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Informe NO es rendición de cuentas

Deben los legisladores generar la apertura para que dicho Informe sea un verdadero acto de rendición de cuentas.

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Escrito en OPINIÓN el

De acuerdo con la forma normativa con el que se integra el sistema político mexicano, nuestra nación está asociada al concierto de los países que ostentan una democracia representativa. Esto significa que México es un país libre que sostiene elecciones de manera periódica con base a reglas claras para los competidores de la contienda electoral, pero lo más importante es que en una democracia, la participación de la población resulta fundamental.

 

Así, cuando hay elecciones, la jornada electoral debe asumirse como una fiesta cívica en donde los ciudadanos acudimos a las urnas a votar por el partido político y candidato de nuestra elección. Este acto, constituye una especie de traslado de la voluntad popular hacia diversos cargos de elección popular. Tomemos el caso de los diputados federales.

 

El primero de septiembre tomaron posesión los diputados del H. Congreso de la Unión, en donde 300 diputados fueron electos por los ciudadanos en cada uno de igual cantidad de distritos electorales en que se divide geoelectoralmente el país; otros 200 diputados fueron electos por la vía de la representación proporcional bajo cinco listas que se integran en las 5 circunscripciones plurinominales en que se divide el país.

 

Pero independientemente de la vía electiva, nuestro sistema político electoral determina que los legisladores son los representantes de la sociedad por dos consideraciones fundamentales; primero porque la Constitución y la normatividad en la materia así lo disponen y, en segundo lugar, porque son los ciudadanos que le confirieron el poder que hoy tienen.

 

En este sentido, una exigencia fundamental de la sociedad e inclusive de varios partidos políticos y legisladores considerados de “oposición” es que el acto de que en donde el Presidente de la República rinde un Informe de su gestión cada año, debería tener otras características dignas de una democracia justamente representativa.

 

Qué lejano se ve el año de 2005 en donde por última vez un presidente pudo rendir su Informe, con todo e interpelaciones, en la forma tradicional conocida como “el día del Presidente” en el que todo era aparentemente buenas noticias y, en donde, al menos así se presentaba, todo mundo le aplaudía al Presidente.  Era más un acto de posicionamiento y de “reafirmación” de lealtades y de cerrar círculos con los diversos sectores de la clase política. 

 

Hoy el panorama aunque es distinto tiene una gran similitud. Primero hay que decir que el acto del Informe se ha convertido en la entrega formal de un documento escrito que será analizado en los próximos días por los señores legisladores.  Segundo, el 2 de septiembre el Ejecutivo Federal da más que un Informe un mensaje a la nación.  Pero tanto antes como ahora no tienen en lo absoluto ninguna característica de un acto de rendición de cuentas a la nación, y más a los ciudadanos que, por conducto de los legisladores que son sus representantes, deberían conocer de manera directa.

 

En un país en donde cada día la exigencia a la transparencia, el buen gobierno, y el acceso a la información son las columnas de una sociedad que se manifiesta por un mejor país, no cabe seguir conservando la forma en que el Presidente de la República da un breve mensaje del Estado que guarda la nación.  El esquema tiene que cambiar.  En consecuencia, deben los legisladores generar la apertura para que dicho Informe sea un verdadero acto de rendición de cuentas, que, independientemente de la glosa del mismo, el Ejecutivo Federal pueda responder de manera directa, una vez que haya rendido su informe, diversos cuestionamientos a los señalamientos sociales que, por conducto de los señores legisladores se viertan.  Este proceso debe integrarse bajo un formato institucional de exigencia sí, pero con reglas claras en su proceder; de reclamos que pudieran ser justo sí, pero con la conducción adecuada de un acto republicano.

 

Un evento así, que además fuera transmitido por los diversos medios de comunicación se convertiría en un acto de rendición de cuentas, ahora sí, ante el Congreso de la Unión pero sobre todo ante los ciudadanos. 

 

Ya en diversos países se aplican otros esquemas para la rendición de este tipo de Informes, inclusive en el Distrito Federal, nuestra Ciudad Capital, el formato es más flexible; ahí está Guatemala en donde la sociedad se volcó a las calles luego de que diputados del Congreso de ese país votaron de forma unánime quitar el fuero de inmunidad al Mandatario.  Aún es tiempo y es una exigencia social.

 

@fdodiaznaranjo