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Intra - Circuito

Recomiendo enfocar los esfuerzos para que en el resto del sexenio mejoren los servicios de autobús en los ejes viales “intra circuito”. | Roberto Remes

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Escrito en OPINIÓN el

Es tan compleja la movilidad en la Ciudad de México y ha carecido de los instrumentos adecuados a lo largo del tiempo que la posibilidad de una transformación profunda del transporte público se ha diluido en el tiempo. Como todos los sexenios, esa posibilidad se avizoraba al inicio de este gobierno: por primera vez el equipo de la Secretaría de Movilidad se presentaba como conocedor del tema. Bien que cantabais dije, mas no que cantabais bien, diría mi abuela. 

Cuando hablamos de miles de concesiones dispersas en modelos con incentivos inadecuados y recursos insuficientes, parece imposible generar una transformación integral hacia un modelo digno. Desde los años 90 se ha impulsado la conformación de empresas de transporte, algunas de las cuales perviven y otras simplemente son el instrumento de líderes transportistas para imponer a sus agremiados sus propios negocios. Muchos de los “corredores de transporte” que han sido promovidos a partir de la integración de los concesionarios en empresas y cooperativas ofrecen aún servicios inseguros y de baja calidad.

Sin embargo, uno de los elementos que hay que reconocer es que salvo las líneas del Metrobús, en ningún caso ha habido un esfuerzo profundo por lograr un buen modelo de gestión, con buen modelo financiero, señalización adecuada y accesibilidad universal. Insisto, salvo Metrobús.

Desde el inicio de la administración escuchamos a los funcionarios referir un esfuerzo por acercar a la población de la periferia hacia el centro, y hay inversiones que parecen ir en esa dirección: los teleféricos 1 y 2, el trolebús elevado y la renovación de vías en el tren ligero; también las ciclovías en Xochimilco y Tláhuac. Sin embargo, estos proyectos son precipitados y terminarán por dispersar esfuerzos, concentrar muchos recursos en pocos usuarios y nulas mejoras en el transporte ordinario de la periferia. 

De pronto, con el éxito de la ciclovía emergente en Insurgentes, el Gobierno de la Ciudad de México podría andar hacia un camino distinto.

Durante el evento del 15 aniversario del Metrobús se anunció la nueva línea en el Circuito Interior, lo que algunos han llamado Línea 8, y que representa la evolución del Expreso Bicentenario, una de las mejores rutas ordinarias de autobús de la ciudad. El gobierno difundió poca información; de hecho, no creo que haya un proyecto, sólo algo conceptual. Según las imágenes, parece un servicio ligero como el de las líneas 4 y 7 de Metrobús, en carril exclusivo pero no con estaciones al centro.

Tengo recuerdos de mi adolescencia esperando por horas servicios de Ruta 100 que cubrían distintos tramos del Circuito Interior así como combis y microbuses que daban una capacidad mínima en el corredor. La incorporación del RTP Bicentenario al final de la administración de Marcelo Ebrard implicó un salto adelante no sólo en la oferta, atrajo una creciente demanda, y creo que eso es lo que están leyendo las actuales autoridades en la nueva línea de Metrobús. 

Uno de los retos para el Metrobús del Circuito Interior será mejorar la seguridad vial. Avenidas como Patriotismo y Revolución tienen más carriles de los que pueden garantizar la seguridad a los peatones y ciclistas. Pero en lo que se refiere a dotación de transporte público debería marcar un cambio de rumbo en los proyectos del Gobierno de Ciudad de México.

El mayor potencial, guste o no guste, estará en elevar el nivel del transporte público al interior del Circuito Interior, que es donde convergen todas las líneas del metro salvo la A y todas las líneas de metrobús. La administración de Claudia Sheinbaum debió haberse puesto como meta al inicio de su gestión llevar a un nivel óptimo todos los transportes que circulen dentro del circuito y trazar un plan detallado para que en los años posteriores a su gestión se alcancen primero las rutas intraperiférico y finalmente todas las rutas de la ciudad.

No puede haber otra estrategia exitosa que la geográfica, comenzando del centro a la periferia y no al revés. El anuncio del Metrobús en Circuito Interior es buena noticia, pero se han perdido ya 18 meses sin que la Secretaría de Movilidad tenga estrategia de transformación del transporte público en la ciudad, más allá de su estatista “recuperar el rol del Estado en la gestión del transporte”. Humildemente, recomiendo enfocar los esfuerzos para que en el resto del sexenio mejoren los servicios de autobús en los ejes viales “intra circuito”.

Seguir insistiendo en proyectos improvisados para la periferia agotará los recursos, dispersará los esfuerzos, beneficiando a muy pocos. Ojalá se den cuenta de la oportunidad que tienen enfrente a partir de esta nueva Línea 8 de Metrobús. La “nueva normalidad”, además, está de su lado.