invitó a una cena a un grupo de diputadas y senadoras a la Residencia Oficial de la Embajada de Estados Unidos en México.

El principal mensaje que les dio fue la importancia de promover energías limpias ya que su país tiene la meta se llegar al 100% de las mismas.

Al encuentro asistieron las senadoras Xóchitl Gálvez (PAN), Claudia Ruiz Massieu (PRI), Gina Cruz (PAN), Vania Ávila, secretaria Internacional Movimiento Ciudadano, la diputada del PRI Cynthia López Castro, entre otras, principalmente mujeres.

Casi al final de la cena, en un breve video precisamente con López Castro, Granholm se dijo muy contenta de estar “en este hermoso país”.

Y seguramente tiene razón en la belleza de este país, pero sin duda no piensa lo mismo de muchas decisiones que en materia energética está tomando México.

Dear Granholm, is Mexico a “beautiful country”?

Punto y aparte. Un reporte del Banco Mundial alerta que las personas con discapacidad siguen enfrentando barreras para ejercer sus derechos básicos en América Latina: el 15% de los niños con discapacidad no va a la escuela y los que asisten tienen mayores probabilidades de abandonar los estudios. En el caso mexicano añade que “la evolución de las brechas de pobreza entre personas con discapacidad y aquellas sin discapacidad a lo largo de las últimas dos décadas cuenta una historia heterogénea. Mientras en algunos países, como México y Perú, estas brechas se han mantenido estancadas, en Chile y Costa Rica han logrado cerrarse”. Este lunes es el Día Internacional de la Educación y ojalá pongamos más atención a esto que a lo rupestre de nuestra politiquería.

Punto final. Definidos los grupos rumbo al 2024. ¿Y la oposición? Languidece en sus propias contradicciones…