En un ejercicio de autocrítica debemos reconocer que el Poder Judicial de la Federación aún tiene áreas de oportunidad para hacer comprensibles sus decisiones ante la ciudadanía y garantizar el derecho de acceso a la información, la transparencia y la rendición de cuentas.
No podemos negar avances como el logrado con la reforma a la fracción II de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública (publicada en el Diario Oficial de la Federación el 13 agosto de 2020) que obliga a los poderes judiciales federal y de las entidades federativas a publicar versiones públicas de las sentencias que emitan.
A ello hay que sumar importantes esfuerzos para hacerlo, entre ellos, la redacción de sentencias de lectura fácil (dirigidas a niños, niñas y adolescentes y personas con discapacidad) e, incluso, la utilización de plataformas digitales como Twitter, Youtube, Facebook y TikTok, para acercar a la ciudadanía con la función judicial y qué decir de la gran labor en el Canal Judicial en el que se abordan diversos y variados temas.
La transmisión en línea de las sesiones públicas del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como de las salas que integran el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) es otra medida que ha buscado trasparentar la impartición de justicia.
En el caso del TEPJF –del que formamos parte- se han implementado medidas adicionales para abonar a la construcción de un espacio, cuyas decisiones puedan ser conocidas y comprendidas. La labor de los comités y áreas de transparencia ha sido fundamental en ello.
Una de las medidas más importantes para la transparencia judicial es el acuerdo general 9/2020, que permite la publicación de proyectos de sentencia, cuya difusión sea necesaria dada la importancia o trascendencia para la vida pública del país.
Habitualmente, estos proyectos son discutidos en la sesión pública en que serán votados. Su divulgación previa permite conocer claramente el contenido de lo que se resolverá y comprender mejor las sentencias que dictamos.
Otra acción tendiente a acercar la justicia a las y los ciudadanos es el juicio en línea, una herramienta impulsada por el magistrado, Felipe Fuentes Barrera, que permite el empleo de las herramientas digitales con las que cuenta el TEPJF como una medida más para facilitar el acceso a la justicia y presentar impugnaciones, lo que, además, reduce costos y agiliza trámites.
El juicio en línea hace posible consultar expedientes en formato electrónico, recibir notificaciones, atender requerimientos o ampliar los recursos.
Aunque hay avances, la ruta aún es larga y tiene como retos inmediatos fortalecer la implementación de un observatorio nacional de sentencias electorales y lograr que las magistraturas trasmitamos el porqué de nuestros fallos con claridad y precisión.
Transitar del abogañol (como coloquialmente se conoce a nuestras expresiones) a un lenguaje sencillo y directo, dotará de mayor entendimiento, confianza y legitimidad a las decisiones que tomemos, ya que la esencia de la justicia es que sea accesible y entendible para todas las personas sin importar condicionantes educativas, económicas o de cualquier otra índole.
Hasta nuestra próxima entrega.