A casi tres meses de iniciados los trabajos para la organización y desarrollo del proceso electoral federal 2020-2021, el martes de esta semana el Instituto Nacional Electoral (INE) instaló sus 300 consejos distritales a lo largo y ancho del país que, entre otros aspectos, tendrán a su cargo la operación y vigilancia de las elecciones para la renovación de la Cámara de Diputados y Diputadas, así como de coadyuvar en las elecciones concurrentes locales que también se realizarán el próximo 6 de junio de 2021.
Los consejos distritales, se integran en proceso electoral, por personal del Servicio Profesional Electoral Nacional pertenecientes a la Junta Distrital Ejecutiva respectiva, así como por consejeros electorales distritales. Así, el Vocal Ejecutivo de la Junta es el Consejero Presidente (con voz y voto en el Consejo); el Vocal Secretario como Secretario del Consejo (solo con voz); 6 consejeros distritales (con voz y voto), así como los representantes de los partidos políticos registrados (que cuentan sólo con voz). Asimismo, para el desahogo de sus asuntos concurren a dichas sesiones o reuniones de trabajo los vocales de Organización Electoral, Registro Federal de Electores y de Capacitación Electoral y Educación Cívica que forman la Junta Distrital correspondiente.
Cabe mencionar que las y los consejeros electorales distritales fueron designados y/o ratificados por los 32 Consejos Locales que se integran uno por cada una de las entidades federativas del país. En dicho proceso se verificó el cumplimiento de requisitos de elegibilidad, criterios de paridad, pluralidad cultural de la entidad, interseccionalidad, conocimiento en la materia electoral, entre otros, a fin de garantizar el adecuado desarrollo de las elecciones.
Ahora bien, estos 300 consejos distritales que corresponden a igual número de distritos electorales federales que conforman la geografía electoral del país, son órganos de dirección electoral y que, de acuerdo con la legislación electoral federal, tienen múltiples responsabilidades de gran envergadura entre las que resalto las siguientes:
• Determinar el número y la ubicación en la que serán instaladas las casillas electorales que recibirán la votación de la ciudadanía;
• Insacular a las y los funcionarios de casilla que atenderán y harán el cómputo de la elección, en lo que compete a la casilla electoral;
• Registrar las fórmulas de candidaturas a diputaciones por el principio de mayoría relativa que son 300. Recordemos que las 200 candidaturas por la vía de representación proporcional se registran ante el Consejo General del INE, su máximo órgano de dirección;
• Registrar los nombramientos que los partidos políticos realicen para acreditar a sus representantes que vigilarán el desarrollo de la jornada electoral;
• Acreditar a ciudadanos y ciudadanas mexicanas o, en su caso, a organizaciones que busquen participar como observadores electorales del proceso electoral;
• Efectuar los cómputos distritales y la declaración de validez de las elecciones de diputados por el principio de mayoría relativa y el cómputo distrital de la elección de diputados de representación proporcional, entre otros.
Como podemos observar, la labor institucional de dichas instancias distritales son vitales para esta elección, aún más, para el fortalecimiento de nuestra democracia, ya que en estos consejos se presentan proyectos de acuerdo, se analizan documentos, se discuten la organización e integración de comisiones distritales que auxilien el trabajo del consejo distrital respectivo, o bien, que se generen grupos de supervisión y de trabajo, por ejemplo, para revisar los lugares donde se ubicarán las casillas y que éstas cumplan con todos los requerimientos que la ley obliga, entre las que se encuentran la de ser locales que permitan el adecuado flujo de votantes y que éstos puedan votar en secrecía y con las condiciones de seguridad necesarias.
En razón de lo descrito brevemente, a los 300 consejos distritales y a quienes los conforman, hombres y mujeres que realizan cada día un trabajo profesional y dedicado, les deseamos la mayor de las suertes en la elección más grande y, seguramente, la más compleja que se haya registrado en la historia de nuestro país.